EMAYA pone en marcha el proyecto para mejorar la calidad y el sabor del agua del grifo
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En el marco del proyecto del Ayuntamiento de Palma y EMAYA para promover el consumo de agua del grifo, el pasado Consejo de Administración de EMAYA adjudicó el proyecto de la ultrafiltración del agua de las fuentes naturales que abastecen Palma, las fuentes de la Villa, de Maestro Pera y de Baster. Su ejecución permitirá mejorar el sabor del agua que se proporciona en la red y multiplicar por dos la capacidad de tratar agua de las fuentes, que pasará de 500 a 1.000 litros por segundo. De esta manera se podrá disponer anualmente de unos 3 hm3 más de agua procedente de recursos renovables y sostenibles.
Concretamente, EMAYA ha adjudicado a la UTE AQUAMBIENTE SAU - SUEZ TREATMENT SOLUTIONS, SAU la redacción del proyecto constructivo, de ejecución y puesta en servicio de las obras de mejora de la ETAP de fuentes naturales y del pretratamiento de la ETAP de ósmosis de Son Tugores, por 4.255.000 € (más IVA). El plazo de ejecución es de unos veinte meses.
La solución adoptada para mejorar este tratamiento es la denominada ultrafiltración, que permitirá mejor la calidad y el sabor del agua, porque elimina la turbidez y sólidos en suspensión, así como también permite reducir el uso de productos químicos (cloro y de otros) que se utilizan para garantizar la seguridad sanitaria. Se podrá proporcionar agua dentro de los parámetros de lo que se consideran de mineralización débil.
De este modo, se espera incrementar el consumo del agua para beber de la red por parte de la ciudadanía y la restauración de Palma, lo que permitirá reducir el consumo de botellas de plástico y la reducción de residuos.
Se calcula que actualmente en las Islas Baleares los habitante consume cada año 175 litros de agua envasada, unas 117 botellas de 1,5 litros, que supone un gasto de 61 € anuales por persona. Esto supone la generación de 5 kg de residuos de plástico, para el conjunto de Palma unas 2.000 toneladas de residuos de plástico anuales.
La reducción del consumo de botellas de plástico para el agua potable es una medida establecida en el Plan municipal de prevención de residuos. El alcalde de Palma, José Hila, ha destacado también que "esta medida forma parte de nuestra estrategia para una ciudad sostenible. Beber agua del grifo supone una medida muy importante en esta línea, porque ahorra recursos y produce menos residuos de plástico ".
En esta línea, el presidente de EMAYA ha querido recordar que actualmente el agua de Palma es potable, tiene todas las garantías sanitarias para el consumo humano, se controla y analiza de forma continuada. Cada vez son más las personas que la consumen, tanto sea de forma directa del grifo como después de tratamientos domésticos de filtrado que mejoran el sabor. El Ayuntamiento contribuye a promover este consumo de agua de la red y de los envases reutilizables con fuentes como la instalada en la plaza del Mercado y las que se instalarán en otros puntos próximamente.
De ahí que el concejal de medio ambiente y presidente de EMAYA, Ramon Perpiñán, afirmó que "una vez entre en funcionamiento el tratamiento de ultrafiltración EMAYA se fomentará aún más este consumo de agua del grifo en Palma, una mejora ambiental y económica para toda la ciudad ". Asimismo ha declarado que "se trata de un proyecto que nos permite adaptarnos mejor a los cambios que está provocando la actual crisis climática, que cada vez más se producen lluvias intensas en poco tiempo. Con el nuevo sistema se podrá aprovechar el agua en estos momentos de máximo caudal, un agua que hasta ahora se perdía". Aprovechar más agua de las fuentes reduce la dependencia del agua desalada y la necesidad de extraer agua de los acuíferos, que se puede reservar para cuando no hay lluvias.
El proyecto de ultrafiltración
El proyecto recientemente adjudicado contempla la construcción de una edificación de 600 m2 ubicada en Son Tugores, en el mismo recinto que ocupan las actuales instalaciones de tratamiento de EMAYA, donde se instalarán los 12 conjuntos de módulos de ultrafiltración ( "racks" con membranas para la filtración del agua).
La obra supondrá desmontar los actuales filtros de arena y colectores, y contempla también modificaciones para mejorar los sistemas de tratamiento utilizados actualmente, el denominado "densadeg" y la planta de ósmosis para el agua de los pozos salinizados, que continuarán en servicio.
Se realizarán asimismo nuevas conducciones, sistemas de bombeo, se renovará la instalación eléctrica y el sistema de control.
Una gestión más sostenible del agua de Palma: 3 Hm3 más de agua de las fuentes naturales
Además de la mencionada mejora del sabor y calidad, este sistema incrementará el rendimiento del tratamiento y permite duplicar la capacidad de captación de agua de las fuentes, que pasará de 500 a 1.000 litros por segundo. El sistema actualmente existente no permite aprovechar una parte importante del agua que mana de las fuentes durante las puntas de lluvias, por falta de capacidad y porque no puede tratar el agua que tiene un grado elevado de turbidez, de forma que en los momentos de lluvia intensa una parte importante del agua se pierde. Tampoco se puede aprovechar el agua en circunstancias de poco caudal, por el elevado grado de turbidez.
Estas limitaciones se eliminarán con el sistema de ultrafiltración, de forma que se calcula que, pasando de 500 a 1.000 litros por segundo la capacidad de tratamiento, se podrá captar anualmente una media del 94% del agua de las fuentes (actualmente el aprovechamiento medio es sólo del 55%), aportando por término medio (según los datos de caudal estudiadas de los últimos años), unos 3 Hm3 más de agua para abastecer Palma.
Actualmente las fuentes naturales de la Villa, de Mestre Pere y de Baster proporcionan en conjunto una media (2010-18) de 7 Hm3 de agua anuales (aunque es una cantidad muy variable en función de las lluvias). Esta cifra ascendería hasta los 10 Hm3 anuales con el incremento de capacidad del tratamiento de la ultrafiltración. La aportación de las fuentes podría pasar así del 18% anual al 25%. Se trata de una importante ventaja ambiental, por el incremento del abastecimiento de Palma con agua procedente de fuentes renovables. De esta forma será menor la cantidad de agua desalada necesaria y se reduce la extracción de agua de los pozos, realizando así una gestión más sostenible de los recursos hídricos.
Por otra parte, el nuevo sistema supondrá unas importante mejoras en la gestión, para la modernización de las instalaciones y los sistemas de tratamiento. El funcionamiento será totalmente automático, con menos posibilidad de que se cometan errores humanos. El tiempo de puesta en marcha es mucho menor, permitiendo aprovechar más agua después de posibles paradas.
Las nuevas instalaciones aportarán una mayor estabilidad a la calidad del agua y al propio funcionamiento de la estación de tratamiento. Por un lado se eliminarán las fluctuaciones provocadas por los cambios de las características del agua según la procedencia, de esta manera se tendrá una garantía de estabilidad de la calidad del agua que se proporciona en la red, que asimismo mantendrá su estabilidad a lo largo de la distribución, evitando la necesidad de purgas.