Sin tratamiento y reúso de aguas residuales no hay futuro para las ciudades latinoamericanas
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El acceso a servicios sanitarios es algo que suele darse por sentado, pero según el Banco de Desarrollo de América Latina -CAF-, aún existen más de 10 millones de personas en la región que defecan al aire libre. La Organización de las Naciones Unidas usa el Día Mundial del Retrete y su lema de este año “hacer visible lo invisible”, para llamar la atención sobre esta situación y su afectación a las aguas subterráneas, las cuales representan el 99% de toda el agua dulce del planeta.
La Asociación Latinoamericana de Desalación y Reúso de Agua, ALADYR, se une a la conmemoración de este día instando a las instituciones de los países que constituyen la región para que destinen mayor esfuerzo y presupuesto a la universalización del saneamiento tanto para el acceso a las redes cloacales como para el tratamiento y reúso de aguas residuales.
“La ciudadanía debe exigir políticas públicas acordes a la magnitud del problema y no permitir que la agenda de los gobiernos lo desplace para que se acumule. Existen mecanismos para rentabilizar la recolección de aguas residuales mediante su tratamiento para reúso industrial, agrícola y urbano” dijo Gerald Ross, presidente de ALADYR.
De acuerdo con la misma investigación de la CAF sobre la situación hídrica latinoamericana, 430 millones de personas no tienen acceso seguro a saneamiento y más de 300 millones en las urbes no tienen sistema de alcantarillado. A esto se suma que el Banco Mundial estima que esta parte del mundo sólo trata entre un 30% y un 40% el agua residual que capta.
Sobre estos números que suponen avalanchas de desechos cloacales inundando al medio ambiente y contaminando a las fuentes de agua, el presidente de la Asociación destacó que las tecnologías ofrecen la oportunidad de transformar esta amenaza que se cierne sobre la salud y la sostenibilidad en una oportunidad para enfrentar la sequía y las mayores demandas de agua que se proyectan en la región.
“Las tecnologías de tratamiento han avanzado tanto que nos permiten tomar los peores residuos cloacales y llevarlos a una calidad superior a la que se comercializa embotellada para consumo humano y con costos competitivos. Entonces, es imperativo que las legislaciones se adapten a estas posibilidades porque necesitamos revalorizar las aguas residuales tanto para dejar de contaminar como para generar el recurso hídrico que demandan las industrias, la agricultura y el riego en las ciudades” explicó Ross.
Añadió que la experiencia internacional ha demostrado que la recuperación de recursos de aguas residuales en forma de energía, agua y biosólidos, representan un beneficio económico y financiero que contribuye a la sostenibilidad de estos sistemas y las empresas de agua que los manejan.
“Además del tema de salubridad respecto al tratamiento de las aguas residuales, el cambio climático nos compele a no desaprovechar más este recurso. Muchas urbes latinoamericanas no serán viables en el corto y mediano plazo sino revalorizan sus residuos cloacales y esto comenzará a sentirse en la economía y calidad de vida sus habitantes” advirtió.
Respecto a la inversión necesaria, detalló que, según el Banco Interamericano de Desarrollo, BID, será poco probable cumplir con la meta del Objetivo de Desarrollo Sostenible número 6 de agua limpia y saneamiento para 2030 aún si se triplican los presupuestos en esta área, pero que esto, lejos de desmotivar a las autoridades debe ser un llamado de atención para multiplicar los recursos y los esfuerzos destinados a esta área prioritaria.
Para finalizar, el representante de ALADYR declaró que la Asociación seguirá ayudando a visibilizar este problema y ofreciendo su acompañamiento técnico a los sectores público y privado para la pronta aplicación de las soluciones de tratamiento para alcanzar la sostenibilidad hídrica.