Los “clubs climáticos subnacionales” podrían ser claves para combatir el cambio climático
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El investigador del ICTA-UAB Nick Martin, primer autor del estudio, explicó que la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC) es el facilitador predeterminado de las negociaciones mundiales sobre cuestiones climáticas. Sin embargo, debido a las limitaciones logísticas de los grupos grandes y a su participación esencialmente voluntaria, el progreso ha sido lento. Sus dos iniciativas más ambiciosas, el extinto Protocolo de Kyoto y el actual Acuerdo de París, se basaron en acciones voluntarias y no fueron legalmente vinculantes. Como resultado, tales políticas climáticas carecen de armonización global y, por lo tanto, están condenadas a continuar siendo débiles.
Consideran, por tanto, que es importante pensar en alternativas. La creación de una coalición o "club climático" integrado por países se ha sugerido como una forma de avanzar hacia un acuerdo global que haga cumplir las políticas climáticas nacionales a través de la armonización.
“En nuestro estudio, llevamos esta idea un paso más allá. Ampliar un club de manera que incluya estados o provincias subnacionales que quieran implementar sus propias políticas climáticas más ambiciosas podría permitir la inclusión de contribuciones considerables por parte de importantes emisores como Estados Unidos. Teniendo en cuenta la previsible retirada de los Estados Unidos del Acuerdo de París, esto podría tener un impacto significativo en las emisiones globales de los Estados Unidos al permitir que participen aquellos estados más motivados".
El modelo de "club climático" se basa en una política común, muy probablemente en forma de fijación de precios del carbono. El club ofrecería entonces beneficios comerciales exclusivos o bienes de club a sus miembros. También podría atraer una mayor afiliación mediante la imposición de sanciones a las importaciones de los no miembros, para limitar así la competencia de fuentes no reguladas.
El estudio empleó cuatro parámetros para predecir la probabilidad de participación de los gobiernos en múltiples niveles. Estos incluyeron el nivel de independencia del carbono, la opinión pública sobre el cambio climático, la política gubernamental actual y el nivel de membresía en coaliciones existentes relacionadas con el clima.
El Dr. Jeroen van den Bergh, profesor de investigación ICREA en el ICTA-UAB explicó que, en conjunto, estas medidas suponen un buen indicativo del nivel de ambición del gobierno con respecto a la política climática y, por lo tanto, su potencial disposición para unirse a un "club climático" internacional.
“Inicialmente identificamos un grupo de nueve países que probablemente serían más receptivos a formar parte del club. Aunque los EE.UU. y China no estaban entre este grupo, nuestros hallazgos sugieren que la Unión Europea (considerada como un solo país para estos fines) es el impulsor preferente del club, debido a sus altas emisiones, su alto PIB y su larga historia de liderazgo frente a la mitigación del cambio climático”. Además, creen que China podría decidir unirse a un club dado su reciente aumento en la preocupación por las emisiones locales y globales.
Teniendo en cuenta las políticas climáticas actuales de la administración Trump, consideran poco probable que Estados Unidos participe en iniciativas de este tipo en el futuro próximo. Sin embargo, como los estados de EE.UU. tienen niveles bastante altos de toma de decisiones a nivel local y muchos controlan economías significativas por derecho propio, también evaluaron las probabilidades de que los estados individuales considerasen unirse a un "club climático".
Descubrieron que 10 de los 50 estados son "muy propensos" a considerar su participación en el club, y otros 13 "moderadamente propensos" a hacerlo. Conjuntamente, estos 23 estados representan el 36% de las emisiones nacionales de los Estados Unidos y el 56,3% de su PIB.
Los estados estadounidenses menos motivados aún podrían ser persuadidos para unirse a través de las fuertes dependencias de exportación con cuatro socios clave: la UE, Canadá, México y China. De hecho, se descubrió que el 10% de los "no probables" restantes tenían fuertes lazos comerciales con estos países. Por lo tanto, un club que contiene estos cuatro socios comerciales podría ser capaz de aumentar significativamente la membresía del club a través de las influencias comerciales. En total, el análisis sugiere que los estados de EE.UU. que representan un total del 69,9% de las emisiones y el 77,7% del PIB total podrían ser miembros del club a través de cualquiera de estos mecanismos.
El Dr. van den Bergh afirmó que reconocen los obstáculos políticos y legales que los clubes climáticos podrían tener que hacer frente enfrentar, pero teniendo en cuenta las limitaciones del Acuerdo de París y la urgencia de implementar una acción climática efectiva, “creemos que es el momento de debatir soluciones audaces".