Euskadi, una región europea inmersa en la economía circular
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Por Iñaki Arriola, Consejero de Medio Ambiente, Planificación Territorial y Vivienda del Gobierno Vasco-Eusko Jaurlaritza
En los últimos cien años, el consumo mundial per cápita de materiales se ha duplicado, mientras que el consumo de energía primaria se ha triplicado. Es decir, cada persona utiliza aproximadamente tres veces más energía y el doble de materiales que sus antepasados en 1900. Y hablamos de más de 7.200 millones de personas consumiendo, frente a los 1.600 millones de 1900.
Esto significa que, al ritmo actual, para 2030 necesitaremos un 40% más de agua potable que la disponible hoy. Y en 2050 las necesidades de recursos naturales se triplicarán y la demanda de alimentos aumentará en un 70 %. En este contexto, resulta casi imperativo aplicar el principio básico de la economía circular: “lograr más con menos”. Porque, entre otras razones, producir de forma eficiente reduce costes y disminuye las emisiones de CO2, así como los vertidos de aguas residuales y de residuos.
Euskadi ocupa hoy una posición destacada en el desarrollo aplicado de la visión circular de la economía, especialmente en el ámbito industrial. En las últimas décadas, la colaboración activa de agentes públicos y privados en la búsqueda de la máxima circularidad de los materiales y la eficiencia de procesos, y en la aplicación del ecodiseño, ha permitido obtener una evolución positiva de nuestros principales indicadores ambientales y de economía circular.
De hecho, el País Vasco ha sido la primera región europea en realizar un diagnóstico de su situación en este ámbito según los criterios y la metodología definidos por la Unión Europea en su Plan de Acción. Además, hemos definido una batería de indicadores específicos que apuntan que la implantación de la economía circular en la industria vasca reduciría un 6% el consumo de materias primas y lograría un ahorro económico de 2.000 millones de euros.
Las oportunidades que la economía circular presenta para este sector son considerables, ya que consume 21 millones de toneladas de materias primas al año, de las que un 77% son importadas. Además, genera el 72% del total de los residuos, de los cuales un 42% acaban en vertedero.
Se puede crecer económicamente y reducir el consumo de materiales. Euskadi ha demostrado a lo largo de este siglo que es posible. Desde el año 2000, nuestro PIB ha crecido un 26%, mientras nuestro consumo de materiales se ha reducido un 25% y el volumen de residuos urbanos que termina en vertederos se ha reducido en un 56%.
En la actualidad la economía circular en Euskadi supone el 1,12% del Producto Interior Bruto (PIB), con unos ingresos brutos anuales de 764 millones de euros y 18.463 empleos, lo que representa el 2,08% del total de empleo en la Comunidad Autónoma, por encima de 2% de la media de España y el 1,71% de Alemania.
El informe “Economía Circular en la industria del País Vasco. Diagnóstico” recoge como oportunidades para la industria las siguientes: unas mayores expectativas de crecimiento en los mercados para los productos o negocios de economía circular que para los productos tradicionales; un incremento para 2025 de hasta el 46 % en las ventas previstas de productos más verdes en las empresas vascas; un mejor posicionamiento en los mercados internacionales para el crecimiento de las exportaciones y mantenimiento o incremento de la competitividad; mejora de la imagen, apertura a nuevos mercados e incremento de las capacidades internas en la empresa sobre diseño de productos gracias a una mayor productividad de los procesos y al ahorro de materiales; una gran actividad en eco-innovación de las empresas que lideran los mercados en los que operan, así como en sus competidores.
Claves para el éxito
Para que avance la economía circular en las principales cadenas de valor de la industria vasca se requiere el respaldo de una red público-privada de apoyo. De ahí que se haya puesto a disposición de las empresas instrumentos administrativos, colaborativos y de innovación diseñados para propiciar la aparición y maduración de proyectos y empresas circulares. Un ejemplo es la colaboración entre los Departamentos de Industria y de Medio Ambiente en la creación de programas públicos de apoyo dirigidos a generar demanda de economía circular e impulsar una oferta empresarial en este campo. Es el caso del Listado Vasco de Tecnologías Limpias, que identifica tecnologías prioritarias para la industria vasca por su eficiencia de recursos y beneficio ambiental, y cuya adquisición lleva asociada una deducción fiscal en el impuesto de Sociedades del 30% del importe de la inversión.
