Los proveedores locales ganan peso en plena pandemia del coronavirus
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La actual crisis sanitaria del COVID-19 ha afectado a las industrias de todo el mundo, no únicamente a nivel económico sino también a nivel estructural. Las organizaciones han tenido que adaptarse a contrarreloj y dar respuesta a problemáticas muy diversas: limitaciones a las importaciones y exportaciones; retraso o interrupción de los suministros necesarios para la producción; aumento de las bajas laborales e insuficiencia de mano de obra; problemas de protección y seguridad de los empleados; y cambios en la demanda de los clientes.
El sector del reciclaje ante el COVID-19: problemas de asistencia técnica y en la cadena de suministro
En plena pandemia del coronavirus, las plantas de residuos no solo han mantenido su actividad sino que incluso muchas de ellas la han incrementado. Recordemos que su función está directamente vinculada a servicios, como la alimentación o la salud, que debían seguir funcionando.
Para la mayoría de plantas de reciclaje mantener la producción ha supuesto un reto, porque han tenido que dar respuesta paso a paso a problemas inesperados surgidos a raíz de la pandemia. Así, las restricciones en los movimientos de personas y mercancías han supuesto que muchas empresas hayan experimentado incidencias con la cadena de suministro (supply chain) o de falta de asistencia técnica, sobre todo cuando dependían de proveedores ubicados fuera de nuestro país.
La situación actual apunta a un mantenimiento de las limitaciones para moverse a nivel internacional. Tampoco el transporte logístico está funcionando a pleno rendimiento, y ello sigue poniendo en riesgo la entrega de materiales dentro del tiempo establecido. Ante esta situación, los proveedores locales se están posicionando, ofreciendo más garantías en las fechas de entrega, ya sea de un producto o de un servicio.
Frente a la globalización, en estos momentos los expertos aconsejan a las empresas que apuesten por proveedores alternativos y, preferentemente, locales con el objetivo de asegurar una buena gestión de la cadena de suministro y no poner en riesgo la producción.
PICVISA, un proveedor local con desarrollo in-house y asistencia técnica 24/7 en español
Hace más de 15 años que la empresa española PICVISA ofrece soluciones de automatización y visión artificial para las plantas de reciclaje. Desde los inicios sus productos han evolucionado mucho y ya incluyen tecnologías disruptivas como la Inteligencia Artificial en el desarrollo de todos sus equipos, como por ejemplo el robot Ecopick, utilizado para automatizar tareas de triaje y calidad.
Durante la pandemia, PICVISA siguió dando respuestas rápidas y profesionales a sus clientes, y en ningún momento paró la fabricación de equipos ni la asistencia técnica. Esto lo facilitó el hecho de tener toda la cadena de producción y suministro ubicada en España y no depender de mercados externos. Otro factor determinante fue la apuesta por el desarrollo y la producción in-house frente al outsourcing.
Subcontratar procesos abarata costes, pero también supone cierta pérdida de control sobre la producción. Por ello PICVISA nunca delega en terceros ni el I+D ni la producción, lo que le permite lograr unos altos niveles de eficiencia.
Por otro lado, gracias a disponer de su propio equipo de ingenieros especialistas en robótica, inteligencia y visión artificial, puede controlar todo el proceso productivo con las máximas garantías: desde el diseño de los equipos hasta su puesta en marcha en las mismas instalaciones de los clientes.
A pesar de la crisis sanitaria, desde su planta de pruebas, ubicada en Calaf (Barcelona), PICVISA ofrece a los clientes la opción de probar a distancia sus máquinas, facilitando y agilizando así su decisión de compra. En lugar de desplazarse hasta el test center, como era habitual, ahora los clientes pueden valorar la efectividad de los equipos en el triaje y control de calidad de sus productos, a través de grabaciones en vídeo.
Los equipos técnicos de atención on-line de PICVISA han funcionado durante las 24 horas y la asistencia técnica se ha mantenido durante toda la pandemia, priorizando siempre que ha sido posible la reparación de los equipos a distancia, y su revisión vía remota. Igualmente, en aquellos casos imprescindibles, los técnicos se han desplazado hasta las instalaciones de los clientes, tomando siempre todas las precauciones a nivel sanitario.
Otro aspecto clave es la asistencia en español por parte de los técnicos, lo que agiliza la resolución de problemas, algo que solo es posible cuando las relaciones comerciales se realizan entre empresas de ámbito local, y no internacional.
A partir de la experiencia que muchas empresas han vivido a lo largo de este año 2020, todo apunta a que la tendencia de potenciar vínculos más estrechos entre empresas nacionales como alternativa para cubrir determinadas necesidades, ha venido para quedarse. De hecho, algunos análisis apuntan la vuelta a un cierto patriotismo industrial como respuesta a los problemas de desabastecimiento que han vivido algunas industrias. Esto se traducirá en un refuerzo de la investigación, de la producción propia y de la redefinición de la cadena de suministro en clave local.