La importancia del zooplancton en la evaluación de los efectos del uso del suelo en los humedales
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Miembros del grupo de investigación ‘Ecología y Biodiversidad de Sistemas Acuáticos’ de la Universidad de Jaén han desarrollado una investigación que resalta el importante papel que ocupa la comunidad zooplanctónica en la evaluación de los efectos que provocan los usos del suelo sobre los humedales mediterráneos.
El zooplancton es un componente esencial en la biodiversidad de los humedales, especialmente en la región mediterránea, donde con frecuencia actúa como una comunidad clave, cuya eliminación puede engendrar cambios dramáticos en la estructura y funcionamiento del ecosistema acuático. “Uno de los rasgos de los ecosistemas temporales es que reviven después de cada evento de desecación. La comunidad zooplanctónica tiene mucho que ver en esa capacidad de recuperación de todo el sistema”, explica Gema Parra, investigadora del Departamento de Biología Animal, Biología Vegetal y Ecología de la UJA.
En este estudio en concreto, han examinado las características de 24 humedales de la provincia de Jaén situados en la región del Alto Guadalquivir en función de 11 variables referentes a su morfología, su cuenca hidrográfica y los usos de la tierra más habituales en cada zona, siendo el mayoritario el olivar. De esta manera, han establecido dos tipos de humedales según la riqueza de las especies de zooplancton localizadas: los humedales impactados y los no impactados.
“Los humedales son islas inmersas dentro de un contexto con el que interactúan, que en nuestra provincia es fundamentalmente agrícola. Esta actividad induce una drástica transformación del paisaje, con una alta tasa de pérdida y degradación de estos ecosistemas”, comenta Francisco Guerrero, catedrático de Ecología de la UJA y responsable del grupo de investigación. “Esta hipótesis ha sido probada en este trabajo del que se extrae que la comunidad zooplanctónica que habita los humedales (branquiópodos y copépodos) sufren alteraciones drásticas por las prácticas agrícolas realizadas en la cuenca hidrográfica”, añade.
En su análisis, detectaron 7 humedales no impactados (Ardal, Castillo, Orcera, Pedernoso, Perales, Santisteban y Siles), en los que la riqueza de especies del zooplancton es superior, mientras en los impactados disminuyen e incluso desaparecen especies y la capacidad de recuperación del ecosistema se ve dañada. Según ese hallazgo, los investigadores señalan a la comunidad zooplanctónica como indicador apropiado para valorar los efectos de la agricultura sobre el entorno y apuestan porque se la considere como un elemento biológico de calidad, algo que todavía no se establece en la Directiva Marco Europea del Agua. “Es prioritario reemplazar las estrategias de agricultura tradicional por otras más respetuosas con los humedales y sus especies. Para ello, hay que llegar a todos los implicados en la toma de decisiones legislativa para apostar por prácticas agrícolas alternativas con la gestión del suelo”, afirma Gema Parra.
Esa visión ecosistémica tiene su influencia incluso sobre el cambio climático global. “Factores como la disminución de las precipitaciones, el aumento de las temperaturas o la contaminación de los acuíferos afectan al hidroperiodo de los humedales a medio y largo plazo y, por lo tanto, influyen en su conservación”, indica Francisco Guerrero.
Estos resultados han sido publicados por la revista científica de impacto Hydrobiologia. El artículo forma parte de la tesis doctoral del investigador de la UJA, Juan Diego Gilbert, en una investigación en la que además de Gema Parra y Francisco Guerrero, han participados otros miembros de este grupo de investigación de la UJA como Raquel Jiménez, Enrique García y Fernando Ortega, así como de la Universidad de Granada, Inmaculada de Vicente.
Así mismo, uno de los motores que mueve al grupo es concienciar a la sociedad de la necesidad de preservar estos ecosistemas. A nivel internacional, el 2 de febrero se celebra el Día Mundial de los Humedales. “Desde la Universidad, tratamos de dar a conocer los humedales como patrimonio natural. Tenemos claro que si algo no se conoce, no se puede valorar y no se podrá conservar”, argumenta Gema Parra. En esa misma línea, Francisco Guerrero incide en que “es fundamental que la sociedad vuelva al entorno natural. En esta fecha conmemorativa, lo promovemos a través de la organización de actividades que transmitan la importancia de su conservación y dando a conocer las amenazas sobre los humedales tanto a la comunidad universitaria como a la ciudadanía en general”.
En ese sentido, el Aula Verde de la UJA organiza hoy un encuentro interuniversitario con la Universidad de Málaga que consistirá en la visita al Paraje Natural Laguna Grande (Baeza), uno de los tres humedales RAMSAR existentes en la provincia, junto a la laguna Honda y Chinche (Alcaudete). Los asistentes a esta jornada conocerán la Convención RAMSAR, la relevancia de estos ecosistemas y la necesidad de su uso racional para beneficio de la humanidad y la biodiversidad de los mismos, implicando a la comunidad universitaria en las tareas de defensa, conservación y restauración de nuestros humedales.