Tecnología para una economía circular competitiva
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La cara de la industria va a cambiar drásticamente en los próximos años. La creciente concienciación sobre los problemas climáticos y las innovaciones digitales van a trastocar definitivamente nuestro modelo económico. Esta 4ª revolución industrial, basada en la fábrica inteligente, no perdonará a ningún sector de la economía y, el sector del reciclaje no escapará a ella.
En los últimos años, los centros de clasificación se han enfrentado a la creciente complejidad del flujo de residuos. El facilitar a los ciudadanos el gesto de clasificación, o lo que es lo mismo depositar todos los envases al "contenedor amarillo", los centros de clasificación tendrán que modernizarse inevitablemente para garantizar su misión. De hecho, tienen un doble reto: no sólo con el aumento de los volúmenes de entrada de residuos y la creciente complejidad de los materiales a clasificar. Los residuos de mañana pueden ser más técnicos, más fragmentados y, por tanto, más difíciles de recuperar y reciclar. Por no hablar de las crecientes exigencias de los operadores en cuanto a la calidad de los productos clasificados. Los propietarios de marcas se esfuerzan por mejorar la transparencia e invertir en productos ecodiseñados, mientras que los operadores promueven la I+D para conocer mejor sus residuos y poder reciclar los nuevos productos del mañana. Al mismo tiempo, las innovaciones digitales, como la clasificación por control remoto, están preparando el terreno para una nueva generación de centros de clasificación.
La cara de la industria va a cambiar drásticamente en los próximos años. La creciente concienciación sobre los problemas climáticos y las innovaciones digitales van a trastocar definitivamente nuestro modelo económico.
El objetivo final es hacer competitiva la economía circular llevando la inteligencia, la conectividad y los conocimientos técnicos al corazón de los centros de clasificación, a través de los conceptos de la Industria 4.0: Inteligencia Artificial e IIoT (Industrial Internet of Things), combinados con la experiencia empresarial de los fabricantes de clasificadoras ópticas como Pellenc ST. Proporcionar soluciones tecnológicas para hacer frente a los problemas siempre cambiantes de los actores del mercado de una manera sostenible y escalable. Este es un verdadero reto para la industria del reciclaje y, en general, para el Medio Ambiente.
Tenemos que dar un giro: la industria será recompensada con una reducción de tareas tediosas y repetitivas y avances reales en calidad, disponibilidad y productividad.
Los centros de clasificación tendrán que modernizarse inevitablemente para garantizar su misión. Tienen un doble reto, el aumento de los volúmenes de entrada de residuos y la creciente complejidad de los materiales a clasificar.
Otro punto clave solicitado por todas las partes interesadas en el diseño en la economía circular (propietarios de marcas, diseñadores de envases, fabricantes de etiquetas y tintas...) es recibir apoyo durante el proceso de diseño de los productos para garantizar su reciclabilidad. Pellenc ST, por ejemplo, acaba de lanzar una nueva oferta de ecodiseño para propietarios de marcas y asociaciones comerciales. Esta actividad permite anticiparse a la evolución de los materiales e incluir en la hoja de ruta tecnológica las innovaciones que deben desarrollarse para satisfacer las futuras necesidades de clasificación.
Artículo publicado en el número 229 de RETEMA.