Inaugurada la Red de Calor de Aranda de Duero, una experiencia pionera en España
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Juan Carlos Suárez-Quiñones, acompañado por el consejero delegado de la sociedad promotora, Centrales de Calor de Biomasa, Alberto Gómez, ha visitado las instalaciones de esta red de biomasa, que durante los tres primeros meses de funcionamiento suma ya la conexión de 500 viviendas con 1.500 vecinos y el colegio Claret. Con una inversión de más de 15 millones de euros y la creación de cuarenta puestos de trabajos directos e indirectos, los edificios conectados a esta red de calor dejarán de emitir 11.000 toneladas de CO2 a la atmósfera. Castilla y León es una de las regiones con mayor producción de biomasa y cuenta con una gran capacidad de transformación para convertirla en energía térmica: 11 fábricas de pellets, 10 redes de calor, más de 100 edificios públicos conectados…, siendo la primera en el ranking nacional de energía consumida procedente de la biomasa.
La Red de Calor con Biomasa de Aranda de Duero continúa creciendo desde que comenzó a proporcionar energía térmica de biomasa a los arandinos a finales del mes de septiembre. La Red de Calor ya suma más de 500 viviendas conectadas, superando los 1.500 vecinos, además del colegio Claret. La entidad promotora de esta red es Centrales de Calor, sociedad mixta participada por la soriana Rebi, con amplia experiencia en el panorama nacional en el diseño, construcción, gestión y mantenimiento de redes de calor; también participada por la Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente (Somacyl) y el Ente Regional de la Energía (EREN), ambos socios fundadores del proyecto.
Un total de 12 megavatios de potencia instalada en la central térmica ubicada en la calle Santander de Aranda de Duero generarán 40 millones de kilovatios de energía térmica en una central que consumirá 12.000 toneladas de biomasa local al año. Los edificios conectados dejarán de emitir 11.000 toneladas de CO2 a la atmósfera con una creación de 40 puestos de trabajo entre directos e indirectos. La inversión supera los 15 millones de euros.
Sin coste de conexión para los vecinos
La conexión no supone ningún sobrecoste ni derrama para los vecinos porque la pequeña obra en la sala de calderas corre a cargo de la empresa, mientras que el consumidor solo paga la energía térmica de biomasa que consume. Ahora también se llega a los edificios de viviendas de nueva construcción. De esta manera, quien compre una vivienda en un bloque nuevo en la zona de actuación de la Red, verá reflejado en su contrato que incorporará Red de Calor con Biomasa; la sala de calderas cuenta con una estación de intercambio de placas que hace el trasvase de la energía de los tubos de la calle al circuito del edificio, con un equipo de producción de calefacción y otro de agua caliente. El consumo se mide de manera individualizada con un contador de kilovatios colocado en el rellano del portal y no es necesario que el habitáculo disponga de ningún otro equipo ni caldera.
La Red de Calor de Aranda de Duero conforma una clara responsabilidad de liderazgo en la creación de conciencia entrando en las casas de los ciudadanos, en cada vivienda que decide conectarse a esta Red, a cada edificio público y usuario que lo utiliza. Es una forma de democratizar el uso de las energías renovables, explicando sus ventajas medioambientales de una forma didáctica, asumiendo la realidad del ahorro económico y de los beneficios técnicos y de confort que produce su incorporación a la vida diaria.
Paralelamente continúan también a buen ritmo las canalizaciones donde la empresa promotora Rebi introduce los tubos preaislados por los que circula agua caliente a 90 grados centígrados. Una red que se diseña según el interés de las comunidades de propietarios que quieran formar parte del nuevo servicio de abastecimiento de energía verde procedente de la biomasa. Teniendo en cuenta la buena acogida que está teniendo el proyecto por parte de los arandinos, la empresa pretende llegar a finales de este año a superar las 8.000 toneladas de CO2 evitadas a lo largo de 2020.
