La industria del futuro: más resiliente, inclusiva y sostenible
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Después de un parón forzoso en la economía mundial debido a la pandemia de la COVID-19, todas las miradas se dirigen a un "nuevo mañana". La comunidad científica cree que resurgirán pandemias si no somos capaces de cambiar las prácticas económicas que son perjudiciales para el medio ambiente. La recuperación económica debe conciliarse con la protección del planeta. No lo digo yo, sino Bruselas, que con la presentación del famoso Green Deal -o Pacto Verde Europeo- ha dejado más que clara cuál va a ser la hoja de ruta a seguir por los Estados miembros hacia una economía moderna, eficiente en el uso de los recursos y competitiva, en la que no habrá emisiones netas de gases de efecto invernadero en 2050 y el crecimiento económico estará disociado del uso de los recursos.
Esta hoja de ruta contempla siete pilares para avanzar hacia ese objetivo, de los cuales me gustaría destacar tres. Entre ellos, la apuesta por una industria sostenible basada en la economía circular. Según la Comisión Europea, tan solo el 12% de los materiales utilizados en la industria procede del reciclaje y la propia industria supone el 20% del total de las emisiones de la UE. La Estrategia Industrial de la Comisión Europea incluida en este Pacto Verde señala que las empresas recibirán ayudas para modernizar sus procesos y se estimulará la producción circular y que genere cero emisiones.
Otro de los grandes bloques que se contemplan es la energía limpia. La producción y el uso de energía supone más del 75% de las emisiones de efecto invernadero de la Unión Europea, por lo que el objetivo es descarbonizar este sector y priorizar el uso de energías limpias y renovables gracias a la modernización de las infraestructuras y la promoción de la eficiencia energética y ecológica. Para conseguir los objetivos del Green Deal, la UE también señala la importancia de la renovación de los edificios para mejorar la eficiencia energética, ya que actualmente suponen el 40% del total del consumo de energía de la UE. Para ello se propondrá una iniciativa de renovación para desarrollar nuevas posibilidades e invertir en la eficiencia energética de los edificios.
Queda claro que ha llegado el momento de actuar. De pasar a la acción. Y desde Veolia queremos afrontar ese reto y seguir acompañando a las industrias en la transición ecológica y descarbonización, tal y como hemos hecho siempre desde nuestros inicios. La economía circular representa la base de nuestro volumen de negocio y continuamos desarrollando formas innovadoras de acceder, preservar y reponer recursos valiosos.
La economía circular representa la base de nuestro volumen de negocio y continuamos desarrollando formas innovadoras de acceder, preservar y reponer recursos valiosos.
Si queremos cumplir con nuestro objetivo de conservar recursos valiosos y crear una sociedad genuinamente sostenible, debemos explorar y explotar todo el potencial del reciclaje de materiales. En Veolia tenemos la capacidad para liderar ese cambio y trabajamos incansablemente con nuestros clientes para encontrar mayores recursos y eficiencia en la producción, la industria y los negocios, estimular el mercado de materiales recuperados y desarrollar proyectos de economía circular para que nada sea desperdiciado.
Acelerando la transformación ecológica de las industrias
Los sectores de actividad en los que opera Veolia (agua, residuos, energía y calidad del aire) están directamente relacionados con los entornos y los ecosistemas naturales (agua, aire, suelos) y contribuyen a la protección del medio ambiente en los territorios en los que está presente. El tratamiento del agua para su retorno al medio en condiciones ambientalmente correctas, el tratamiento adecuado de los residuos que limita la contaminación del suelo y la búsqueda de soluciones energéticas más eficientes que generen menos emisiones de CO2 son ejemplos de servicios esenciales prestados por Veolia en todo el mundo, y también en España. Y todo ello forma parte de nuestro propósito: combatir las diversas formas de contaminación y acelerar la transformación ecológica de la industria en nuestro país.
Hemos ayudado a generar energía renovable a base de residuos y también ofrecido soluciones de autoconsumo. Ejemplo de ello son las dos plantas de Hinojosa Paper en Alquería de Aznar (Alicante) y Sarrià de Ter (Girona), en las que la papelera quería seguridad y garantía en el proceso de depuración de sus aguas residuales y buscaba, además, el mayor rendimiento energético. Para conseguirlo, gestionamos todas las instalaciones de tratamiento de agua de la planta, incluida el agua de alimentación, la ósmosis inversa, las torres de enfriamiento y la planta de tratamiento de aguas residuales industriales que produce biogás utilizado para generar energía verde in situ. A su vez, operamos y mantenemos las instalaciones de producción de vapor a través de biomasa. Gracias a nuestra filial Veolia Biomasa, alimentamos la planta de biomasa utilizando astilla forestal procedente de la limpieza de los bosques españoles.
No solo acompañamos a las industrias a ser más eficientes, sino que también transformamos residuos como plásticos usados en materiales sostenibles. Ayudamos a nuestros clientes a convertir estos residuos en nuevos materiales, reduciendo alrededor del 80% de las emisiones con respecto al plástico virgen. Gracias a nuestra red de 32 plantas de tratamiento repartidas en los cinco continentes, somos capaces de reciclar más de 500.000 toneladas cada año. En España, gracias a nuestra planta TorrePET, situada en Extremadura, ofrecemos soluciones de reciclado de PET, el plástico más utilizado en los embalajes de botellas de agua y refrescos. En TorrePET by Veolia, producimos granza de PET reciclado de grado alimentario de la más alta calidad. Con cuatro líneas de productos diferenciados, aprovechamos al máximo el potencial de reciclabilidad de los envases que procesamos, dando vida de forma reiterada a los envases alimentarios, aprovechando los tapones y las etiquetas para posibilitar la fabricación de cajas de fruta o piezas para el sector de la construcción, valorizando energéticamente sus rechazos.
La transición ecológica y la transformación digital desempeñarán un papel fundamental y prioritario en el relanzamiento y la modernización de la economía. La inversión en tecnologías verdes y en la integración de sistemas digitales contribuirá a la resiliencia de las ciudades, a la descarbonización de las industrias y a la sostenibilidad de los recursos. Pero no es suficiente. La voluntad de todas las partes implicadas en hacer realidad este cambio -gobiernos, empresas e incluso la sociedad en su conjunto- es tanto o más importante para que la temperatura media no siga aumentando. Debemos cambiar radicalmente nuestra actitud frente a los recursos y trabajar en un nuevo modelo de desarrollo económico y social más eficaz, más equilibrado y más sostenible. Aunemos nuestros esfuerzos y capacidades para que las próximas generaciones puedan disfrutar de nuestro planeta tal y como lo conocemos ahora.
Debemos cambiar radicalmente nuestra actitud frente a los recursos y trabajar en un nuevo modelo de desarrollo económico y social más eficaz, más equilibrado y más sostenible.
Nuestro planeta y nuestra sociedad se encuentran hoy en un punto de inflexión histórico. Nunca antes habíamos sido tan conscientes de las emergencias ambientales y climáticas y del impacto que tienen en nuestras vidas. Cada vez más estamos obligados a aumentar nuestro sentido de responsabilidad hacia las cuestiones ambientales. Esta transformación ya está en marcha y los próximos años serán probablemente, en muchos aspectos, los más dinámicos de la historia. Desde Veolia vamos a contribuir a crear un futuro más resiliente, inclusivo y sostenible.