Nueva legislación ambiental para la industria química y textil en Europa
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La Comisión Europea establece nuevas normas referidas a la gestión y el tratamiento de gases residuales en el sector químico y a una serie de actividades en la industria textil. Son fruto de un esfuerzo coordinado de las partes interesadas, incluida la industria, para acordar las mejores técnicas disponibles (MTD). Se publicaron los días 12 y 20 de diciembre de 2022, respectivamente.
Las nuevas decisiones legales prevén cuatro años de adaptación para las instalaciones existentes, mientras que las nuevas deberán cumplirlas inmediatamente.
Se trata de un paso más de la Comisión Europea hacia el objetivo de Contaminación Cero, consistente en reducir la contaminación del aire, el agua y el suelo a niveles inocuos para la salud y el medio ambiente. El objetivo de Contaminación Cero es una de las principales medidas del Pacto Verde en materia de contaminación, entre una serie de iniciativas encaminadas a hacer de Europa el primer continente climáticamente neutro. Las nuevas normas, junto con la Estrategia Química para la Sostenibilidad de la UE, pretenden aumentar el nivel de protección de la salud humana y el medio ambiente, al tiempo que impulsan la competitividad de la industria.
Gases residuales en la industria química
Las conclusiones sobre las mejores técnicas o tecnologías disponibles, relativas a los sistemas comunes de gestión y tratamiento de gases residuales en el sector químico incluyen principalmente la producción de productos químicos orgánicos, polímeros y productos farmacéuticos, que son grandes emisores de compuestos orgánicos volátiles, con unas 40 000 toneladas emitidas a la atmósfera cada año.
Las nuevas normas de los Sistemas comunes de gestión y tratamiento de gases residuales, establecen normas de emisión para 34 contaminantes atmosféricos clave emitidos por el sector de la industria química e incluyen niveles vinculantes más estrictos para los compuestos orgánicos volátiles. Se presta especial atención a las sustancias cancerígenas o tóxicas. Además, introducen un nuevo enfoque basado en un sistema de gestión para prevenir, reducir y cuantificar las emisiones difusas (aquellas emisiones que no se canalizan ni conducen, como las fugas de los equipos).
Se trata de un gran paso adelante, ya que las emisiones difusas pueden representar una parte importante de las emisiones atmosféricas totales de las instalaciones químicas. Los nuevos criterios medioambientales también establecen límites de emisión específicos para los compuestos orgánicos volátiles y los monómeros de cloruro de vinilo. Ambos son contaminantes emitidos en la producción de polímeros, como el PVC o el polietileno. Los nuevos criterios refuerzan las medidas de vigilancia y control para seguir la evolución de las reducciones de emisiones previstas.
Procesado de textiles
En el caso del sector textil, los cambios legislativos medioambientales afectan en particular al procesado húmedo de textiles, que incluye tratamientos como el blanqueo, el teñido o el tratamiento de acabado para conferir propiedades específicas al textil, como la repelencia al agua. La nueva norma forma parte de la estrategia de la UE sobre textiles sostenibles y circulares, cuyo objetivo es crear un sector textil más ecológico y competitivo.
La nueva norma para el sector textil hace especial hincapié en las emisiones a la atmósfera y al agua y se centra en más de 20 contaminantes atmosféricos y acuáticos, como el formaldehído, los compuestos orgánicos volátiles totales (COVT), el polvo, el amoníaco en el caso de las emisiones a la atmósfera y los metales en el de las emisiones al agua. La nueva norma se centra también en cuestiones medioambientales relacionadas con la economía circular, como la eficiencia energética y la eficiencia en el uso de los recursos (consumo de agua, productos químicos, generación de residuos). También promueve una producción industrial más sostenible mediante la sustitución de sustancias químicas peligrosas, nocivas o con un alto impacto ambiental, introduciendo un enfoque basado en un sistema de gestión de sustancias químicas.
Antecedentes
La Directiva sobre emisiones industriales establece un marco para regular unas 52 000 grandes instalaciones industriales y ganaderas en toda la UE. Exige que estas instalaciones dispongan de un permiso basado en el uso de las mejores técnicas disponibles. Un proceso de intercambio de información a escala de la UE da lugar a documentos de referencia sobre las mejores técnicas disponibles y establece conclusiones al respecto.
El proceso de elaboración y revisión de los documentos de referencia sobre mejores técnicas disponibles para los sistemas comunes de gases residuales y sus conclusiones están dirigidas por el Centro de Investigación de la Oficina Europea de Prevención y Control Integrado de la Contaminación, con sede en Sevilla (España), y se conoce como "proceso de Sevilla".
Las Mejores Técnicas Disponibles son propuestas en primer lugar por esta oficina, sobre la base de un intercambio de información amplio, inclusivo y transparente entre las partes interesadas. A continuación, se debaten y discuten en reuniones de varios días entre expertos y se acuerdan por consenso, antes de su inclusión en los documentos de referencia sobre Mejores Técnicas Disponibles, que se utilizan como referencia en todo el mundo. Tras este proceso, los Estados miembros de la UE votan las normas medioambientales resultantes del debate de los expertos y, si el voto es positivo, la Comisión Europea adopta formalmente las conclusiones sobre las mejores técnicas disponibles.