Reúso de efluentes ante la inminente escasez de agua en Costa Rica
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Ante un panorama hídrico cada vez más complicado, la Asociación Latinoamericana de Desalación y Reúso de Agua, ALADYR, plantea alternativas para lograr una gestión sustentable del agua que permita hacer frente a los retos que suponen el cambio climático y una mayor demanda de los recursos hídricos a causa del crecimiento demográfico y económico.
El Banco Interamericano de Desarrollo advierte que para 2050 el cambio climático agravará el desabastecimiento de agua debido a una reducción de las lluvias de hasta un 48% en la zona central del país.
Este dato puede contrastarse con una proyección del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos de Costa Rica (INEC), que calcula que para 2050 habrá un aumento poblacional de más de un millón de personas. Aunado a esto, según consultoras como PwC, la economía costarricense podría quintuplicar su tamaño para el mismo año como parte del esperado “milagro centroamericano”.
Entonces, el panorama en términos de cantidades es claro. Habrá mayor demanda del recurso hídrico, tanto para consumo de la población como para actividades económicas, sin embargo la oferta no estará a la par.
El agua más costosa es el agua que no se tiene
Al ver los caudales de los ríos de Costa Rica no parece que la cantidad de agua vaya a ser un problema, pero una gestión sustentable consiste en el uso del recurso sin comprometer la disponibilidad de las generaciones futuras. Para esto es necesario respetar el caudal ecológico que reside en el límite de extracción permitiendo que el cuerpo de agua pueda recuperarse.
Para cumplir con esta gestión responsable, ALADYR promueve alternativas tecnológicas que permiten la producción de agua potable a partir de efluentes o aguas residuales.
En este contexto, el término efluente refiere a aguas o vertidos empleados en los procesos industriales, urbanos, o agrícolas que deben ser tratados antes de incorporarse a ríos, mares o lagos.
“Podemos producir agua para uso industrial, agrícola o potable. Países como Estados Unidos, Brasil y España ya implementan el reúso a gran escala”, declaró Juan Miguel Pinto, Presidente de ALADYR.
Según el Banco Mundial, el 70% del agua extraída en todo el mundo se usa en la agricultura. En lo que respecta a Costa Rica, el BID indica que entre los sectores agroindustrial y agropecuario suman un 40% de la ocupación del recurso hídrico. Es acá donde el reúso toma una de sus mayores relevancias.
Con los procesos de reúso promovidos por ALADYR, los agricultores pueden tratar sus efluentes y usar el agua tratada para el riego del sembradío, y los componentes que normalmente se descartan pasarían a un proceso de economía circular en el que se incorporan en abonos u otros subproductos. En el caso de Costa Rica, principal exportador de piña del mundo, el reúso significaría una práctica sustentable y sostenible para la industria del sector; permitiendo que el recurso hídrico sea aprovechado y priorizado para el consumo directo.
Por otro lado, el 13% de la extracción de agua en el país es usada en procesos industriales. También para este sector el reúso de efluentes tratados asume su notabilidad en la eficiencia del manejo del agua. Caso a citar es el de Audi en México, que recientemente informó sobre el reciclaje total de agua en su planta de San José Chiapa.
Se espera que el reúso de agua o reúso de efluentes tratados, asuma mayor notoriedad en la escena internacional a medida que los efectos del cambio climático se vayan manifestando con mayor intensidad. Durante las temporadas de sequía, comunidades de Costa Rica sufren interrupciones del servicio de agua potable de hasta doce horas, generando malestar y descontento entre la población. Es de esperar que esta situación se agrave si no se toman medidas.
Pinto declaró que uno de los obstáculos para la adopción de este tipo de tecnologías ha sido el factor cultural, la falta de información o los preceptos sesgados en cuanto a la calidad del agua producida a partir del tratamiento de un efluente. EL 22% del agua extraída en Costa Rica es utilizada para el consumo humano. Estudios y casos exitosos demuestran que el reúso de agua puede producir agua de la calidad requerida por el usuario final.
Pinto además destaca que el marco legal concerniente a reúso, no sólo en Costa Rica sino en toda Latinoamérica, debe actualizarse para incentivar esta alternativa como una medida necesaria para alcanzar la sustentabilidad en la gestión del agua.
Las tecnologías de desalación y tratamiento de agua y efluentes para reúso y consumo serán expuestas en el contexto de la realidad costarricense en el próximo seminario ALADYR a realizarse los días 9 y 10 de julio en el hotel Intercontinental de San José. Asistirán expertos internacionales, autoridades del agua, representantes de las empresas del rubro e investigadores.