AERESS valora positivamente el reconocimiento que otorga el nuevo RD sobre RAEE a las entidades de economía social
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El pasado viernes fue aprobado en Consejo de Ministros el nuevo Real Decreto 110/2015, de 20 de febrero, sobre residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, que transpone a la legislación nacional la Directiva 2012/19/UE del Parlamento Europeo y del consejo, de 4 de julio de 2012, sobre residuos de aparatos eléctricos y electrónicos y con el cual se abre una nueva etapa llena de retos para la gestión de dichos residuos.
Desde la Asociación Española de Recuperadores de Economía Social y Solidaria (AERESS) aprecian especialmente el reconocimiento que esta norma otorga a las entidades de economía social a través de la mención específica a las mismas a lo largo del texto; así como el hecho de que se incluya la posibilidad de que las entidades locales incorporen “cláusulas sociales para entidades de economía social en sus instrumentos de contratación o convenios para la recogida y gestión de residuos”. Aplaudimos este reconocimiento a un sector que históricamente viene desarrollando una importante labor de generación de empleo e inserción sociolaboral para personas en riesgo de exclusión a través de la actividad de gestión de residuos y, especialmente, de la preparación para la reutilización de los mismos.
El sector valora también la apuesta de esta nueva reglamentación por las primeras etapas de la jerarquía en la gestión de residuos y, más en concreto,la incorporación de objetivos de preparación para la reutilización separados de los de reciclaje, siendo ésta una reivindicación histórica de AERESS y que se entiende como un paso importante en el avance hacia una verdadera mejora en la gestión de residuos, situando a España en la cabecera de Europa.
Sin embargo, desde AERESS se considera injustificada la aplicación de los mismos únicamente para dos categorías de RAEE (2% para la cuatro, grandes electrodomésticos y 3% para la seis, aparatos de informática y de telecomunicaciones pequeños); además de que dicha elección resulta inadecuada. No se entiende cuáles han sido los criterios utilizados para la elección de las categorías y para la aplicación de distintos objetivos a cada una de ellas. La experiencia de más de veinte años de las entidades recuperadoras de economía social y solidaria contradice dicha elección, pues, según los datos del sector, la categoría 4 es la que cuenta con un mayor potencial de preparación para la reutilización, al igual que los frigoríficos, los cuales han resultado exentos de porcentaje de preparación para la reutilización.Asimismo, entendemos que el objetivo se ha quedado corto, no alcanzando el 5%, a lo que se suma la postergación del periodo de aplicación hasta 2017.
Mencionar, por último, de forma positiva el reto de esta nueva norma por mejorar el control, la trazabilidad y, en general, la supervisión por parte de las administraciones públicas de la gestión de estos residuos.