El sector gasista considera la Hoja de Ruta del biogás poco ambiciosa para el gran potencial de España
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La Asociación Española del Gas, SEDIGAS, celebra la aprobación por parte del Gobierno de la Hoja de Ruta del Biogás y el reconocimiento que otorga a los gases renovables como pieza esencial para alcanzar los objetivos de país en materia energética y de neutralidad climática en 2030 y 2050.
Se trata de un primer paso en la dirección correcta hacia el aprovechamiento del gran potencial que tiene España como productor de biogás y biometano procedente de nuestras relevantes industrias agropecuaria y agroalimentaria y de gestión de residuos.
Ahora bien, el sector gasista considera que los objetivos marcados en la Hoja de Ruta del Biogás aprobada por el Consejo de Ministros en cuanto a capacidad de producción de biogás y biometano no reflejan plenamente el potencial que tiene el país.
Según datos de la Comisión Europea, España es el tercer país de la Unión Europea con mayor potencial técnico para producir hasta 137 TWh (la demanda de gas en España alcanzó los 378 TWh en 2021). A la vista de este potencial, el objetivo señalado en la Hoja de Ruta del Biogás de 10,41 TWh en 2030, representativo de apenas un 1,5% de biometano de la demanda gasista, es muy poco ambicioso. SEDIGAS considera que es posible superarlo con creces y alcanzar uno próximo al 10%, tal y como se han propuesto otros países de nuestro entorno como Francia.
Este sería además un objetivo más alineado con la meta de Europa de incrementar la diversificación de orígenes en el aprovisionamiento de energía y reducir así la dependencia exterior. La reciente comunicación de la Comisión Europea REPowerUE señalaba precisamente un objetivo de producción conjunta de 35 bcm de biometano para 2030, y donde España por su potencial estaría llamada a desempeñar un papel relevante para alcanzarlo. Si la estrategia de diversificación y resiliencia energética de la UE pasa por cubrir alrededor del 8,5% de su demanda con biometano, nuestro país no puede desaprovechar el enorme potencial de este vector para la descarbonización.
Es más, en este punto cabe recordar que el sistema gasista español es fundamental para la seguridad del suministro europeo a medio y largo plazo por su elevada capacidad de almacenamiento y regasificación y su sólida infraestructura de distribución que, si bien debe seguir mejorándose en el ámbito de la ampliación de la capacidad de interconexión con Europa, está preparada para poder vehicular gases renovables como el biometano (y en el futuro hidrógeno verde).
Así, la asociación hace un llamamiento a seguir trabajando para desplegar todo el potencial de España y a no desaprovechar la oportunidad que representa el elevado grado de madurez tecnológica alcanzado ya en toda la cadena de valor del biogás y los recursos y capacidades con los que cuenta nuestro país.
Para ello, SEDIGAS recuerda la relevancia de profundizar en el desarrollo de mecanismos de apoyo adecuados al desarrollo del gas renovable, tanto desde el punto de vista del respaldo a la producción, como a la inyección en red de biometano y su consumo. En este sentido, es positivo que se haya reconocido explícitamente la necesaria puesta en valor del origen renovable del biogás mediante la creación de un sistema de garantías de origen, que permita a consumidores y empresas diferenciar su valor añadido y asegure los correspondientes estándares de sostenibilidad.
En definitiva, la aprobación de la Hoja de Ruta es una condición necesaria pero no suficiente para desplegar todo el potencial de gases renovables que atesora nuestro país.
Con el objetivo de lograr una mayor ambición en línea con las demandas del sector, SEDIGAS seguirá trabajando para lograr unos objetivos más ambiciosos, a nivel nacional en la revisión del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, y en Europa durante el proceso legislativo en curso de la iniciativa Fit for 55.
La asociación seguirá colaborando con las distintas Administraciones para favorecer un marco normativo adecuado y estable para atraer la inversión que facilite la producción de biogás y biometano, contribuyendo así a la consecución de los objetivos de integración de más fuentes renovables térmicas, de reducción de emisiones y de la mejora de nuestra seguridad de suministro reduciendo nuestra dependencia exterior.