ALADYR advierte de la urgencia por restaurar el equilibrio entre los humedales y las ciudades latinoamericanas
- 1174 lecturas
Hoy se conmemora el Día Mundial de los Humedales bajo la consigna "Los humedales y el bienestar humano", en este contexto la Asociación Latinoamericana de Desalación y Reúso de Agua, ALADYR, hace un llamado sobre la relación de las comunidades y centros urbanos de la región con estas superficies que brindan invaluables servicios ambientales como la captación de gases de efecto invernadero y el hábitat de gran parte de las especies que habitan el planeta.
Desde ALADYR destacaron que problemas urbanos como el hundimiento de terreno y la escasez de agua que padece Ciudad de México, por ejemplo, ubican su inicio en una concepción que no puso en valor a los humedales locales.
En el caso de la capital Azteca, los expertos de ALADYR invitaron a los ciudadanos a remontarse a, cuando sobre el mismo lugar, se erigía Tenochtitlan, epicentro del imperio Azteca, cuya construcción integró al lago Texcoco como una ventaja para cubrir servicios sanitarios, agrícolas y de transporte.
“Creemos que este concepto de respeto a los humedales presente en la ingeniería precolombina es algo que debemos rescatar para repensar a las ciudades latinoamericanas y asegurar un futuro sostenible” dijo Jerry Ross, presidente de ALADYR.
Ejemplos regionales
Por su parte, al extremo sur del continente, Ciudad de Buenos Aires conjuga buenas y malas prácticas respecto a estas superficies porque ha visto cómo la urbanización intensiva de áreas como el Riachuelo ha exacerbado la contaminación y problemas de salubridad, pero ostenta a la Reserva Ecológica Costanera Sur que es uno de los humedales urbanos más grandes del mundo y que se usa como área de esparcimiento y contacto con la naturaleza.
Los humedales son vitales para el planeta. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), estos ecosistemas albergan aproximadamente el 40% de la biodiversidad mundial y son fundamentales para la vida de millones de personas. Sin embargo, la Convención Ramsar señala que desde los años 60, América Latina y el Caribe han experimentado una pérdida y degradación de humedales del 59%, en comparación con la media mundial del 35%.
“Los humedales no solo son esenciales para la conservación del agua y la biodiversidad, sino que también actúan como sumideros de carbono, desempeñando un papel crucial en la mitigación del cambio climático” explicaron.
No obstante el estado preocupante de estos ecosistemas, en América Latina hay ejemplos notables de esfuerzos para protegerlos. En Chile, la Ley de Humedales Urbanos es un avance legislativo significativo que puede sentar un precedente en la manera en que se desarrollan las urbes para mantener la armonía con estos ambientes húmedos.
Pero quizás el ejemplo latinoamericano más destacable sobre la integración de estas superficies anegables al paisaje de una metrópolis se encuentra en la capital colombiana. El mayor sistema de humedales urbanos de Latinoamérica se encuentra en Bogotá con una extensión de 667 hectáreas divididas en once partes.
“Se trata del primer humedal urbano de Latinoamérica en ser declarado sitio Ramsar, lo que favorece su protección y conservación. Esta protección se ha traducido en que obras importantes de urbanismo y saneamiento integren espejos de aguas y zonas de inundación a sus diseños paisajísticos como lo acaecido con la ampliación y optimización de la PTAR El Salitre con el humedal El Cortijo” apuntaron los representantes de ALADYR.
Otros importantes humedales urbanos como la Desembocadura Río Aconcagua en Concón, Chile; los Pantanos de Villa en Lima, Perú; y el Parque Estadual do Manguezal do Itacorubi en Florianópolis, Brasil, cuentan con denominaciones específicas como reservas naturales, áreas naturales protegidas o parques nacionales que les otorgan cierto manto de protección, pero hasta ahora no hay ninguno que esté exento de los riesgos que suponen la ocupación ilegal de terrenos, actividades turísticas no reguladas, la presencia de residuos o la explotación indiscriminada.
Las propuestas
Desde ALADYR abogan por soluciones sostenibles para la conservación de humedales incentivando a la adopción de la economía circular del agua, que incluye el tratamiento y reúso de aguas residuales como forma crucial para reducir la contaminación y preservar la calidad del agua en estos entornos.
“Para abordar estos desafíos, es esencial implementar políticas efectivas de tratamiento y de aguas residuales y adoptar legislaciones como la Ley de Humedales Urbanos de Chile en otros países de la región” declararon.
Añadieron que la desalinización de agua de mar o pozos salobres también podría ser una solución cuando la presión extractivista que pesa sobre los humedales es mayor a su caudal ecológico o punto de regeneración.
“No hay que esperar a llegar al punto de sobreexplotación de los humedales para brindarles el alivio que una nueva fuente de agua como la desalación puede otorgarles” opinaron.
Para finalizar dijeron que la situación de los humedales en América Latina es crítica pero no sin esperanza y que su conservación y restauración va más a allá de una cuestión ambiental para ser una necesidad para el bienestar humano y la sostenibilidad urbana.
“Desde ALADYR, instamos a gobiernos, comunidades y organizaciones a trabajar conjuntamente para proteger y revitalizar nuestros humedales. El futuro de nuestra región depende de cómo valoramos y cuidamos estos tesoros naturales” concluyeron.