Más de un 60% de los desechos marinos del litoral catalán están compuestos por plástico
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Un estudio recientemente publicado en la revista Waste Management llevado a cabo por personal investigador del Institut Català de Recerca per a la Governança del Mar (ICATMAR) y el Institut de Ciències del Mar (ICM-CSIC) de Barcelona ha caracterizado las basuras marinas pescadas no intencionadamente por embarcaciones de arrastre a lo largo del litoral de Cataluña y ha evaluado la capacidad de extracción de estas basuras por parte de la flota de arrastre catalana.
Los resultados del trabajo revelan que las basuras marinas aparecen en un 97% de las pescas, aunque su densidad en los fondos marinos varía mucho dependiendo de la zona y de la profundidad donde se realicen. El plástico es el material más abundante, representando más del 64% de las basuras. En cuanto a la distribución, la mayor concentración de residuos -unos 14 kg por km2- se localiza en los fondos marinos cercanos a áreas altamente urbanizadas, como es el caso de la zona centro, que incluye la ciudad de Barcelona, donde tres cuartas partes de los residuos analizados son plásticos.
Por otro lado, el estudio desvela que es en los fondos cercanos a Barcelona donde existe la mayor concentración de plástico -24 kg por km2- de la costa catalana, siendo las toallitas higiénicas los residuos más abundantes. En relación a la profundidad, la plataforma continental, la superficie de fondo marino más cercana a la costa -entre 20 y 200 m de profundidad-, es la que concentra una mayor cantidad de basuras marinas, con una media de 12 kg por km2.
“Teniendo en cuenta los resultados de este estudio y considerando el total de horas que las embarcaciones de arrastre dedican a la pesca en Cataluña, se estima que el conjunto de la flota tiene la capacidad de extraer una media de 237 toneladas de desechos marinos al año”, destaca uno de los principales coautores e investigador del ICM-CSIC y el ICATMAR, Marc Balcells.
El trabajo se ha realizado en el marco del programa de seguimiento de los recursos pesqueros de la costa catalana que el ICATMAR realiza desde el año 2019. Las muestras y datos empleados para el análisis provienen de pescas de arrastre llevadas a cabo entre los años 2019 y 2021 a profundidades de entre 20 y 700 m.
Para la elaboración del estudio, las autoras y autores dividieron la costa catalana en tres zonas teniendo en cuenta los principales puertos pesqueros desde donde zarpan las embarcaciones de arrastre: la zona norte, que incluye los puertos de Roses, Palamós y Blanes; la zona centro, que engloba los puertos de Arenys de Mar, Barcelona y Vilanova y la Geltrú; y la zona sur, que abarca los puertos de Tarragona, l'Ametlla de Mar y la Ràpita. En cuanto a la clasificación de las basuras, éstas se separaron entre metal, plástico, caucho, textil, madera procesada y otros residuos y cada categoría se pesó por separado.
Un problema global
Las basuras marinas son un problema global que afecta a todos los mares y océanos del planeta. Estos residuos, de origen principalmente terrestre, se acumulan en el medio marino, donde tienen varios efectos adversos sobre los ecosistemas y los organismos que habitan en ellos. Por su parte, el plástico representa una amenaza especialmente grave, ya que su degradación es extremadamente lenta y puede alargarse durante décadas e incluso siglos.
“La caracterización y cuantificación de las basuras marinas dan una información esencial para comprender cuál es la magnitud del problema y, a través de un enfoque multidisciplinar que incluya acciones de prevención, monitorización y extracción de los residuos, ser capaces de abordarlo”, apunta la investigadora del ICM-CSIC y el ICATMAR y coautora del estudio Eve Galimany.
En el mar Mediterráneo, al tratarse de una cuenca casi cerrada, la presencia de basuras en sus fondos es especialmente acusada. Los residuos que se han ido acumulando durante décadas s2on muy difíciles de extraer y, hoy en día, sólo son recogidos regularmente por las redes de las embarcaciones pesqueras cuando, accidentalmente, extraen las basuras marinas mientras pescan con sus artes. Por este motivo, las flotas de arrastre son consideradas una pieza clave en la implementación de estrategias conocidas como Fishing for Litter (FFL, pesca de basuras de forma no intencionada).
Las estrategias FFL tienen como objetivo reducir las basuras marinas involucrando a una de las partes interesadas y afectadas por esta problemática, el sector pesquero. Más allá de los beneficios evidentes que la recogida de desperdicios por parte de las embarcaciones pesqueras puede aportar en términos de limpieza de los fondos marinos, que de otra forma no se produciría, las estrategias FFL pueden propiciar el establecimiento de vínculos entre los pescadores y las diferentes administraciones, así como reforzar la cooperación entre el sector pesquero y la comunidad científica.