La experiencia de Israel en desalación podría inspirar a México

La crisis hídrica en México se recrudece y desde la Asociación Latinoamericana de Desalación y Reúso de Agua, ALADYR, consideran que parte de la solución está en la experiencia Israel con la desalinización, un proceso que permite remover los minerales del agua de mar y hacerla apta para consumo humano, agrícola o industrial.

De acuerdo con datos recientes de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), la sequía extrema en el país hizo que el 74,43 por ciento del territorio nacional padeciera desabastecimiento de agua. Ante esta situación, la Asociación invitó a los sectores público y privado a trabajar en conjunto tomando como ejemplo el plan de Israel que incluye, además del reúso de agua para fines agrícolas e industriales, la construcción de siete megaplantas desalinizadoras en su costa mediterránea.

Cinco de estas plantas ya están en funcionamiento y suministran el 80% del consumo doméstico. Se espera que este porcentaje sea total para el próximo año cuando otras dos entren en operaciones. 

La presidenta de la Sociedad Israelí de Desalación y directora de ALADYR, Miriam Brusilovsky, enfatiza la experiencia de Israel en el campo de la desalación como un modelo de responsabilidad ambiental y social.

“Con más de 75 años desde su fundación, Israel ha demostrado cómo un país puede prosperar en un territorio desértico y árido, convirtiéndose en líder mundial en desalación” comentó la presidenta de ALADYR Miriam Brusilovsky.

Cabe destacar que, a diferencia de Israel, que cuenta con poco más de 270 kilómetros de costa, el litoral mexicano se extiende por casi 10 mil kilómetros, lo que representa una oportunidad para el desarrollo de infraestructura de abastecimiento de agua a partir del mar como fuente.  

Brusilovsky explicó que la clave del éxito israelí radica en la coordinación entre instituciones, empresas, y regulaciones, además de un monitoreo constante y la voluntad de aplicar mejoras continúas enfocadas en la sostenibilidad.

Costos y tarifas

Los representantes de ALADYR detallaron que la tecnología empleada para la desalinización de agua de mar no sólo ha presentado mejoras en sostenibilidad, sino que, a partir de la optimización en el consumo energético, los costos se han abatido considerablemente hasta rondar los 50 centavos de dólar por cada mil litros o metro cúbico de agua apta para consumo humano. 

Países como Chile ya tienen una trayectoria importante en desalinización de agua de mar con más de 770 metros cúbicos al día de capacidad en funcionamiento, infraestructura que se ha hecho imprescindible tanto para la industria minera como para el abastecimiento potable en el norte del país, donde la tarifa doméstica ronda los 2,15 dólares por metro cúbico.

Declararon que México ya tiene experiencias de éxito con la desalación para fines potables e incluso agrícolas con una capacidad instalada nacional que ronda los 200 mil metros cúbicos al día pero que se requiere de un plan masivo para suplir la actual demanda y sus incrementos esperados sin depender de las variaciones climáticas.

En este sentido, la experiencia de Israel ofrece lecciones valiosas para México, especialmente en la creación de alianzas público-privadas sólidas, una gestión eficiente de las reglamentaciones ambientales, y el monitoreo constante para preservar el medio ambiente marino y costero. Países como España, Chile, Perú, y Brasil avanzan en desalación como política de Estado, pero aún hay desafíos en regulación ambiental y ordenamiento territorial para su expansión necesaria.

Uno de los temas que se abordarán en el próximo Congreso Internacional de ALADYR, que tendrá lugar en la Ciudad de México los días 17 y 18 de abril, será el "Modelo de Gestión Hídrica de Israel", el cual contará con la colaboración de la Embajada de Israel en México y estará cargo de Kenjiro Juarez, director de desarrollo de negocios del órgano diplomático. 

El director de desarrollo de negocios resaltará en su intervención las enseñanzas que se pueden extraer de la experiencia de Israel en desalinización entre las que destacan que "la innovación tecnológica en Israel ha demostrado ser un motor clave para superar desafíos hídricos complejos, permitiendo abastecer de agua a la población y asegurar la sostenibilidad y equidad en el acceso a este recurso".

Además, profundizará en la importancia de una gestión proactiva y estratégica para maximizar los beneficios de proyectos de desalinización, mitigando al mismo tiempo los posibles impactos ambientales. 

"Las duras condiciones y el mandato ontológico de supervivencia impulsaron la desalinización en Israel", dijo Brusilovsky, sugiriendo que los países amenazados por sequías como México podrían adoptar un enfoque similar para garantizar un abastecimiento de agua robusto, resiliente, y sustentable. “El agua desalinizada es económicamente viable y puede coexistir en armonía con el medio ambiente” culminó.