Solo el 0,3% de los materiales utilizados por la industria textil provienen de fuentes recicladas

La industria textil a nivel mundial consume 3.250 millones de toneladas de recursos cada año para producir artículos cada vez más efímeros, según un informe de Circle Economy y la H&M Foundation
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26-12-2024

La industria textil mundial, que incluye la moda y los textiles para el hogar, consume 3.250 millones de toneladas de recursos cada año para producir artículos cada vez más efímeros. Solo el 0,3% de estos materiales provienen de fuentes recicladas, principalmente botellas de plástico. El uso de textiles reciclados en la producción sigue siendo mínimo, mientras que las fibras sintéticas derivadas del petróleo, como el poliéster, están ganando terreno y ahora representan el 63% de los materiales utilizados para fabricar nuestra ropa.

Estas son las principales conclusiones del Informe Circularity Gap Report Textiles, publicado recientemente por la organización Circle Economy y la H&M Foundation. El informe pide que se tomen medidas urgentes para reducir el impacto ambiental de la industria mediante la adopción de principios de economía circular como la reutilización, el reciclaje y la moda "lenta".

Una de las principales barreras para los textiles circulares es la sobreproducción de prendas baratas, de baja calidad y principalmente sintéticas, y las marcas del sector lanzan ahora hasta 24 colecciones por año. La industria textil se ha convertido en uno de los mayores consumidores de recursos, lo que provoca daños ambientales en todo el mundo. El informe estima que el sector contribuye con casi el 3,5% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero (GEI) vinculadas al cambio climático, el 5% a la sobrecarga de nutrientes que altera los ecosistemas marinos y de agua dulce, y es responsable del 3,5% de la escasez de agua.

 

Se estima que la industria textil contribuye con casi el 3,5% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero (GEI) vinculadas al cambio climático, el 5% a la sobrecarga de nutrientes que altera los ecosistemas marinos y de agua dulce, y es responsable del 3,5% de la escasez de agua.

 

 

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Dos países, China y Estados Unidos, desempeñan un papel importante en estos impactos ambientales, siendo China el mayor productor textil y Estados Unidos el mayor consumidor. Sorprendentemente, el impacto ambiental per cápita en Estados Unidos es de cinco a ocho veces mayor que el promedio mundial, impulsado por el alto consumo textil.

 

Hilde van Duijn, directora general de Circle Economy Foundation, afirmó que «la industria textil y de la moda puede reducir considerablemente su huella ambiental mediante prácticas circulares. Sin embargo, esta transición afectará los medios de vida de los 140 millones de trabajadores empleados en las cadenas de suministro textil. Garantizar una transición justa para estos trabajadores debería ser una prioridad máxima tanto para los gobiernos como para las empresas». Adoptar soluciones de economía circular en toda la cadena de valor textil puede ayudar a mitigar el cambio climático y la escasez de agua, preservar la biodiversidad y la salud humana y reducir la contaminación del aire, entre otros impactos positivos.

 

El informe describe estrategias para triplicar la circularidad de la industria textil y reducir sus impactos ambientales hasta en un 50%. Estas estrategias incluyen aumentar la durabilidad de las prendas mediante el uso inteligente de fibras sintéticas y aumentar el reciclaje textil. La producción sostenible de fibras naturales es crucial, ya que los métodos agrícolas tradicionales para materiales como el algodón y la lana pueden agravar el daño ambiental debido al uso excesivo de agua, tierra, pesticidas y energía. En última instancia, el informe concluye que una industria textil circular es imposible sin un recorte drástico del consumo. El europeo medio consume hoy la asombrosa cantidad de 26 kilogramos de textiles al año y desecha 12 kilogramos. Adoptar la moda lenta, que prioriza la calidad sobre la cantidad, y apoyar a las empresas en la adopción de modelos de alquiler o de uso compartido es clave para reducir la sobreproducción, mientras que los métodos de fabricación más eficientes pueden reducir drásticamente los residuos previos al consumo.

Christiane Dolva, directora de Innovación, Investigación y Demostración de la Fundación H&M, afirmó: "Apoyamos este informe para proporcionar a la industria textil información práctica. El informe destaca los esfuerzos de circularidad de mayor impacto. Si bien no es una solución completa, la economía circular es una herramienta poderosa para impulsar un cambio significativo. Esperamos que estos conocimientos respalden la transformación de toda la industria, beneficiando tanto a las personas como al planeta".

 

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