
El Gobierno refuerza su apuesta por el regadío como motor del desarrollo rural y la sostenibilidad agrícola
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“Invertir en regadío es apostar por la España rural, el relevo generacional en el campo y la lucha contra la despoblación”, ha afirmado la secretaria de Estado de Agricultura y Alimentación, Begoña García.
Lo ha hecho durante la clausura de la XXIII Jornada Técnica de Fenacore, la Federación Nacional de Comunidades de Regantes de España. En su intervención, García ha destacado el papel estratégico del regadío en el modelo agrícola español y el “firme compromiso” del Gobierno con los regantes, mediante una política de inversiones orientada a la eficiencia, la innovación y la sostenibilidad.
Alta eficiencia y rendimiento en un modelo tecnificado
El regadío en España es altamente tecnificado y representa tan solo el 22,13 % de la superficie de cultivo, pero genera el 71 % de la producción final agrícola. Esta cifra equivale a unos 26.000 millones de euros, dentro de una producción total de 37.000 millones. Además, este modelo productivo es el soporte de la agroindustria, que representa cerca del 20 % del tejido industrial nacional.
“Una hectárea de regadío produce seis veces más que una de secano”, ha recordado García, quien ha subrayado que "estas cifras evidencian la importancia esencial de este tipo de agricultura para lograr la soberanía alimentaria”.
Modernización sostenible y digitalización del regadío
El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) está impulsando una inversión total de 2.516 millones de euros en regadíos, de los cuales 2.400 millones están destinados a un programa de modernización mediante colaboración público-privada con horizonte en 2027.
Begoña García ha insistido en que el regadío modernizado es sinónimo de eficiencia, rentabilidad, innovación y conciliación, y que estos elementos son fundamentales para asegurar el futuro del sector. En este sentido, ha defendido una política de regadíos centrada en la sostenibilidad, la incorporación de nuevas tecnologías digitales, y la mejora en la gestión del agua, especialmente ante los retos derivados del cambio climático y la escasez de recursos hídricos.
Apuesta por las aguas no convencionales
En el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), el Ministerio también está impulsando el uso de aguas no convencionales, con una inversión de 228,3 millones de euros. Actualmente están en ejecución 16 actuaciones que beneficiarán a casi 25.300 regantes.
“El regadío es progreso, empleo y estabilidad”, ha asegurado la secretaria de Estado.
Además, ha incidido en el valor del regadío como herramienta de cohesión territorial y elemento clave para frenar la despoblación en las zonas rurales.