La industria de valorización energética y su rol en la transición circular y energética de Europa
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El continente europeo se halla inmerso en la búsqueda de soluciones para garantizar la sostenibilidad de los sistemas productivos y la preservación de sus recursos en el largo plazo. Como eslabón fundamental para la consecución de lo anterior, una adecuada gestión de los residuos es determinante. Más allá de optimizar las labores de recogida y reciclaje de los materiales, encontrar alternativas capaces de obtener valor a los residuos no reciclables resulta hoy más que nunca primordial. En este sentido, la valorización energética emerge como un aliado potencialmente indispensable. A pesar de prometer contribuir a lograr una gestión circular de los residuos y apoyar la seguridad energética, ¿Por qué no termina de contar con los apoyos necesarios para su completo despliegue?
En esta entrevista, dos expertos destacados en el campo responden a distintas preguntas planteadas por RETEMA. Ella Stengler, directora de la Confederación Europea de Plantas de Valorización Energética de Residuos (CEWEP), y Maxime Pernal-Stoddart, responsable de Política Ambiental en la misma entidad, exponen el potencial transformador atribuido a esta tecnología, así como los principales obstáculos que frenan su pleno desarrollo y las perspectivas que, desde la Confederación, auguran para que en los próximos años la valorización energética pilote el cambio hacia la energía verde en el continente.
Ella Stengler, directora de la Confederación Europea de Plantas de Valorización Energética de Residuos (CEWEP), y Maxime Pernal-Stoddart, responsable de Política Ambiental en la misma entidad
El desarrollo e implementación de tecnologías de valorización energética de residuos ha experimentando un auge considerable en Europa. ¿Cuáles son los hitos más significativos que ha alcanzado el sector en estos últimos años?
Entre los hitos más significativos que hemos conseguido estos años podemos remarcar tres: la implementación del último BREF de incineración de residuos, el auge en el reciclaje y reducción de vertidos y la puesta en marcha de los primeros proyectos de captura y almacenamiento de carbono.
Respecto a la implementación del último BREF (Documento de Referencia Europeo) de incineración de residuos, cerca de 400 plantas de valorización energética a lo largo de Europa tenían hasta el año pasado para actualizar sus permisos acorde a las últimas Mejores Tecnologías Disponibles, que incluyen algunos de los requerimientos ambientales más rigurosos, como por ejemplo el establecimiento de límites de emisión en cualquier industria europea. Esto asegurará que el sector cumple plenamente con su rol, previniendo la contaminación al máximo, en línea con el plan de acción de la UE de contaminación cero.
Respecto al segundo punto, en los últimos años el reciclaje ha experimentado un auge y la utilización de vertederos se ha reducido. Este desarrollo positivo ha estado entrelazado con las tecnologías de valorización. Sin embargo, aún queda mucho por hacer de cara al futuro. El reciclaje debe incrementarse y la valorización de residuos estará ahí para tratar los rechazos provenientes de las plantas de tratamiento, así como para lidiar con los deshechos residuales no válidos para un reciclaje de calidad. Al mismo tiempo, algunos Estados Miembros necesitan llevar a cabo esfuerzos notorios para alcanzar el objetivo europeo de llevar a vertedero como máximo un 10% de los residuos municipales para 2035 y ahí la valorización será clave.
En tercer lugar, en los últimos años muchos operadores han apostado por capturar su CO2 y usarlo bien para introducirlo en nuevos productos o almacenarlo para reducir las emisiones de efecto invernadero, o incluso ser CO2 negativo. Mientras que algunos proyectos aún están siendo perfilados, otros se hallan ya en fase piloto, o cerca de ser aprobados por un inversor tras haber completado estudios FEED (Front End Engineering Design). Esto contribuye a mitigar el cambio climático, ayudando a las comunidades con infraestructuras de valorización a alcanzar la neutralidad.
"Algunos Estados Miembros necesitan llevar a cabo esfuerzos notorios para alcanzar el objetivo europeo de llevar a vertedero como máximo un 10% de los residuos municipales para 2035 y ahí la valorización será clave"
CEWEP apuesta de manera decidida por el binomio gestión sostenible de residuos y suministro energético. ¿Cuáles son los principales obstáculos para el despliegue de la valorización energética en Europa?
Uno de los obstáculos principales es la falta de un marco legal claro. Mientras que la importancia de la valorización energética está reconocida en la jerarquía de residuos por lidiar con residuos no reciclables y evitar su depósito en vertedero, algunos fragmentos de la legislación a nivel europea envían señales mixtas a los ciudadanos, a los tomadores de decisiones y a los inversores. Un mensaje claro, como incluir la valorización energética en el Reglamento para inversiones sostenibles, ayudaría a superar este obstáculo.
