Un estudio internacional advierte que el calentamiento global puede aumentar los patógenos
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Un estudio internacional publicado en la prestigiosa revista Nature Climate Change advierte que el calentamiento global aumentará la proporción de patógenos de plantas transmitidos por el suelo en todo el mundo. Solo una pequeña cucharada de suelo contiene millones de microbios. La mayoría de estos organismos del suelo son beneficiosos para la humanidad al regular el clima, apoyar la fertilidad de nuestros suelos, y facilitar la producción alimentos y fibra. Otros, sin embargo, son capaces de devastar cosechas enteras, lo que se traduce en importantes pérdidas económicas e incluso en hambruna.
Realizada por científicos de España, Australia, Alemania y China, la investigación proporciona pruebas experimentales y de observación global de que la proporción de patógenos de plantas que se encuentran en el suelo aumentará en un mundo cada vez más cálido. El suelo actúa como reservorio de muchos de los patógenos de plantas más agresivos, como Alternaria alternata o Fusarium oxysporum, desde donde pueden infectar a las plantas. Conocer la ecología de estos patógenos y los futuros cambios en su distribución a escala global es fundamental para entender mejor cómo el cambio climático afectará a la producción de alimentos y a la subsistencia de un gran número de personas en todo el mundo.
Primer atlas mundial de hongos patógenos de plantas
El trabajo, que proporciona el primer atlas mundial de hongos patógenos de plantas que se encuentran el suelo, destaca los lugares de la Tierra donde estos organismos son más comunes hoy en día y en los próximos 30 años. Además, indica que los suelos son una reserva crítica de algunos de los patógenos de plantas más importantes en todo el mundo. "En este caso, aportamos pruebas sólidas de que el calentamiento experimental y las temperaturas atmosféricas mundiales se asocian positivamente con mayores proporciones de estos organismos transmitidos en terrenos de todo el mundo", señala el autor principal del artículo, Manuel Delgado-Baquerizo de la Universidad Pablo de Olavide.
Para generar estos mapas, el equipo científico ha utilizado la secuenciación del ADN para analizar la asociación entre la proporción de patógenos transmitidos y los aumentos de temperatura en diferentes tipos de terreno.
El artículo destaca que las grandes regiones de la Tierra de Asia, África, Australia y América contienen altas proporciones de patógenos de plantas transmitidos por el suelo. Estas regiones corresponden a climas cálidos como los de los desiertos y los bosques tropicales. "Nuestros mapas mundiales identifican los puntos calientes de los hongos patógenos de plantas transmitidos en la actualidad y nos advierten sobre su aumento debido al calentamiento global", recuerda Delgado-Baquerizo. "La actual pandemia mundial nos recuerda el impacto que los microorganismos pueden tener en nuestras sociedades y economías, y la importancia de aprender más sobre su ecología", indica el co-autor y director del Laboratorio de Ecología de Zonas Áridas y Cambio Global de la Universidad de Alicante Fernando T. Maestre. "Al proporcionar novedosos mapas sobre la distribución actual y futura de importantes fitopatógenos, nuestros resultados pueden guiar las medidas de gestión para evitar futuras crisis alimentarias asociadas al cambio climático", añade Maestre.
Trabajo de campo
El trabajo de campo de los investigadores ha sido muy extenso ya que han recogido muestras de tierra de 235 lugares distintos de 18 países presentes en seis continentes para abarcar toda una gama de climas: desde los desiertos hasta los bosques tropicales. Entre esas muestras figuran las recogidas en el estudio mundial de tierras áridas dirigido por el investigador de la Universidad de Alicante en el marco de su proyecto BIOCOM financiado por el Consejo Europeo de Investigación (ERC).
Los resultados de este novedoso estudio han sido validados utilizando un experimento de campo sobre cambio climático que el grupo de Fernando T. Maestre mantiene desde hace una década gracias al apoyo de los proyectos financiados por el ERC BIOCOM y BIODESERT. En este experimento se imita el clima pronosticado para la segunda mitad del siglo XXI, y es uno de los pocos experimentos de cambio climático que se mantienen en las zonas áridas de todo el mundo desde hace más de diez años. “Este trabajo ejemplifica la importancia y el valor de realizar muestreos a gran escala y experimentos a largo plazo, algo que no habría sido posible hacer sin el apoyo del ERC que ha financiado el Laboratorio de Ecología de Zonas Áridas y Cambio Global todos estos años", indica el investigador distinguido de la Universidad de Alicante.