La iniciativa SOS-AGUA-XXI llevará la sostenibilidad a la gestión de los recursos hídricos en la agricultura
- 2092 lecturas
El proyecto de investigación “SOSTENIBILIDAD, AGUA Y AGRICULTURA EN EL SIGLO XXI”, SOS-AGUA-XXI, ha sido aprobado y será subvencionado por el CDTI y apoyado por el Ministerio de Ciencia e Innovación a través de la convocatoria 2021 del programa Misiones Ciencia e Innovación. El proyecto propone el desarrollo de una serie de actuaciones capaces de impulsar el sector de la agricultura española a través de la Misión “Agricultura del siglo XXI”. El proyecto cuenta con un presupuesto de 6 millones de euros y será financiado por CDTI con fondos Europeos Next Generation.
El objetivo del proyecto es investigar soluciones tecnológicas sostenibles y eficientes energéticamente que permitan desarrollar estrategias de gestión y tratamiento eficiente de los recursos hídricos para el sector de la agricultura. Todo ello permitirá garantizar la calidad y cantidad de recursos hídricos, así como adaptar y preparar al sector agrícola español para combatir la progresiva escasez de recursos hídricos convencionales y los efectos del cambio climático.
El consorcio del proyecto SOS-AGUA-XXI lo conforman Sacyr Agua, líder del proyecto (especialista en tratamiento de aguas, referente internacional del uso y gestión de aguas desaladas y depuradas para la agricultura), Valoriza Medioambiente (también del grupo Sacyr, dedicada a la gestión de espacios verdes y especies vegetales, gestión y tratamiento de residuos y lodos, entre otras actividades), Bosonit (especializada en nuevas tecnologías, uso de Big Data, IoT, IA, etc.), Tepro (dedicada a la consultoría agrícola, gestión integral de fincas y producción agrícola), Regenera (especializada en soluciones de eficiencia energética y energías renovables), Aeromedia (especializada en el desarrollo y uso de drones para gestión ambiental), föra forest technologies ( especializada en análisis de datos remotos aplicados al sector agroforestal) y Aqua Advise (especializada en la consultoría de tratamiento de aguas y desarrollo y promoción de nuevas tecnologías y procesos).
El consorcio cuenta con destacados grupos de investigación nacionales que van a aportar al proyecto el desarrollo de soluciones económica, social y ambientalmente sostenibles: el Instituto Universitario del Agua y de las Ciencias Ambientales de la Universidad de Alicante (IUACA) (centrado en analizar la problemática de los contaminantes emergentes en aguas regeneradas y su tratamiento), la Universidad de Salamanca (USAL) (participante en el diseño de modelos hidrológicos/hidráulicos predictivos de caudales y eventos climatológicos extremos y efectos del cambio climático), la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) (focalizado en el estudio de los aspectos agronómicos del proyecto, como el efecto del boro sobre cultivos y su reducción en las aguas de riego), el Dpto. de Ingeniería Química de la Universidad de Alicante (UA) (colaborador en el estudio de la eliminación por medio de microalgas de nutrientes en salmueras de desaladoras aguas y drenajes agrícolas para su uso como fertilizantes), un grupo mixto de economía de las Universidades de Alicante y Alcalá de Henares (UA-UAH) (responsables de analizar los aspectos de sostenibilidad, viabilidad económica, social y ambiental de todas las actuaciones del proyecto) y la Asociación de Investigación y Cooperación Industrial de Andalucía (AICIA), centro tecnológico vinculado a la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de la Universidad de Sevilla, (participante del desarrollo de herramientas tecnológicas para garantizar la sostenibilidad del riego con aguas regeneradas en especies herbáceas y leñosas).
Necesidades hídricas en la agricultura
Estimaciones de organizaciones internacionales como la ONU indican que la producción de alimentos se duplicará en los próximos 20-30 años. En consecuencia, es imprescindible una agricultura moderna y eficiente en el consumo de recursos hídricos y energía para afrontar las necesidades crecientes de alimentos. La solución no es simple, ya que los recursos hídricos convencionales disponibles para cada persona o actividad son cada vez más escasos, debido fundamentalmente al progresivo incremento de la población y de las necesidades asociadas con el desarrollo de los países. Además, esta situación ya se está agravando con los efectos del cambio climático global y con el deterioro de la calidad del agua debido a la presencia de nuevos contaminantes como los contaminantes de preocupación emergente, microplásticos, superbacterias, etc. Por tanto, es necesario adoptar medidas que aseguren la disponibilidad de agua en cantidad y calidad suficiente para el desarrollo de la agricultura moderna y eficiente necesaria en el futuro inmediato.