Instalaciones de conversión de residuos en energía, clave para la eliminación de contaminantes orgánicos persistentes

Las instalaciones de Waste-to-Energy (WtE), o conversión de residuos en energía, ofrecen una solución altamente eficaz para la destrucción de Contaminantes Orgánicos Persistentes (COPs), según un nuevo estudio del gobierno del Reino Unido. La investigación revela que los sistemas WtE logran un “nivel de eficiencia de destrucción muy alto” de los COPs, lo que subraya su valor en la gestión responsable de residuos y la protección ambiental.

Los COPs, según la Agencia Europea de Sustancias Químicas (ECHA, por sus siglas en inglés), son “sustancias orgánicas que persisten en el medio ambiente, se acumulan en los organismos vivos y representan un riesgo para la salud y el entorno”. En esta categoría se incluyen pesticidas, dioxinas y químicos industriales presentes, por ejemplo, en equipos eléctricos.

Encargado por el Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales del Reino Unido (DEFRA) y llevado a cabo por el Water Research Centre, el estudio concluye que las plantas WtE pueden descomponer altos niveles de COPs incluso en condiciones de prueba rigurosas. Las instalaciones analizadas fueron sometidas a dos evaluaciones: una bajo condiciones estándar de operación y otra con una alimentación reforzada en COPs (plásticos procedentes de equipos eléctricos y electrónicos). Las muestras se recogieron por separado del fondo de cenizas de incineración, los residuos de control de contaminación atmosférica, las cenizas de caldera y las emisiones de chimenea. Pese a concentraciones de material bromado mucho más altas de lo habitual en los residuos del Reino Unido, las plantas WtE lograron eficiencias de destrucción superiores a lo esperado, demostrando una sólida capacidad para gestionar COPs y cumplir con compromisos internacionales.

Como signatario del Convenio de Estocolmo de las Naciones Unidas sobre COPs, el Reino Unido está obligado a destruir los residuos que contienen estos contaminantes dañinos por encima de determinados umbrales. Las instalaciones WtE pueden contribuir al cumplimiento de estos estándares exigentes, ofreciendo una solución consistente y confiable para la eliminación de residuos peligrosos que amenazan la salud humana y el medio ambiente. Según el estudio, las plantas WtE no solo cumplen con los estándares requeridos, sino que, potencialmente, los superan, consolidándose como una alternativa ambientalmente responsable para la gestión de residuos peligrosos.

Además de su capacidad para eliminar contaminantes nocivos, los sistemas WtE aportan a los objetivos de economía circular al reducir la dependencia de los vertederos, convertir los residuos residuales en energía, recuperar materiales secundarios y disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero derivadas de residuos no gestionados. Esto resalta el papel esencial de los WtE en la gestión sostenible de residuos, especialmente para aquellos que son difíciles de procesar por otros medios.

La capacidad de los sistemas WtE para gestionar de forma segura los contaminantes subraya su importancia en la reducción de sustancias químicas perjudiciales en el medio ambiente, promoviendo la salud pública y reforzando su rol como una alternativa más limpia, generadora de energía y ahorradora de materiales.