La Junta de Andalucía destina 80 millones de euros a impulsar el uso de aguas regeneradas en la cuenca del Guadalquivir

El ‘Plan Parra’ beneficiará a 25 comunidades de regantes de seis provincias y permitirá aprovechar hasta 20 hm³ de aguas regeneradas, con el objetivo de reforzar la garantía hídrica frente a la sequía
27-03-2025

La Junta de Andalucía ha dado un paso decisivo para fomentar el uso de fuentes hídricas alternativas con el arranque del ‘Plan Parra’, una estrategia que contempla una inversión estimada de 80 millones de euros para impulsar el uso agrícola de aguas regeneradas en la cuenca hidrográfica del Guadalquivir, de competencia estatal. Esta actuación, aprobada por el Consejo de Gobierno, incluye la declaración de interés general autonómico de diversos proyectos hidráulicos que permitirán extender este recurso estratégico a 25 comunidades de regantes repartidas en seis provincias.

Aunque las comunidades de regantes beneficiarias ya cuentan con autorización por parte de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, actualmente carecen de las infraestructuras necesarias para aprovechar las aguas regeneradas. Por ello, la Junta desarrollará tratamientos terciarios en las depuradoras y construirá conducciones que conecten esas instalaciones con las fincas agrícolas y balsas de regulación, lo que permitirá hacer realidad un objetivo recogido en el Plan Hidrológico de la cuenca: el aprovechamiento de hasta 20 hectómetros cúbicos de aguas regeneradas.

 

Un recurso clave frente a la escasez hídrica

El plan parte de una realidad incontestable: la escasez de agua amenaza la viabilidad de numerosas explotaciones agrícolas andaluzas, especialmente por la prolongada sequía meteorológica, el aumento de las temperaturas y el alto nivel de evaporación que afecta a los suelos cultivables. Esta situación pone en riesgo tanto la producción agraria como el desarrollo socioeconómico de las zonas rurales, fuertemente dependientes del sector agrícola, y podría comprometer incluso el abastecimiento de los mercados agroalimentarios andaluces y europeos.

En este contexto, las aguas regeneradas se perfilan como una fuente estable y no estacional, ajena a los efectos directos de la sequía. Su utilización no solo alivia la presión sobre los recursos hídricos convencionales —que quedan así reservados para el consumo humano—, sino que además aporta nutrientes al suelo, favoreciendo un uso agrícola más sostenible y eficiente.

 

Infraestructuras para conectar depuradoras y regadíos

Los proyectos declarados de interés general permitirán actuar en seis provincias: en Córdoba, con comunidades de regantes en Aguilar de la Frontera, Lucena, Baena, Espejo, Montoro y Puente Genil; en Huelva, en Bollullos Par del Condado y Almonte; en Granada, en Caniles, Castril y Cenes de la Vega; en Jaén, en seis municipios como Alcalá la Real o Úbeda; en Sevilla, con seis comunidades en localidades como Arahal o Herrera; y en Málaga, en el municipio de Alameda.

Estas actuaciones están cofinanciadas por fondos europeos, a través del Feader y el Programa de Desarrollo Rural de Andalucía 2014–2022, así como del Plan Estratégico de la PAC 2023–2027, lo que refuerza el carácter estructural de esta estrategia de largo recorrido.

A estas primeras intervenciones le seguirán nuevos proyectos dentro del plan de modernización hidráulica que desarrolla la Junta de Andalucía para garantizar el suministro de agua en el sector agrario, en línea con los objetivos de sostenibilidad, eficiencia y resiliencia marcados por la Unión Europea.

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