Rebi actualmente abastece de energía térmica generada con biomasa a más de 6.000 usuarios en las cinco redes de calor que está gestionando: Olvega, Soria, Presidencia de la Junta de Castilla y León, Aranda de Duero y Guadalajara.
Primera experiencia en España de hibridación entre una Red de Calor con Biomasa y una central de cogeneración
En la Red de Calor de Aranda de Duero ha arrancado la primera experiencia que se pone en macha en España de hibridación entre una Red de Calor que abastece de energía térmica con biomasa y una central de cogeneración de energía eléctrica ubicada en la planta industrial de Michelin. Esta experiencia conjunta es un ejemplo de hibridación y aprovechamiento eficiente a gran nivel que solo se puede realizar en ciudades que cuentan con redes de calor urbanas, que permiten la integración de diferentes fuentes de energía térmica.
Esta colaboración supone un gran avance en la innovación en el sector de las energías renovables; no existe nada igual en España hoy por hoy, y es el resultado de un acuerdo al que llegaron hace meses la sociedad promotora Centrales de Calor con la empresa Energy Works Aranda, propietaria de la central de cogeneración, cuyo principal cliente en este municipio burgalés es la empresa Michelin. Tanto es así que Rebi y Enegy Works podrían replicar esta experiencia en otros puntos de la geografía española donde coincidan.
La instalación de Energy Works es de tipo ciclo combinado gas-vapor generadora de electricidad que vierte a la Red Eléctrica mediante una turbina de gas y dos de vapor a diferente presión. El calor resultante se conduce a través de la Red de Calor para que pueda ser utilizado en los sistemas de calefacción y agua caliente sanitaria de los vecinos de Aranda de Duero en un 50% por ciento, mientras que el otro 50% restante será energía térmica de biomasa que llegará a los usuarios procedente de la central térmica.
El calor residual o excedente de producción de una industria pesada en aplicaciones residenciales redunda en un mejor aprovechamiento de los recursos energéticos y el cuidado y respeto del medio ambiente por reducción de emisiones contaminantes.
La importancia de la biomasa en Castilla y León
Castilla y León es una de las regiones con mayor producción de biomasa: nuestros bosques acumulan 225 millones de toneladas, con un crecimiento anual de 6,5 millones de toneladas. La región también cuenta con una gran capacidad de transformación de esta biomasa para convertirla en energía térmica: 11 fábricas de pellets, 10 redes de calor, más de 100 edificios públicos conectados…, siendo la primera en el ranking nacional de energía consumida procedente de la biomasa.
Ventajas de la biomasa como combustible
La biomasa es fuente de energía limpia, renovable, que reporta indudables beneficios energéticos, medioambientales y socioeconómicos; asimismo conviene resaltar el aprovechamiento energético de la biomasa como estrategia energética, medioambiental, de desarrollo rural y empleo, por lo siguiente:
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Permite reducir la dependencia respecto a los recursos fósiles, contribuyendo cada vez en mayor medida a satisfacer las necesidades energéticas: contamos con un importante volumen de materias primas y residuos agrícolas y forestales susceptibles de ser destinados a fines energéticos.
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Contribuye al ahorro y estabilidad en la factura energética de familias, empresas e instituciones: reducción de consumos y costes y mayor estabilidad del precio de la energía.
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Reduce la huella de carbono, contribuyendo a mitigar el efecto invernadero, gracias a que la biomasa tiene un balance neutro en emisiones de CO2.
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Mejora el estado selvícola de los montes: los aprovechamientos forestales para proporcionar la biomasa conllevan la limpieza de las masas forestales, ayudando a prevenir el riesgo de incendios forestales
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Capacidad para generar nueva actividad económica (aprovechamientos forestales, transporte, procesado del combustible, fabricación de calderas, fabricación de pellets, instaladores, mantenimiento…), cuya cadena de valor permanece íntegramente en la Comunidad.
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Generación de empleo aprovechando recursos locales y contribuyendo a fijar población real en el medio rural.