Objetivos de reducción de gases por países de la Unión Europea
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La Unión Europea quiere conseguir la neutralidad climática para 2050. La Ley Europea del Clima recoge en una legislación vinculante el compromiso de la UE con la neutralidad climática para 2050 y el objetivo intermedio de reducir las emisiones netas de gases de efecto invernadero en un 55 % como mínimo de aquí a 2030. Una de las iniciativas europeas para alcanzar estos objetivos es el reglamento de reparto del esfuerzo, que se va a actualizar en el marco del paquete de medidas «Objetivo 55».
Reparto del esfuerzo de reducción de emisiones
El objetivo actual de reducción para los sectores cubiertos por el reglamento de reparto del esfuerzo es del 29% para 2030. El objetivo deberá aumentarse para cumplir con el Pacto Verde Europeo. El 17 de mayo de 2022, la comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo votó a favor de aumentar el objetivo al 40% para 2030.
Para garantizar que todos los países participen en los esfuerzos de la UE para reducir las emisiones, las denominadas normas de “reparto del esfuerzo” establecen objetivos anuales vinculantes de emisión de gases de efecto invernadero para los Estados miembros para el período 2021-2030. Además, determinan las asignaciones anuales de emisiones así como la evaluación del progreso.
¿Cuáles son los objetivos nacionales vinculantes?
Cada país de la UE tiene una situación distinta, por eso se propusieron objetivos nacionales diferenciados de reducción de emisiones, vinculados al PIB per cápita de cada Estado miembro. Los objetivos de 2030 oscilan entre 0% y -40% en comparación con los niveles de 2005 y están en línea con el objetivo general de reducción de la UE del 30%.
Para garantizar que los países logran estos objetivos se establece también una determinada progresión en la reducción de emisiones a un ritmo constante durante el período comprendido entre 2021 y 2030.
También se permiten algunas flexibilidades en el sistema actual. Por ejemplo, los Estados miembros podrán acumular, pedir prestado y transferir asignaciones anuales de emisiones entre un año y otro.
La Comisión propone en el Reglamento sobre la tierra, la silvicultura y la agricultura la creación de una reserva adicional para los Estados miembros basada en las absorciones de gases de efecto invernadero «no utilizados» que se generen en la Unión.
La Comisión ha propuesto la creación de una reserva adicional que incluiría los excedentes de eliminación de CO2 por parte de los países de la UE que superen sus objetivos en virtud de la normativa sobre el uso del suelo y el sector forestal. Los Estados miembros que tengan dificultades para alcanzar sus objetivos nacionales de reducción de emisiones podrían recurrir a esta reserva, siempre que se cumplan algunas condiciones (por ejemplo, que la UE en su conjunto alcance su objetivo climático para 2030).
¿Qué propone el Parlamento?
Los miembros de la comisión de Medio Ambiente quieren que haya más transparencia y responsabilidad sobre las reducciones de emisiones de los países de la UE, así como menos flexibilidad a la hora de acumular, tomar prestados o transferir derechos. Además, quieren suprimir la reserva adicional propuesta por la Comisión.
Los esfuerzos de la UE para reducir las emisiones
La UE trabaja en otras medidas para contribuir al logro de los compromisos de la UE en virtud del Acuerdo de París sobre cambio climático, que prevé reducir las emisiones de la Unión en al menos un 40% para 2030, en comparación con los niveles de 1990, en todos los sectores económicos.
La primera normativa es el reglamento sobre el denominado “reparto de esfuerzo” en materia de recorte de emisiones, que incluirá objetivos nacionales vinculantes, para sectores no cubiertos por el mercado de carbono -como la agricultura, el transporte, la construcción y la gestión de desechos- que, en conjunto, representan alrededor 60% de las emisiones.
En segundo lugar la UE cuenta con otro reglamento sobre la inclusión de las emisiones y absorciones de gases de efecto invernadero del uso de la tierra, el cambio de uso de la tierra y la silvicultura en el marco 2030 climático y energético, que abarca el período 2021-2030. Estos sectores no fueron incluidos previamente en el esfuerzo de la UE para luchar contra las emisiones de gases de efecto invernadero.
Además, la Eurocámara quiere una tasa más ambiciosa para las importaciones para evitar la fuga de carbono por el traslado de la producción de las empresas a países con reglas menos estrictas.
La UE también trabaja para reducir las emisiones de los automóviles, aviones y barcos, y aumentar el número de coches eléctricos. El endurecimiento de las normas ayudaría a alcanzar los objetivos climáticos de la UE para 2030 y los consumidores ahorrarían en sus facturas de combustible.