Soluciones basadas en la naturaleza para la transición hacia ciudades circulares
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Los países de la cuenca mediterránea, aunque no tan solo ellos, se enfrentan a importantes dificultades para fomentar el desarrollo ambiental y económico de la región debido a la distribución irregular de los recursos de agua superficial y subterránea. En 2020, el Consejo de la Unión Europea propuso un nuevo reglamento para reducir los riesgos de la escasez de agua, para aumentar su disponibilidad y fomentar su reutilización en la agricultura de una manera eficiente (UE 2020/741), sin reglamentar otras formas de reutilización. España es uno de los pocos países de la UE que regulan la reutilización de aguas residuales para otros usos a parte de la agricultura, en particular para usos urbanos, ambientales e industriales.
Para mitigar el problema del estrés hídrico se necesitan conceptos avanzados, como, por ejemplo, en términos de descentralización de la gestión de recursos, donde sea útil, promoviendo una separación en origen de las distintas fuentes y recuperación de los recursos. Estos sistemas descentralizados de separación en origen y reutilización de agua, además, permiten suministrar agua regenerada cerca del punto donde se producen las aguas residuales. Estos conceptos, alineados con el paradigma de la economía circular, buscan la reducción, reutilización y recuperación de recursos y, aplicado a las aguas regeneradas, con especial enfoque en la recuperación de agua, nutrientes y energía. Las ciudades, en especial, al concentrar la mayor parte de la población mundial, tendrían que abordar cada vez más un flujo cerrado de recursos, con sistemas de producción y diseño circulares, y modelos empresariales nuevos de colaboración entre sectores.
Las soluciones basadas en la naturaleza ofrecen oportunidades para dar un paso más en la mejora de la gestión urbana del agua y la resiliencia de las ciudades.
Sin embargo, creemos que hay oportunidades para dar un paso más en la mejora de la gestión urbana del agua y así aumentar la resiliencia de las ciudades, especialmente para abordar los retos actuales y emergentes que nos plantea el cambio climático. Entre estas oportunidades, las soluciones basadas en la naturaleza (NBS, de nature-based solutions) son acciones para proteger, gestionar de manera sostenible y restaurar ecosistemas naturales o modificados abordando al mismo tiempo retos sociales y proporcionando beneficios humanos y de biodiversidad.
Entre las oportunidades actuales y emergentes de las NBS, queremos destacar la necesidad de producir alimentos en ciudades de una forma más sostenible, y esto pasa por recuperar y reutilizar al máximo los recursos del agua y de los residuos para producir alimentos de proximidad, reduciendo la explotación de recursos naturales y la huella ecológica de los alimentos. De hecho, la agricultura urbana para la producción de alimentos cada vez es más habitual, aunque para que sea realmente sostenible debería utilizar agua regenerada y nutrientes o fertilizantes recuperados de las aguas residuales, una vez comprobada su seguridad. Esto puede conseguirse mediante la implementación de NBS (por ejemplo, con techos y paredes verdes). Si se producen alimentos con NBS, además de reutilizar el agua, se pueden proporcionar otros impactos positivos adicionales, tanto desde un punto de vista ambiental, como económico, y social, por ejemplo, el aumento de la biodiversidad, la regulación de la temperatura o la mejora de la cohesión social de un barrio. De esta forma, la producción local de alimentos permitiría abordar simultáneamente los grandes retos que nos plantea el cambio climático y la concentración de población en ciudades.
Existen evidencias, aunque de momento limitadas y aisladas, de que las NBS pueden facilitar esta transición hacia ciudades más circulares y resilientes frente a posibles problemas ambientales, económicos o sociales, no tan solo permitiendo una gestión más sostenible de la cantidad y calidad de agua, sino sobre todo por los beneficios o servicios ecosistémicos adicionales que proporcionan.
En ICRA creemos firmemente que las NBS son claves en un nuevo paradigma de ciudad circular y resiliente, sobretodo cuando se evalúan de forma integrada con los conceptos de descentralización y economía circular.
En ICRA creemos firmemente que las NBS son claves en este nuevo paradigma, sobretodo cuando se evalúan de forma integrada con los conceptos de descentralización y economía circular, sin olvidar que se tiene que evaluar siempre la seguridad de las soluciones propuestas. Por ello ICRA participa activamente en varios proyectos de investigación e innovación europeos y nacionales. Entre ellos, HYDROUSA ofrece soluciones NBS innovadoras y circulares para la gestión del agua en islas y zonas costeras del Mediterráneo, suministrando agua dulce a partir de fuentes de agua no convencionales (H2020, www.hydrousa.org). EdiCitNet está desarrollando una red de ciudades que apuesten por una gestión del agua, los nutrientes y los residuos intersectorial y orientada a la reutilización, también para la producción de alimentos (H2020, http://toolbox.edicitnet.com). En CLEaN-TOUR se han desarrollado tecnologías y herramientas para facilitar la reutilización de agua en ciudades turísticas (RETOS, http://clean-tour.000webhostapp.com). El reciente proyecto MULTISOURCE (H2020) demostrará una variedad de NBS innovadoras para una amplia gama de aguas urbanas y desarrollará herramientas innovadoras que respalden la planificación, la operación a largo plazo y el mantenimiento de NBS en áreas urbanas de todo el mundo. El reciente ReUseMP3 (RETOS), finalmente, explorará la viabilidad de utilizar NBS como los sistemas hidropónicos para tratar distintos tipos de aguas residuales y grises y reutilizarlas para producir alimentos en ciudades de una forma más sostenible.
La recuperación y reutilización de recursos del agua residual y los residuos, la producción de alimentos, y el aumento de la resiliencia de las ciudades y sus ciudadanos, que consiguen las NBS, son oportunidades muy beneficiosas para el medio ambiente, pero al mismo tiempo también por el bienestar social y la salud humana.
* Escrito en colaboración de Joaquim Comas, investigador senior del Área de Tecnologías y Evaluación del Instituto Catalán de Investigación del Agua (ICRA) y professor titular de la UdG.
Artículo publicado en el número 231 de RETEMA.