Otro reto es la percepción pública del sector. En muchos países las plantas de valorización energética están ampliamente aceptadas y reconocidas por su seguridad y los beneficios que brindan a la comunidad: lidiar con los residuos municipales y producir energía fiable, local y barata. Este es el caso de Dinamarca, con la famosa planta Amager Bakke en Copenhagen, o el de Austria con la planta Spittelau en Viena. Sin embargo, en otros países la opinión pública es menos consciente de los beneficios y la seguridad de las plantas, haciendo caso a mensajes desinformados y voces que emplean argumentos emocionales.
"En muchos países las plantas de valorización energética están ampliamente aceptadas y reconocidas por su seguridad y los beneficios que brindan a la comunidad"
La valorización energética de residuos proporciona sinergias entre los objetivos de economía circular y los de la Unión Europea en materia de energía. ¿Cuál es el potencial de la valorización energética en estos ámbitos?
Del lado de la economía circular, la valorización energética ayuda a mantener el círculo “limpio”. Las plantas de valorización pueden tratar residuos que no son lo suficientemente buenos para ser reciclados, como los deshechos residuales de los hogares o aquellos provenientes de las industrias de clasificación y reciclaje de residuos. Esto apoya la economía circular, al permitir un tratamiento seguro de los residuos que no pueden ser reintroducidos a la cadena de valor porque están contaminados, contienen sustancias no permitidas en los materiales reciclados o ya están degradados tras haber sido reciclados en numerosas ocasiones.
Con este tipo de deshechos las plantas producen energía: electricidad y calor. Esta energía es local, confiable y parcialmente renovable. Esto es particularmente relevante tras dos años en los que se ha hecho latente la importancia de mejorar la independencia energética de la UE. Poder proveer de calor o frío a partir de plantas de valorización también resulta de vital importancia de cara a reemplazar los combustibles fósiles en las redes domésticas/urbanas de calor y frío.
Atendiendo a factores como los incentivos económicos, los estándares ambientales y las metas de gestión de residuos y energía renovable, ¿Qué papel están jugando la legislación y las políticas gubernamentales en el fomento o restricción del desarrollo de la valorización energética en Europa?
Desafortunadamente existe falta de coherencia en las políticas que afectan a la valorización energética. Esta tecnología contribuye a la prevención de la contaminación porque las plantas instauran estándares ambientales estrictos para los residuos no reciclables. También contribuyen a los objetivos de tratamiento de residuos, ayudando a evitar el depósito en vertedero. Sin embargo, las tecnologías de valorización están excluidas de los fondos de cohesión, de los fondos de recuperación y resiliencia y su estatus respecto al Reglamento europeo de inversión sostenible no es clara. Todo ello resulta decepcionante, ya que más coherencia entre las políticas crearía más estabilidad, tanto para las inversiones en nuevas infraestructuras como para mejorar aquellas existentes y hacer que contribuyan al máximo a la transición energética.
"Las plantas de valorización energética ofrecen la oportunidad de generar electricidad y calor local, seguro y parcialmente renovable"
¿Qué criterios se siguen a la hora de seleccionar la tecnología más adecuada para convertir residuos en energía según el contexto de cada territorio?, ¿Qué retos plantea el desarrollo de infraestructuras de valorización energética de residuos?
A la hora de seleccionar la tecnología adecuada, es necesario tener en cuenta los planes locales de gestión de residuos. Las plantas de valorización son parte de un sistema integrado de gestión de residuos, por lo que deben adaptarse a las necesidades de capacidad local, tanto presentes como previstas: es importante construir nueva capacidad sólo donde sea necesaria. La tecnología también debe adaptarse a la composición de los residuos. La mayoría de las plantas de valorización están equipadas con calderas de parrilla que son robustas y han demostrado, desde hace décadas, su eficacia para tratar los residuos municipales heterogéneos de forma respetuosa con el medio ambiente.
Un desafío clave para el desarrollo de la infraestructura de valorización energética es su conexión a la red de calefacción o refrigeración urbana. En términos de eficiencia energética y objetivos medioambientales, conectar una planta a la red urbana es lo mejor que se puede hacer. Sin embargo, esto requiere estar cerca del cliente, sean ciudadanos o industria, por lo que la ubicación de la planta es crítica. Idealmente, también requiere una red urbana de calefacción o refrigeración existente, ya que la construcción de dicha red supone una gran inversión.
