Incatema concluye su proyecto de asistencia técnica en cadenas de producción agrarias angoleñas
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Incatema ha concluido en Angola el proyecto de asistencia técnica a la promoción del diálogo público-privado y privado-privado entre los diferentes agentes que forman parte de las principales cadenas de producción agrarias del país, con especial atención a las cadenas de producción de café, granos y avícola. El proyecto ha contado con la financiación del Banco Mundial y la Agencia Francesa de Desarrollo.
Mediante este proyecto, integrado en el Programa de Desarrollo de la Agricultura Comercial de Angola (PDAC), Incatema ha realizado 13 encuentros sectoriales en los que han participado representantes de diversas instituciones como el Ministerio de Agricultura y Silvicultura, el Gobierno Provincial, institutos de investigación y agentes del sector privado (productores, proveedores de insumos, transformadores, logísticos…), entre otros. En todos ellos se ha destacado la importancia de la colaboración para impulsar la diversificación económica y la productividad agrícola en Angola.
Las plataformas de diálogo establecidas van a tener una influencia positiva en el sector agrícola de Angola en tanto se han identificado retos, oportunidades y estrategias de desarrollo de planes de acción para cada cadena de valor agrícola. Por otro lado, han reforzado la unidad de los productores dado que facilitan el intercambio de conocimientos, buenas prácticas e innovaciones en cada una de las cadenas productivas implicadas.
El desarrollo de las cadenas de valor estudiadas, pieza clave para enfocar el desarrollo de la agricultura comercial en Angola
Dentro del mismo proyecto que ya concluye, Incatema ha realizado cuatro estudios de cadenas de valor agrarias estratégicas para el desarrollo agrícola de Angola.
Cadenas de valor agrarias estratégicas
Según señala Ana González Altozano, directora técnica del proyecto en Incatema, “a pesar de que Angola ha establecido la autosuficiencia alimentaria como una de las prioridades nacionales, el país continúa dependiendo en gran medida de las importaciones. El déficit en la producción agrícola es motivo de creciente preocupación para el Gobierno angoleño, ya que obliga al Estado a recurrir al mercado externo, gastando cantidades significativas de divisas y debilitando así la posición de sus reservas”. Y es que, según datos del Banco Central, en el año 2022 Angola importó más de dos mil millones de dólares en alimentos, lo que representa un aumento del 40% con respecto a 2021. El aceite vegetal, con 589 millones de dólares (y más de 350.000 toneladas) en 2022, es uno de los productos alimentarios más importados en el país, junto con arroz, azúcar, trigo y pollo.
Uno de los principales estudios realizados por Incatema ha sido el de la cadena de valor del arroz, y cuya conclusión principal es que el país, para paliar ese déficit productor en cultivo de arroz, necesita de una fuerte inversión financiera y tecnológica para el desarrollo de grandes explotaciones agroindustriales con un sistema de producción de alta tecnología que incluya la transformación.
En lo relativo al cultivo de trigo, el estudio concluye que este cereal no ha logrado consolidarse en Angola ni ser tan rentable ni competitivo como el maíz. Actualmente, la producción de trigo en Angola, de apenas 10.000 toneladas, puede considerarse insignificante ya que supone apenas una tasa de autosuficiencia de un 1,4%. El trigo forma parte de una cadena con grandes volúmenes, pero escaso valor añadido, y se encuentra en este momento en una fase de importante redefinición con la aparición en el sector, aunque a nivel incipiente y experimental, de variedades de "trigo tropicalizado", adaptadas al clima tropical. La aparición en el mercado de estas nuevas variedades de este cereal abre nuevas perspectivas y nuevos horizontes para la cadena de valor del trigo en Angola, cuya mayor limitación es el bajísimo nivel de producción y productividad, y la escasa rentabilidad en comparación con el maíz, el cultivo que sigue dominando el sector de los cereales en Angola.
Según el estudio de la cadena de producción de la piña, esta cadena es funcional tanto para las explotaciones comerciales como para las explotaciones familiares, con precios remunerativos competitivos y márgenes de contribución para los productores. Sin embargo, no es competitiva para exportaciones por la fuerte competencia de multinacionales asentadas en los principales países europeos.
Por último, el estudio realizado sobre el aceite de palma arroja que Angola necesita urgentemente desarrollar una estrategia para reducir su dependencia de las importaciones de aceite vegetal. Después de analizar diferentes escenarios, incluidas las alternativas de aceite de soja y girasol, se llega a la conclusión de que el desarrollo de una cadena de valor moderna para el aceite de palma, que incluya la producción y refinación en una escala industrial, aunque teóricamente posible, es difícil de lograr en Angola.
Esto se debe a la gran dispersión y fragmentación de las plantaciones existentes de aceite de palma en el territorio, su baja productividad y la imposibilidad de crear nuevas plantaciones sin recurrir a la deforestación. La baja productividad es el resultado de condiciones agroclimáticas no ideales para el cultivo de la palma en Angola, donde la pluviometría se concentra en solo algunos meses del año, desincentivando a posibles inversores internacionales. Además, la dispersión y el limitado número de monocultivos dificultan modelos de negocios basados en unidades de procesamiento "ancla" abastecidas por varias plantaciones cercanas.