Por qué los ingenieros deben participar en las decisiones de inversión
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Para una empresa, comprometerse con un proyecto de inversión (capex) es una gran decisión. La elección correcta puede reducir costes, mejorar la eficiencia y aumentar la productividad y el beneficio; sin embargo, una mala decisión nos podría conducir, en casos extremos, a la modificación o reemplazo de la inversión en un corto período de tiempo con un coste adicional considerable.
Dada la importancia financiera de tomar la decisión adecuada, no es de extrañar que los equipos de contabilidad y finanzas desempeñen un papel tan importante en la toma de decisiones de capex. Pero también es vital que el personal de ingeniería participe en el proceso desde el principio, para evitar errores, como comprar el equipo incorrecto o especificar incorrectamente los parámetros operativos.
El grupo consultor global McKinsey & Company señala que la evaluación efectiva de la inversión de capital es particularmente importante en mercados competitivos y de rápido movimiento, como el sector alimentario, donde los rendimientos de la inversión son pequeños en relación con el coste del capital invertido. Sin embargo, esta evaluación debe aglutinar todas las habilidades comerciales relevantes, incluidos los conocimientos operativos y de ingeniería, así como las finanzas y la alta gerencia.
Cuanto más completo sea el conocimiento del equipo a adquirir, más probable será que se creen presupuestos y evaluaciones precisos y se acuerde una propuesta sólida de inversión. El personal de ingeniería y operativo tienen una visión más clara de los proyectos potenciales, más allá del coste inicial de los nuevos equipos, para incluir los gastos adicionales en los que se pueda incurrir. Equilibrar el coste de reemplazo con el rendimiento depreciado precisa de la experiencia y conocimientos operativos del departamento de ingeniería.
La importancia de los ingenieros
En muchos casos, las decisiones de capex son impulsadas por la tecnología en vez de los objetivos comerciales. Por ello, involucrar a los ingenieros garantiza que ambos tengan el mismo peso, de modo que la tecnología se elija para cumplir con los objetivos comerciales. Llegar a todas las áreas clave del negocio en la toma de decisiones de capex fomenta la responsabilidad y es más probable que garantice la aceptación de los empleados cuando el equipo finalmente se instale.
Según la consultora PwC, casi una quinta parte de las empresas no cuentan con suficiente conocimiento de las inversiones de capital propuestas, algo que se solventaría si se involucra al personal de ingeniería y los operadores de línea. PwC señala que, "en lugar de pensar en la planificación de capex como un proceso de recomendación y calificación para encontrar la 'respuesta', es mejor pensar en los proyectos de capital como hitos en el viaje de creación de estrategias y, por lo tanto, como oportunidades para explorar las compensaciones inherentes a cada asignación de recursos".
Las inversiones de capex varían según el negocio, la industria, el tamaño y el producto, pero casi todas aglutinan equipos mecánicos y eléctricos que deben interconectarse con otros sistemas (tanto nuevos como existentes). Implicar a los ingenieros en el proceso añadirá una comprensión profunda de la operación, así como la capacidad de evaluar y entender las operaciones, la maquinaria y los sistemas OEM que se proponen.
Dependiendo del tipo y tamaño del proyecto, se precisarán de diferentes tipos de habilidades, pero los ingenieros pueden estimar los costes en la fase de planificación del proyecto y contribuir al análisis del ROI.
Aspectos del capex a tener en cuenta
Los ingenieros tienen una comprensión más clara de por qué es necesaria una determinada inversión o por qué ciertos equipos serían beneficiosos para el negocio. Sin embargo, a veces carecen de un conocimiento profundo sobre los aspectos financieros, que sí poseen los contables.
Una regla general es que cualquier inversión que se pague en unos tres años hay que tenerla en cuenta, siempre y cuando la relación entre capital y costes operativos no sea demasiado grande. Otro aspecto es el "valor temporal del dinero". En otras palabras, un euro hoy vale más que uno de mañana, por lo que es importante analizar el flujo de caja durante la vida del proyecto lo más rápido posible, para minimizar el período de recuperación.
Otras métricas comunes para evaluar una inversión son el valor actual neto (VAN) y la tasa interna de rendimiento (TIR). El VAN determina si la inversión es rentable o no, por lo que debe usarse en la fase inicial del proyecto, para tener una estimación de sí la inversión es viable o no. La TIR es el descuento o tasa de interés a la que el VAN del proyecto eventualmente es igual a cero (es decir, qué tan rápido un proyecto se pagará por sí mismo). Como regla general, siempre deben aceptarse proyectos de inversión en los que la TIR sea superior al coste de capital.
Además de estas métricas, otras consideraciones clave incluyen la inversión inicial, el efecto sobre el flujo de caja a lo largo del tiempo, el coste del capital, cualquier crédito fiscal a la inversión, costes operativos y depreciación.
¿Qué puede salir mal?
A lo largo de los años, hemos visto ejemplos de proyectos a los que se les da luz verde, pero que presentan un rendimiento inferior, ya que el equipo de ingeniería no ha estado involucrado durante la fase de decisión. Invariablemente, estas situaciones conducen a la implementación de una especificación incorrecta, resultando un equipo que no funciona como se esperaba, no alcanza su máximo potencial o requiere ajustes posteriores que agregan costes y tiempo al presupuesto original. Algunos de los ejemplos más comunes son:
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Utilizar sistemas para tratar productos diferentes a los especificados originalmente o proporcionados en el análisis (suele suceder en proyectos en fase de desarrollo).
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Uso de sistemas para trabajar más producto del especificado originalmente.
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Usar un fluido de servicio distinto al especificado inicialmente.
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Cambiar los parámetros de temperatura de los especificados originalmente.
Esto suele suceder porque no se presta atención a los detalles. Existe una idea errónea común de que los componentes de menor coste se pueden sustituir por no ser parte "esencial" del proyecto. Sin embargo, tal selección comprometerá el diseño original y podría afectar la capacidad de actualizar o expandir los equipos en un futuro. Esto es particularmente cierto para las soluciones de sistemas integrados donde los componentes tienen fuertes interdependencias.
Los ingenieros experimentados pueden evaluar objetivamente las especificaciones y ver si los cambios propuestos afectarán negativamente el rendimiento. También pueden evaluar si una solución realmente cumplirá con los requisitos del negocio, más allá de simplemente mirar la inversión frente a la tasa de rendimiento. Además, pueden anticipar muchos de los costes ocultos en la adquisición, instalación y operación de nuevos equipos.
Volviendo al inicio del artículo, si bien la participación de contables, gerentes y otros es esencial para una evaluación exhaustiva del capex, también es importante que el conocimiento y la comprensión que los ingenieros aportan reciba la misma consideración. Obviar el punto de vista de la ingeniería en cualquier inversión puede salir muy caro.