A sabiendas de su potencial con respecto a reducción del vertido de residuos y su aprovechamiento energético, ¿Cuáles son los efectos ambientales y económicos de la valorización energética en las comunidades locales y regionales?
Desviar los residuos de los vertederos no sólo tiene un efecto positivo en la gestión de residuos, sino que también conduce a menos emisiones de gases de efecto invernadero. Los residuos que se biodegradan en los vertederos emiten metano, un gas de efecto invernadero 28 veces más potente que el CO2. Además, menos vertidos también implica menos terreno, lo que puede ser particularmente relevante para las comunidades locales.
A nivel de dependencia energética y teniendo en cuenta el alza de los precios en los últimos dos años, la energía y el calor producidos por las instalaciones de valorización tienen un precio más estable. Al provenir de la combustión de residuos y no de combustibles fósiles, el cliente, bien sea ciudadano o industria, cuenta con más garantías de estabilidad. Asimismo, su procedencia local hace que resulte menos probable que el precio cambie drásticamente debido a una crisis geopolítica.
En suma, los usuarios finales se benefician de los residuos como fuente de energía local asequible, que puede ser suministrada de forma fiable y ayuda a lograr mayor independencia de los combustibles fósiles.
"Desafortunadamente existe falta de coherencia en las políticas que afectan a la valorización energética"
¿Qué medidas se están tomando para abordar los desafíos ambientales y sociales asociados con las plantas de valorización energética, como la gestión de emisiones y la aceptación pública?
Los operadores de plantas de valorización son sometidos a algunos de los requisitos más estrictos existentes a nivel industrial con respecto a sus emisiones. El público no es conocedor del dato anterior, lo que genera temor y desafíos en cuanto a su aceptación pública. Los operadores están abordando este desafío abriendo sus instalaciones al público con regularidad, organizando visitas a las plantas para las escuelas y simplemente comunicando de manera transparente acerca de su trabajo y sus emisiones. Un ejemplo es que muchas instalaciones de valorización publican en línea información sobre emisiones en tiempo real.
"Un desafío clave para el desarrollo de la infraestructura de valorización energética es su conexión a la red de calefacción o refrigeración urbana. En términos de eficiencia energética y objetivos medioambientales, conectar una planta a la red urbana es la mejor opción"
Considerando factores como los objetivos en materia de gestión de residuos, la demanda de energía, la evolución de la tecnología y las políticas ambientales, ¿Cuáles son las perspectivas que proyecta CEWEP para el futuro del sector en Europa?
Desde nuestra perspectiva, el sector enfrenta muchos desafíos y oportunidades interesantes para el futuro:
En términos de gestión de residuos, el objetivo de reducir el vertido de residuos municipales en vertederos a un máximo del 10 % y aumentar el reciclaje al 65 % conducirá a un papel reforzado de la valorización energética para tratar los residuos no reciclables que deben desviarse de los vertederos. Un mayor reciclaje también significa rechazos de las instalaciones de clasificación y reciclaje, que también deben ser tratados.
El plan de acción de contaminación cero también es una buena oportunidad para el sector. No debemos olvidar que el rol higiénico de la valorización es un aspecto esencial de esta tecnología, pues permite destruir patógenos y sustancias nocivas, a la vez que recupera energía. Si la UE quiere eliminar progresivamente las sustancias nocivas en los productos y embalajes reciclados, no podrá lograrlo sin valorización energética.
"La valorización energética permite a los usuarios finales beneficiarse de los residuos como fuente de energía local asequible"
Existen objetivos claros en términos de producción de energía renovable y descarbonización del calor. La valorización ayudará a alcanzar estos objetivos al producir electricidad y calor parcialmente renovables. Muchas ciudades de Europa ya dependen de esta tecnología para abastecer más de la mitad de su suministro de calor, lo que les permite avanzar en la senda hacia el cumplimiento de los objetivos climáticos.
Además, las instalaciones de valorización energética tienen un gran potencial para la captura de carbono, tal y como afirma la reciente Estrategia de la Comisión Europea sobre Gestión del Carbono Industrial. Con el marco legislativo adecuado, se podría alentar a las plantas de valorización a invertir en dichas tecnologías. Esto ayudaría a la industria y las comunidades a ser climáticamente neutras, o incluso, en el caso de la captura y almacenamiento de carbono, conseguir emisiones negativas si se captura CO2 biogénico.