La Eurocámara pide que el Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono se amplíe a más productos
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La industria europea lucha por recuperarse de la crisis de Covid-19 y el impacto de la guerra en Ucrania. La UE quiere ponerle remedio a la vez que garantiza la protección climática y conserva los puestos de trabajo y las cadenas de valor en Europa.
Cerca del 27% de las emisiones mundiales de CO2 por carburantes proceden de productos comercializados internacionalmente. Las emisiones de las importaciones de la UE han aumentado, algo que perjudica sus esfuerzos en materia de clima.
Una tasa sobre las importaciones para evitar la fuga de carbono
Los esfuerzos de la UE para reducir su huella de carbono contemplados en el Pacto Verde Europeo y conseguir la neutralidad climática para 2050 están en riesgo debido a la falta de ambición climática de algunos países. Por contrarrestarla, en julio de 2021 la Comisión propuso un Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono que plantea fijar un precio a la importación de ciertos productos que provengan de fuera de la UE. Esta herramienta también forma parte de una serie de leyes que se están ajustando en el marco del paquete "Objetivo 55", para cumplir la Ley Europea del Clima, mediante una disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero de al menos un 55% para 2030 en comparación con los niveles de 1990.
La fuga de carbono es el traslado fuera de la UE de las industrias que más emiten para evitar reglas más estrictas. Para evitar estar práctica, los eurodiputados quieren un nuevo mecanismo de fuga de carbono. Se trata de fijar un precio a la importación de ciertos productos si vienen desde países cuyos objetivos no son lo suficientemente ambiciosos
Debido al riesgo de que las industrias más contaminantes trasladen su producción a países con reglas menos estrictas para las emisiones de gases de efecto invernadero, la tasa de carbono serviría como complemento al ya existente sistema de comercio de derechos de emisión, el sistema de comercio de emisiones de la UE (ETS).
La fuga de carbono es el traslado fuera de la UE de las industrias que más emiten para evitar reglas más estrictas. Para evitar estar práctica, los eurodiputados quieren un nuevo mecanismo de fuga de carbono
Medidas de fijación de precios del carbono existentes en la UE
El actual régimen de comercio de emisiones (ETS), que proporciona incentivos financieros para reducir las emisiones, establece que las centrales eléctricas y plantas industriales deben deben comprar un permiso de emisión por cada tonelada de CO2 que arrojen a la atmósfera. El precio sigue la regla de la oferta y la demanda. La menor demanda de permisos a raíz de la crisis económica se tradujo en el desplome de los precios del carbono, hasta el punto de que resultaba más barato pagar por contaminar que invertir en tecnologías de producción más limpias. Para evitar este desequilibrio, la UE reformará el sistema.
Qué demanda el Parlamento
En un informe aprobado por la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria el 17 de mayo, los eurodiputados piden que el Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono se amplíe a más productos, incluidos el aluminio, el hidrógeno y los productos químicos, y que cubra las llamadas emisiones indirectas de la electricidad utilizada en la fabricación.
La Eurocámara quiere que este mecanismo se implemente más rápidamente, a partir del 1 de enero de 2023, con un periodo transitorio de dos años, y que se extienda a todos los sectores del actual régimen de comercio de emisiones para 2030.
El mecanismo debe cubrir para 2023 el sector eléctrico y los sectores industriales con gran consumo de energía, que representan el 94% de las emisiones industriales de la Unión y, según afirman los eurodiputados, siguen recibiendo importantes derechos de emisión gratuitos. Estos derechos de emisión gratuitos deberían eliminarse progresivamente antes de 2030, cuando el Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono debería cubrir completamente las industrias protegidas.
El Parlamento apoya la propuesta de la Comisión para utilizar los ingresos generados por el mecanismo como un nuevo recurso propio del presupuesto europeo. Además, al menos el equivalente en valor financiero a los ingresos generados por este mecanismo debería canalizarse hacia los países menos desarrollados para ayudar a la descarbonización de sus industrias manufactureras.
El informe también reclama una autoridad centralizada para el Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono en la UE, en lugar de una en cada país de la UE. Se votará en el pleno del 6 al 9 de junio.