Los estudiantes de Baleares, entre los más concienciados con el hábito de reciclar
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El 83,4% de los estudiantes de las Islas asegura disponer en su hogar de más de un espacio para depositar sus residuos, de los cuales uno está reservado a los envases domésticos que tienen como destino el contenedor amarillo (plásticos, latas y briks). Se trata de un hábito asentado también en otros colectivos, ya que el 73% de los trabajadores en activo y el 60% de los parados también afirman sentirse familiarizados con la separación de residuos. Por el contrario, son los jubilados y pensionistas (55%) los menos concienciados con el hábito de reciclar. Estas son algunas de las principales conclusiones que se extraen del “Estudio de Hábitos de Reciclaje de los Españoles”, elaborado por el Instituto Apolda para Ecoembes.
En el entorno familiar, las madres son la figura que con mayor frecuencia se responsabiliza del reciclaje en los hogares baleares. Más concretamente, en el 28,6% de las ocasiones son ellas las que deciden instalar espacios destinados a la separación de los residuos, frente al 25,4% de los casos en los que son los padres quienes toman la iniciativa. No obstante, habitualmente(23,7%) se trata de una decisión conjunta que muestra la responsabilidad de toda la familia.
En lo que respecta a la edad, el informe refleja que la separación de residuos es un hábito muy extendido en todas las franjas, aunque son los adultos de entre 35 y 54 años los que más comprometidos se muestran. El 73,8% de este colectivo afirma disponer de más de un espacio para destinado al reciclaje, siendo uno de ellos para los envases que se depositan en el contenedor amarillo. Esta afirmación es compartida por el 71,5% de los jóvenes de entre 16 y 34 años y por el 56,7% de los mayores de 55 años.
Los datos muestran que, en general, la sociedad balear está concienciada con la separación de residuos, tal y como se refleja en el número de cubos presentes en los hogares de la Comunidad, cuya media se sitúa en 3,2. No obstante, en el informe se detectan diferencias en función del área de residencia y el número de integrantes. De este modo, la media de espacios para el reciclaje tiende a incrementarse en los municipios de menor tamaño (5.000 habitantes o menos), cuyos encuestados aseguran contar con 3,5 cubos. En cuanto al número de integrantes, los hogares con cinco o más residentes son los que mayor número de cubos destinan a la separación de residuos (4).
Por comunidades, Euskadi (3,7), Navarra (3,4) y Cataluña (3,4) son las regiones que tienen la media más elevada de espacios destinados a la separación de residuos.
El informe también evalúa los factores que motivan a los ciudadanos a la hora de disponer de varios espacios en sus hogares para separar correctamente los residuos. En este sentido, el civismo (97,7%), el sentimiento de orgullo por reciclar bien (75,6%) y lamayor concienciación general de la sociedad (60,7%) constituyen las principales razones. Por su parte, el principal freno de los ciudadanos que declaran no reciclar es la falta de espacio en el hogar (13%).
Los resultados del estudio también concluyen que los ciudadanos identifican cada vez mejor a qué contenedor va cada tipo de residuo. Así, el 64,4% afirma asociar y tirar siempre en el contenedor amarillo las botellas, botes o garrafas de plástico, y el 57,7%en el caso de los briks. Las latas de bebidas (47,4%) y de conservas (37,8%) son otros de los envases que más se relacionan y depositan en este contenedor. Por su parte, las tapas metálicas de los frascos (25,6%) y los aerosoles (23,6%) son los que menos se asocian con el contenedor amarillo y, por tanto, los que menos se reciclan. Aun así, Ecoembes continúa trabajando para mejorar los porcentajes de todos los materiales desde la educación y la innovación.
El estudio, que cuenta con una muestra de más de 5.000 personas repartidas de manera proporcional a nivel regional, demuestra el valor del trabajo de concienciación realizado a lo largo de las dos últimas décadas para fomentar la separación de residuos y el reciclaje.
El reciclaje en Baleares
Aunque todavía queda camino por recorrer, los datos que arroja este estudio permiten afirmar que el reciclaje es un hábito extendido en los hogares baleares. De hecho, en 2015 cada ciudadano de Islas Baleares depositó 17,1 kg en el contenedor amarillo (envases de plástico, latas y briks) y 31,9 kg en el azul (envases de papel y cartón). En total se reciclaron 34.470 toneladas. Un éxito alcanzado gracias a un modelo de colaboración público-privada que se adapta a las necesidades de cada momento y municipio.