Gestión circular de residuos, una nueva visión desde la economía circular
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Resiliencia —ser capaz, no solo de sobreponerse a las adversidades, sino de aprovecharlas para adaptarse con resultados positivos a situaciones de crisis— ha sido una de las palabras más escuchadas en estos últimos dos años marcados por la pandemia y las consecuencias derivadas de ésta. Pero la resiliencia no es una cualidad innata, es algo que debe desarrollarse a través de herramientas como la creatividad, la flexibilidad ante los cambios, la tenacidad o la colaboración y el trabajo en equipo.
Hoy somos conscientes de que afrontar una crisis requiere por parte de cada uno poner en práctica nuestras mejores capacidades, y por eso es imprescindible entrenarse para ser más resilientes, es decir, adquirir competencias que nos permitan reconvertir la adversidad en perspectivas de futuro, a pesar de todo. Y trabajar desde hoy para construir ese futuro.
En SIGAUS llevamos 16 años trabajando por el futuro en materia de gestión de residuos. El que está marcado por la Economía Circular. El que pasa por el compromiso de eficiencia y sostenibilidad para garantizar el funcionamiento del sistema, la estrecha colaboración con fabricantes, gestores y Administración pública, así como la apuesta por la formación como clave para contar en este futuro con los profesionales mejor preparados ante los retos ambientales, económicos y sociales a los que deberemos hacer frente.
Adaptarse para permanecer
No podemos pensar en 2023 sin tener en cuenta la nueva legislación ambiental, tanto a nivel nacional como europeo, que ya está sobre la mesa y que busca, precisamente, responder a la mayoría de estos retos de futuro, como es el caso del Pacto Verde Europeo, que obligará a las empresas a reducir drásticamente sus emisiones a lo largo de esta década a través de la puesta en marcha de estrategias concretas de sostenibilidad y lucha contra el cambio climático.
No podemos pensar en 2023 sin tener en cuenta la nueva legislación ambiental, tanto a nivel nacional como europeo, que ya está sobre la mesa y que busca, precisamente, responder a la mayoría de estos retos de futuro.
Asimismo, la nueva Ley de Residuos y Suelos Contaminados, aprobada el pasado mes de abril, o el inminente Real Decreto de envases y residuos de envases trasponen obligaciones incluidas en directivas que hay que cumplir en España y traen muchas novedades, como la obligación de aplicar la Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP) a los envases industriales y comerciales, algo que hasta ahora solo se aplicaba a los envases domésticos.
Desde SIGAUS ya estamos preparados para asumir estas exigencias que están por llegar, o ya han llegado, con la creación de herramientas como GENCI, el nuevo sistema de gestión que dará respuesta a esta nueva responsabilidad para empresas productoras, distribuidoras o importadoras que utilizan envases y embalajes industriales y comerciales para vender sus productos en el mercado, y que tendrán que hacerse cargo de la gestión de los residuos generados por esos envases de cara a 2024 y dentro de un marco legislativo más exigente que incluye registros, garantías financieras o un reporte periódico a las Administraciones públicas, entre otros muchos aspectos.
Desde SIGAUS ya estamos preparados para asumir estas exigencias que están por llegar, o ya han llegado, con la creación de herramientas como GENCI.
Ésta es una apuesta clara por una nueva visión de la gestión de los residuos basada en la Economía Circular y en la colaboración conjunta para alcanzar la máxima eficiencia y sostenibilidad en todos los procesos de gestión, además de un compromiso para adelantarnos al futuro y dar respuesta a las cada vez mayores demandas que legislativamente van a establecerse.
A modo de test de primer orden, desde su creación en 2021 GENCI trabaja en Baleares por ser la primera comunidad en establecer, a través de una normativa autonómica, la obligación de aplicar esta Responsabilidad Ampliada del Productor a este tipo de envases comerciales e industriales con una operativa contrastada, eficiente y escalable que nos sirve para probar la validez del modelo de gestión y poder extrapolarlo rápidamente a toda España, donde, de forma inminente, va a ser de obligado cumplimiento en 2024.
Como garantía, contamos con la ventaja de nuestros 16 años de experiencia en la gestión de aceites usados industriales, lo que nos hace conocer bien esta labor en la industria y los servicios, además de contar con unos estándares de eficiencia, control y cumplimiento legal de largo recorrido que nos han convertido en el sistema de referencia en este tipo de residuos en toda España.
En Baleares, a través de GENCI, hemos reproducido un sistema que cuenta ya con plena implantación y un completo sistema de información tecnológico que monitoriza todos los datos: desde la puesta en el mercado del producto hasta la gestión final de su residuo. Esto nos ha permitido contabilizar casi 1.200 puntos productores atendidos en 2021 en 59 de los 67 municipios de esta Comunidad ubicados en todas las islas, a través de 6.375 operaciones de recogida.
Se dice que el futuro empieza hoy, no mañana, y por ello nuestra capacidad de actuación debe centrarse en el presente, porque de ello depende hacia qué futuro nos dirigimos. La clave es mantener permanentemente el equilibrio entre el corto y el largo plazo, prepararnos para ese futuro mientras hacemos posible el presente, sabiendo que los entornos, las necesidades y los retos a encarar cambiarán, y que deberemos asumir estos cambios con adaptación constante y manteniendo siempre la coherencia con nuestros propósitos, nuestra estrategia y los objetivos establecidos. Ésta será, sin duda, la clave del éxito.