Sedigas publica datos contundentes para afianzar la producción española de biometano
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La Asociación Española del Gas, Sedigas, en colaboración con PwC y la consultora especializada Biovic han expuesto este jueves 12 de enero algunas de las principales conclusiones extraídas de su nuevo informe colaborativo "Estudio de la capacidad de producción de biometano en España", donde han analizado el potencial de este gas renovable en España.
El estudio espera aportar conocimiento que ayude en la definición de sus planes de desarrollo y en la estrategia nacional de descarbonización
El análisis supone una actualización de las últimas cifras calculadas en 2018 por el Instituto de Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), que situaban el potencial disponible de biometano entre los 20 y 34 TWh anuales en el año 2030, lo que podría suponer entre un 5% y un 9% de la demanda anual gas. El origen de esta diferencia radica en que los datos del IDAE no incluían los cultivos intermedios, así como los residuos forestales y otros biológicos de más difícil aprovechamiento, pero con un gran potencial, que ahora sí han sido considerados.
En éste remarcan como la oportunidad de que España se convierta en futuro hub gasista europeo mediante el desarrollo de gases renovables, como el biometano y el hidrógeno verde, es cada vez más evidente. En concreto, el biometano se perfila como una de las grandes claves, no solo para la transformación del mix energético a corto plazo, sino también para avanzar hacia la descarbonización de la economía.
España podría producir 163 TWh de biometano al año
Las principales conclusiones extraídas son que España cuenta con un potencial de producción de biometano de 163 TWh/año, una cifra que permitiría cubrir en torno al 45% de la demanda nacional de gas natural y cuyo desarrollo podría haber supuesto un ahorro de unos 4.000 millones de euros a los consumidores en su factura energética en 2022, por la reducción de las compras a países terceros.
Tal y como afirma Joan Batalla, presidente de Sedigas "el biometano se erige como una apuesta segura cuyas características lo hace perfectamente intercambiable con el gas natural sin necesitar instalaciones adicionales, ayudando a contribuir a la descarbonización e independencia energética. El estudio ha ayudado a identificar barreras y oportunidades que esperamos permitan hacer realidad su potencial en un año crucial, tanto por la coyuntura energética como la revisión del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima".
Agrega que el desarrollo de esta fuente de energía está íntimamente ligado al mundo rural, pues los residuos ganaderos y agrícolas son una de las principales materias primas para su producción. “El despliegue de este enorme potencial, no solo aportaría una gran riqueza a la economía nacional, sino que contribuiría a solucionar dos desafíos históricos de nuestro país: la gestión eficiente de los residuos y el reto demográfico en la España vaciada”, añade.
Se ha estimado para este país que la producción de biometano supondría un importante impulso al desarrollo socioeconómico local, ya que conllevaría la puesta en marcha de 2.326 plantas especializadas a lo largo de todo el territorio, con una inversión asociada estimada de 40.500 millones de euros -el equivalente al 3,6% del PIB- y la generación de cerca de 62.000 empleos, entre directos e indirectos, asociados a su operación y mantenimiento.
Se evitaría la emisión de 8,3 millones de toneladas de metano que, de otra manera, se liberarían a la atmósfera de forma natural por la descomposición de los residuos reutilizados para generarlo
Revalorizar el sector primario
Más allá de la oportunidad para España en su conjunto, el estudio también pone el foco en la capacidad potencial de producción de biometano a nivel regional, condicionado por factores como la tipología de residuos disponibles, su cantidad, la densidad de población o la superficie destinada a actividades primarias, entre otros.
Naiara Ortiz de Mendíbil secretaria general de Sedigas remarca que "la mayor parte de recursos provienen del sector primario y fomenta la economía circular". Respecto la capacidad potencial de producción Castilla y León lidera el ranking con 37,78 TWh que representan el 23,2% del total. Le siguen Andalucía, con 23,62 TWh (14,5%) y Castilla-La Mancha, con 20,37 TWh (12,5%). