Asturias impulsa con 3,1 millones la digitalización del agua en la aglomeración del Nora

El Gobierno del Principado de Asturias ha autorizado esta semana una inversión de 3,1 millones de euros para digitalizar el ciclo del agua en la aglomeración del Nora, que abarca los concejos de Oviedo, Siero, Llanera, Nava y Sariego. Esta actuación estratégica busca mejorar la eficiencia, sostenibilidad y seguridad en la gestión de los recursos hídricos, mediante la implantación de tecnologías inteligentes en los sistemas de abastecimiento y saneamiento.

Una actuación clave para modernizar el ciclo del agua

El proyecto, denominado ANDA (Aglomeración del Nora - Digitalización del Agua), está promovido por el Gobierno del Principado, el Consorcio de Aguas de Asturias (Cadasa), los ayuntamientos implicados y la empresa Aqualia. En total, la iniciativa movilizará cerca de 12 millones de euros, cofinanciados por el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia a través del Perte de Digitalización del Agua, gestionado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

La cuantía aprobada por el Principado se distribuirá en dos anualidades: 1,86 millones en 2025 y 1,24 millones en 2026, y permitirá licitar conjuntamente la redacción del proyecto y la ejecución de las obras, lo que agiliza los plazos administrativos y simplifica el procedimiento.

El proyecto ya cuenta con una asignación provisional de 9,4 millones de euros procedentes de la segunda convocatoria del Perte del Agua, que tiene como objetivo modernizar la gestión hídrica en toda España mediante soluciones digitales avanzadas.

Digitalización integral y gestión eficiente

ANDA propone la digitalización completa de las infraestructuras más relevantes del ciclo integral del agua, tanto en el ámbito supramunicipal (gestionado por Cadasa) como local (bajo competencia municipal). Esto incluye sistemas de captación, distribución, saneamiento y depuración, así como el seguimiento de caudales tratados y vertidos al medio natural.

La implantación de sensores, herramientas de análisis y sistemas predictivos permitirá realizar diagnósticos precisos sobre el estado de los recursos hídricos y la calidad de los vertidos, mejorando la capacidad de respuesta ante posibles incidencias.

Además, el uso de tecnologías inteligentes contribuirá a reducir pérdidas de agua en las redes de distribución, optimizar el funcionamiento de las plantas de tratamiento y generar ahorros significativos de agua y energía. También se incrementará la seguridad del suministro, un factor clave ante los retos del cambio climático y la creciente presión sobre los recursos hídricos.