La industria gasista reclama un plan ambicioso que impulse los gases renovables
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La Asociación Española del Gas, Sedigas está firmemente comprometida con la transición energética hacia un sistema más sostenible y apoya de forma general la implementación de las políticas orientadas a facilitar una reducción significativa de las emisiones de gases de efecto invernadero, de modo que nuestro país pueda contribuir a los compromisos adquiridos por la Unión Europea en el Acuerdo de París.
Los tres principales ejes sobre los que se basan los comentarios de Sedigas a la propuesta inicial del PNIEC:2023-2030 presentados durante el plazo de alegaciones son:
- Políticas tecnológicamente neutrales: Sedigas reiteró durante el proceso de elaboración del PNIEC:2021-2030 en la necesidad de que las políticas públicas debían favorecer la creación de un entorno tecnológicamente neutro para las distintas fuentes de energía que permitan una competencia libre y económicamente eficiente entre tecnologías, favoreciendo así la libertad de elección del consumidor. De nuevo, reiteramos nuestra adhesión al mismo principio. La propuesta de actualización del plan promueve ahora una electrificación renovable masiva en detrimento de otras tecnologías, también renovables, y en contra de la eficiencia económica. La asociación solicita que se considere un enfoque más equilibrado que reconozca los beneficios y oportunidades que ofrecen todas las soluciones y fuentes de energía disponibles hoy en día.
- Incorporar políticas para el aprovechamiento de los potenciales de biometano e hidrógeno renovable: el sector está preocupado de forma particular por la falta de ambición en los objetivos propuestos en el nuevo PNIEC para el biometano, que ni reflejan el potencial estimado para España en informes y estudios tanto a nivel europeo como nacional, ni van en consonancia con el espíritu de las medidas fijadas por Europa en el “Fit For 55” y “REPowerEU”.
- Aprovechar las ventajas del gas natural respecto de otros combustibles más contaminantes: el gas natural proporciona una solución segura, inmediata y rentable para avanzar hacia los objetivos de descarbonización para 2050. Es una tecnología madura y conocida, alternativa al uso de otros recursos más contaminantes. Es necesario optimizar las prioridades en cada momento, en un contexto futuro incierto.
Joan Batalla, presidente de Sedigas ha destacado que la actualización del PNIEC debería promover una significativa contribución a los objetivos climáticos y energéticos europeos, con compromisos más sólidos y objetivos más ambiciosos. El aprovechamiento del potencial de producción de biometano de España preocupa especialmente debido a objetivos poco ambiciosos (20TWh de producción de biogás, alejado del objetivo de entre 35 y 47 TWh que propone el sector) en comparación con las estimaciones de informes nacionales y otros recientes avalados por la propia Comisión Europea. Este 2023 está llamado a ser un año clave para el futuro mercado de los gases renovables en la UE y en España. Las metas son ambiciosas, pero posibles, y alcanzarlas requiere de un marco regulatorio estable e igual de ambicioso, que atraiga y movilice las inversiones necesarias de la iniciativa privada. Si España quiere seguir avanzando de manera decidida en la senda de la descarbonización y la autonomía energética, y no desaprovechar la oportunidad que le brinda Europa, es necesario un PNIEC alineado con la capacidad real de producción del país y las recomendaciones e instrumentos del “Fit For 55” y “REPowerEU”.
Sedigas reclama políticas tecnológicamente neutras y medidas para el aprovechamiento de los potenciales de los gases renovables, biometano e hidrógeno renovable.
Equilibrar el protagonismo de las opciones energéticas de forma realista y pragmática
Sedigas ha presentado una serie de alegaciones al texto inicial propuesto por el Gobierno de España, que reflejan su posición sobre la relevancia de considerar un enfoque equilibrado y tecnológicamente neutro para la transición energética de nuestro país.
La Asociación considera importante incluir el análisis de una variedad de escenarios en el PNIEC para tener mayor sensibilidad y comprensión de las posibles evoluciones del mix energético. Estos escenarios deberían tener en cuenta factores como la demanda energética, la disponibilidad de recursos renovables y la infraestructura existente, así como su coste de consecución asociado; incluyendo también el impacto económico para el ciudadano. Esto permitiría una evaluación más completa de las opciones energéticas y ayudaría a desarrollar políticas más realistas y eficientes, teniendo en cuenta el papel de todas las energías disponibles como el gas natural, los gases renovables (biometano e hidrógeno renovable) y sus tecnologías asociadas en la transición energética.
España debe aspirar a un mínimo de entre 35 y 47 TWh de biometano en 2030
Sedigas insiste en la falta de ambición en los objetivos para el biometano y destaca la necesidad de una mayor concreción en el desarrollo del hidrógeno renovable en el borrador del PNIEC.
El biometano, producido a partir de residuos o recursos naturales, evita las emisiones directas en origen y su desarrollo reporta beneficios relacionados con la gestión de residuos, el desarrollo rural, la economía circular y la seguridad del suministro. Además, España cuenta con un potencial de producción de biometano suficiente para poder contribuir significativamente con los objetivos europeos de descarbonización y reducción de su dependencia energética del exterior.
La aspiración de lograr ese umbral en 2030 – equivalente hoy a un 10 - 13% de la demanda anual de 2022 - es respaldada por sus beneficios ambientales, sociales y económicos, así como por su capacidad para contribuir de manera significativa a la mitigación del cambio climático y al logro de objetivos energéticos sostenibles. Por todo ello, Sedigas propone, de nuevo, el establecimiento de un objetivo de producción de biometano en la mezcla de gases para 2030 de al menos 35 TWh.
La condición del biometano de fuente de energía renovable no eléctrica puede contribuir significativamente a alcanzar la descarbonización al menor coste posible, especialmente mediante la inyección en red de este gas renovable. Esta sería la opción de consumo más eficiente, pues posibilita que el biometano sea suministrado a un mayor número de clientes, equilibrando producción y demanda, y aprovechando las infraestructuras ya existentes que, recordemos, no necesitan adaptación para acoger este gas. Por ello, Sedigas no entiende que el PNIEC valore más positivamente el consumo in-situ, el que no es distribuido aprovechando la robusta y amplísima red gasista española.
En relación con el hidrógeno, Sedigas señala la falta de concreción en elementos fundamentales para el desarrollo del hidrógeno renovable, lo que podría afectar a su viabilidad y despliegue efectivo. Estas podrían ser recogidas en la necesaria actualización de la Hoja de Ruta del Hidrógeno Renovable para que contemple un escalado a 2040 y visión para 2050. Por ello, la asociación solicita que se mantenga elobjetivo de 11 GW de electrolizadores para 2030, en comparación con los 4 GW actuales. Más aun teniendo en consideración la relevancia de la robusta infraestructura de transporte y distribución de gas existente y del Corredor Ibérico de H2 (H2Med), señalado como proyecto clave por la Comisión Europea para alcanzar los objetivos incluidos en “REPowerEU”.
Además, el documento presentado a consulta no considera el ‘blending’ de gas natural e hidrógeno renovable, siendo ésta una solución que contribuiría a la descarbonización eficiente del sector gasista, así como al desarrollo de una economía de hidrógeno. Por ello, se torna una solución imprescindible que el PNIEC debería contemplar.