ALADYR propone la creación de polos industriales para una mejor gestión hídrica en América Latina
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La Asociación Latinoamericana de Desalación y Reúso de Agua, ALADYR, considera que México y América Latina pueden beneficiarse económica y ambientalmente de una estrategia Nearshoring y Water Positive en conglomerados industriales capaces de generar más agua de la que consumen
Nearshoring es una tendencia empresarial que consiste en acercar las operaciones de producción a sus mercados. Para la Asociación Latinoamericana de Desalación y Reúso de Agua, ALADYR, existe una oportunidad de enlazar esta práctica con la innovación tecnológica en la gestión hídrica para crear Polos Industriales Water Positive (PIWP).
Nearshoring se define como la estrategia empresarial de trasladar operaciones o procesos de producción desde países lejanos hacia otros más cercanos al mercado principal de la empresa. Esta aproximación busca aprovechar las ventajas de proximidad geográfica, como la reducción de costos de transporte y tiempos de entrega, mejoras en la comunicación debido a la similitud de husos horarios, y una mayor alineación cultural que facilita el entendimiento empresarial. Por ejemplo, empresas automotrices estadounidenses han trasladado sus operaciones de manufactura desde Asia a México para ser más competitivas en costos y velocidades de despacho.
Por otro lado, Water Positive describe a las empresas y organizaciones que devuelven a la naturaleza más agua de la que consumen en sus operaciones. Esta filosofía, más que reducir al mínimo el impacto hídrico de las actividades humanas, contribuye a la solución de los problemas de escasez de agua. Un ejemplo destacado de esta iniciativa es la empresa tecnológica Intel, la cual ha implementado proyectos de conservación y reúso del agua en sus instalaciones alrededor del mundo, logrando devolver más agua de la que consume, y comprometiéndose a alcanzar un balance hídrico positivo en todas sus operaciones globales.
ALADYR considera que una simbiosis entre estas prácticas podría transformar a México y América Latina en pujantes economías sostenibles y que las marcas aumentarían su rentabilidad a la par que su reputación como empresas ocupadas en la recuperación del medio ambiente.
Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), las oportunidades de Nearshoring en el corto y mediano plazo podrían representar un aumento de hasta US$78.000 millones en nuevas exportaciones de bienes y servicios para América Latina y el Caribe. No obstante, para ALADYR este repunte en la productividad de la región podría ejercer una presión importante sobre el recurso hídrico de países que ya padecen escasez como México.
Desde ALADYR dirimieron que México es la economía regional que más puede beneficiarse de esta estrategia tanto por su cercanía con Estados Unidos como por su mano de obra especializada e infraestructura, pero que más del 60% del país padece algún grado de sequía, por lo que el Nearshoring debe ir acompañado de la capacidad de generar y reusar agua para ser ambiental y socialmente sostenible.
“México ya cuenta con una fuerza laboral joven y altamente calificada en la industria automotriz, electrónica, aeronáutica y de manufactura pesada que puede soportar las inversiones de compañías globales para atender la necesidad de producción que demanda el mercado internacional” agregó Víctor Casarreal, representante de ALADYR en México, sobre la oportunidad del Nearshoring.
Por su parte, Juan Pablo Camezzana, director de ALADYR, sumó que es deseable analizar las huellas ambientales de todo el ciclo o cadena productiva de manera que el Nearshoring no suponga un perjuicio. “La estrategia de Water Positive tiene especial valor en estos casos ya que representa una herramienta clave para garantizar la preservación recursos de todo el proceso de producción” dijo.
La desalación y el reúso del agua son tecnologías clave para las empresas que buscan alcanzar o incluso superar la neutralidad hídrica. La desalación permite aprovechar el vasto recurso del agua del mar, especialmente relevante para las regiones costeras; mientras que el reúso del agua puede significar un cambio paradigmático en la eficiencia de la gestión hídrica, al tratar y reutilizar las aguas residuales para diversos fines.