El recorrido que ha experimentado Euskadi en el ámbito de la economía circular le ha permitido dotarse de una importante red de agentes y de una notable base de conocimiento y tecnología especializada, que se ha puesto a disposición de la industria para el desarrollo de proyectos de innovación y aplicaciones circulares. Se trata de una trama de especialistas formada por diversas unidades y centros de investigación de la Red Vasca de Ciencia, Tecnología e Innovación (principalmente en Tecnalia e IK4), las universidades del País Vasco (UPV-EHU), de Deusto y de Mondragón, que disponen de capacidades tecnológicas demostradas para apoyar el desarrollo de soluciones circulares de negocio, y una red de agentes dinamizadores como la red de municipios Udalsarea 2030, Diputaciones Forales e Innobasque.
A la existencia de estas condiciones favorables se suma una cultura de colaboración público-privada consolidada en las últimas décadas, de la que son muestra iniciativas como el Basque Ecodesign Center o el Basque Ecodesign Hub.
Todo este trabajo ha propiciado que Euskadi esté empezando a recoger sus frutos, ya que en los últimos años diversas empresas vascas han realizado todo tipo de proyectos que pueden considerarse ejemplo de buenas prácticas en el marco de la economía circular.
Sólo en los últimos cuatro años, la Viceconsejería de Medio Ambiente, a través de la sociedad pública Ihobe, ha apoyado 98 proyectos con una previsión de impactos relevante: una facturación de más de 80 millones de euros, la creación de 300 nuevos empleos y un ahorro de 415.000 toneladas anuales de materiales. Me permito singularizar algunos ejemplos de estos proyectos innovadores que han resultado exitosos.
• Automoción y transporte: valorización de barcos fuera de uso; reutilización, reciclaje y valorización de diversos residuos procedentes de vehículos fuera de uso; o creación de una moqueta para automoción con textil 100% reciclado.
• Equipo eléctrico y maquinaria: nueva materia prima procedente de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE); mayor recuperación de los metales no férreos de los residuos de pilas; reciclado y valorización de módulos solares fotovoltaicos.
• Metal: Producción de áridos siderúrgicos como balasto o sub-balasto ferroviario; recuperación de óxidos de cinc-plomo y de hierro metálico procedentes de polvos de acería común; productos innovadores en base cemento a partir de la valorización de subproductos siderúrgicos procedentes de arenas de moldeo.
• Construcción y obra: Fabricación de pavimentos urbanos con huella de carbono “casi cero”; baldosas hidráulicas de árido reciclado procedente de escombro; nuevas categorías de áridos artificiales en base a residuos de construcción y demolición; nuevas mezclas bituminosas a partir de granulado de caucho de neumáticos fuera de uso.
• Plástico y caucho: Reutilización y reciclado de envases industriales; optimización de la separación en origen de residuos industriales no peligrosos para incrementar su reciclaje; desarrollo de nuevas cargas funcionales de origen reciclado en formulaciones de caucho.
• Textil y moda: Fabricación textil con hilo reciclado; calzado reciclado a partir de residuos; reciclado de redes de pesca para convertirlos en producto textil; aislamiento acústico a partir de textil post-consumo reciclado.
• Papel y biorresiduos: Valorización de lodos de la industria papelera o de estaciones depuradoras de aguas residuales; fabricación de humus de lombriz en base a la fracción orgánica de los residuos sólidos urbanos.
Una Estrategia para 2030
Dadas las evidentes ventajas ambientales, económicas y sociales que tiene la extensión de un modelo económico circular a todo el conjunto de la sociedad vasca, el Gobierno Vasco tiene previsto aprobar en este ejercicio una Estrategia específica sobre economía circular válida para los próximos 10 años. En su elaboración han participado varios departamentos del Gobierno Vasco, ayuntamientos, diputaciones, empresas públicas y privadas, centros de investigación, universidades y el conjunto de la ciudadanía, gracias al proceso de participación pública abierto.
Entre los objetivos clave de la futura Estrategia están el aumento en un 30% de la productividad material, un 30% la tasa de uso de material circular o reducir en un 30% la tasa de generación de residuos por unidad de PIB. Para su cumplimiento se han definido 10 líneas de acción, que incluyen una batería de 47 acciones.
La conclusión es que el camino recorrido hasta la fecha por Euskadi en materia de economía circular es relevante y le sitúa en una posición destacada en lo que se refiere a la aplicación de un modelo circular; especialmente, en el ámbito industrial. La colaboración activa de agentes públicos y privados a lo largo de las últimas décadas ha desembocado en una evolución positiva de los principales indicadores de economía circular y en la ejecución de experiencias empresariales con resultados claros de mejora de la productividad, rentabilidad y competitividad industrial.
La transición hacia una economía más circular es una contribución esencial a los esfuerzos de la Unión Europea por desarrollar una economía competitiva, sostenible, baja en carbono y eficiente en recursos. Es una oportunidad para transformar nuestra economía, crear empleos y generar ventajas competitivas nuevas y sostenibles para Europa. Euskadi así lo cree.