¿Estaría dispuesto a pagar más impuestos para prevenir incendios?

Un estudio para conocer si los hogares españoles estarían dispuestos a apoyar programas de prevención
¿Estaría dispuesto a pagar más impuestos para prevenir incendios?
¿Estaría dispuesto a pagar más impuestos para prevenir incendios?
04-08-2021
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Maria Alló Pazos, Profesora ayudante doctora en el área de Fundamentos de Análisis Económico del Departamento de Economía, Universidade da Coruña y María Loureiro Catedrática de Economía, Universidade de Santiago de Compostela.


Los incendios forestales en España se están convirtiendo en episodios muy peligrosos. En los últimos años ha aumentado el número de grandes incendios forestales. Estos se caracterizan por calcinar superficies muy grandes (más de 500 hectáreas) en días o incluso horas. La situación es muy preocupante porque los daños ecológicos y económicos que ocasionan son muy graves (incluso muertes).

En este contexto, es importante llevar a cabo políticas de lucha contra incendios efectivas. En esta línea, hemos realizado estudio (antes de la pandemia de la covid-19) para conocer si los hogares españoles estarían dispuestos a apoyar programas de prevención. El trabajo también tenía como objetivo estudiar las percepciones de riesgo de la ciudadanía española ante este tipo de fenómenos.

Los resultados mostraron que antes de la covid-19 existía una disposición a pagar por programas de prevención. Sin embargo, las zonas con alto riesgo de sufrir incendios no mostraban una mayor disposición que las áreas con un bajo riesgo. Este hecho podría ser explicado con lo que se conoce como “la paradoja del riesgo”.

 

Los incendios forestales en los últimos años

En los últimos años los incendios forestales se han vuelto más predominantes en el sur de Europa, siendo España uno de los cinco países que registra mayores daños. El cambio climático es una de las grandes causas. Las condiciones meteorológicas extremas provocan incendios más peligrosos, de mayor magnitud y severidad. Por tanto, las tareas de extinción son cada vez más complicadas.

En el mes de julio de 2021 hemos asistido a varios incendios de este tipo. En Tarragona, un incendio en la zona de Santa Coloma de Queralt ha superado las 1 400 hectáreas quemadas, provocando desalojos y confinamientos de la población.

Un claro ejemplo de la peligrosidad de estos incendios en nuestro país, lo encontramos en el año 2017. Se produjeron 56 episodios que arrasaron con más de 98 000 hectáreas. Esto supuso casi un 55 % de la superficie forestal total afectada en 2017.

Es importante tener en cuenta que en España existen diferencias entre regiones. La zona noroeste es la más frecuentemente afectada. Según datos del año 2017, más del 73 % de los grandes incendios forestales se concentraron en esta área.

La difícil situación a la que se enfrenta nuestro territorio todos los años pone en evidencia la necesidad de implementar políticas de lucha contra incendios efectivas.

 

Un programa de prevención contra grandes incendios forestales

El estudio realizado tenía como objetivo conocer las preferencias de los hogares españoles hacia un programa de prevención de incendios. Para ello, se llevó a cabo una encuesta online a una muestra de alrededor de 500 hogares españoles (antes de la covid-19). La encuesta incluyó preguntas de carácter diverso. Se trataba de conocer el riesgo percibido de sufrir incendios o sus opiniones acerca del cambio climático, entre otras.

Los hogares encuestados tenían la opción de mostrar sus preferencias por un programa de prevención. Este programa estaba compuesto por diversas acciones: la limpieza y gestión forestal para evitar este tipo de episodios, un programa de concienciación y la reforestación.

En concreto, se trataba de reducir el porcentaje de grandes incendios, aplicar un programa de concienciación ambiental e incrementar el número de hectáreas plantadas con especies más resistentes a los incendios. Para poder financiar estas acciones, se incluyó un pago único vía impuestos para los hogares y empresas españolas.

A la muestra de hogares encuestada se les presentaba el programa en forma de menú. Es decir, los participantes podían elegir entre varias alternativas. Las opciones se componían de las acciones del programa que variaban en términos de posibles efectos y su coste. La opción de quedarse con la situación actual, es decir, no hacer nada, también existía.

 

La disposición a pagar de los hogares españoles

Los resultados obtenidos nos mostraron cómo la ciudadanía valoraba las acciones del programa. Los hogares valoraron positivamente la reducción de grandes incendios forestales, el programa de concienciación y la plantación de especies más resistentes. Sin embargo, y como era de esperar, el impuesto fue valorado negativamente.

En concreto, se calculó que los hogares españoles estarían dispuestos a pagar 11,68 € por un programa de concienciación. Esta disposición a pagar ascendía a 30,58 € si se trataba de reducir en un 30 % del número de grandes incendios forestales. Finalmente, la disposición a pagar por la plantación de 3 000 hectáreas de especies más resistentes a los incendios ascendía a 34,58 € por hogar.

 

La paradoja del riesgo

La ciudadanía encuestada que vivía en zonas donde hay una mayor percepción del riesgo de sufrir incendios valoraron negativamente la opción de quedarse en la situación actual (aunque solo ligeramente), es decir, no participar en el programa de prevención propuesto.

Los resultados también pusieron de manifiesto que los hogares que vivían en zonas de alto riesgo no tenían una mayor disposición a pagar que los que vivían en zonas de menor riesgo. ¿Por qué? Este hecho podría estar explicado por la paradoja del riesgo.

Antes de explicar esta idea, es importante tener en cuenta el contexto en el que nos encontramos. En España, alrededor del 83 % de los incendios forestales son causados por el ser humano (intencionada o inintencionadamente). Además, la gravedad y la frecuencia de estos incendios forestales está aumentando debido al cambio climático.

Todo ello, junto con las condiciones incontrolables, puede crear un sentimiento de desánimo entre la ciudadanía a la hora de pensar en políticas de prevención. Esto puede ser especialmente grave en zonas con un mayor número de incendios forestales intencionados, como la región de Galicia. Esta alta intencionalidad puede impedir a la ciudadanía dar una respuesta más activa en términos de prevención y apoyo a las políticas proactivas.

 

¿Qué puede hacerse de cara al futuro?

Los responsables políticos deberían reconocer la vulnerabilidad de los bosques y aumentar los niveles de preparación y respuesta a los incendios. Esto podría suponer un importante ahorro, especialmente en términos de los costes que se evitarían.

Un mayor énfasis en los programas de prevención que fomenten un enfoque más activo hacia la participación, el conocimiento y la responsabilidad de los ciudadanos en las estrategias de gestión de incendios puede ser también necesario.

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