Es aquí donde la propuesta de la Asociación sobre los PIWP cobra relevancia y más desde que el Gobierno Federal de México limitara la producción de cerveza en el norte del país a causa de la crisis hídrica de 2022.
“Los PIWP son conglomerados productivos que se beneficiarían de un círculo virtuoso constituido por la generación de agua mediante la desalinización y el reúso industrial, logrando que las empresas ahí apostadas estén en balance positivo respecto a su huella hídrica” detallaron.
Este enfoque busca optimizar el uso del agua a través de tecnologías de desalinización y reúso de aguas residuales tratadas al mismo tiempo que contribuye activamente a la disponibilidad hídrica de las zonas circundantes, particularmente en la agricultura de regiones áridas. La inspiración para esta propuesta proviene de casos de éxito como BerryMex en Baja California, donde la gestión eficiente del agua ha permitido una producción agrícola sustentable en condiciones desérticas; y la experiencia de Aquapolo Industrial en San Pablo, Brasil, donde se toman las aguas residuales de la ciudad y se tratan para ser enviadas a un polo petroquímico adyacente.
La propuesta de ALADYR es que la industria no compita con las poblaciones por el recurso proveniente de las fuentes naturales para uso potable o agrícola, sino que, al contrario, pueda inyectar mayor volumen, convirtiéndose en parte de la solución para la crisis hídrica mexicana.
Estrategias para Implementar los PIWP
ALADYR brindó una ruta de aplicación PIWP que comienza con identificar regiones costeras con alto potencial para el desarrollo de polos industriales, considerando factores que conjuguen la disponibilidad de agua de mar para desalinización, la necesidad de agua para agricultura en áreas circundantes y la proximidad a mercados clave.
Esta estrategia requiere trabajar en conjunto con las instituciones gubernamentales para desarrollar un marco de incentivos fiscales y financieros que fomente la inversión en tecnologías de desalinización y tratamiento de aguas residuales, así como en la creación de infraestructura industrial sostenible. Además, se deben promover alianzas público-privadas e inversiones de organizaciones internacionales como el BID, que está dispuesta a financiar la reubicación de empresas en América Latina, como principal propulsor del Nearshoring.
También creyeron necesario desarrollar programas de capacitación para las empresas y trabajadores en las tecnologías de tratamiento de agua y gestión sostenible de recursos hídricos, asegurando una operación eficiente y responsable de los PIWP.
Finalmente, es imprescindible crear sistemas de monitorización para evaluar el impacto hídrico de los PIWP, asegurando que cumplen con su objetivo de ser Water Positive y ajustar las estrategias según sea necesario.
Para Alejandro Sturniolo, fundador del Water Positive Think Tank, una organización que se encarga de promocionar procesos para que las empresas compensen su consumo, la propuesta de ALADYR sobre los Polos Industriales Water Positive son una solución interesante dado que la implementación de tecnologías de desalación y reúso de agua a gran escala, junto con un enfoque de colaboración entre la industria y las autoridades públicas, podría ayudar a neutralizar el impacto ambiental en los recursos hídricos y garantizar la sostenibilidad de la producción agrícola y el comercio internacional.
Para finalizar, invitaron a revisar casos como el de Singapur, donde la escasez de agua y el auge económico llevaron a un ambicioso plan hídrico que incluyen a la desalación y el reúso de agua como pieza fundamental de su política “Four National Taps”. También resaltaron los beneficios de la aplicación de las tecnologías de tratamiento y citaron el ejemplo de Chile, donde el modelo de las plantas desaladoras está transformándose para servir, a partir de una misma instalación, a clientes potables, agrícolas e industriales. “Tenemos una oportunidad de ser pioneros, positivos en agua y de crecer económicamente. ALADYR está a disposición para acompañar este proceso” concluyeron.
Este y otros temas relevantes para la seguridad hídrica de México serán abordados en el Congreso Internacional de ALADYR en Ciudad de México los días 17 y 18 de abril donde se compartirán casos de éxitos en desalación como el de Israel y las últimas tendencias tecnológicas del mercado de tratamiento de agua.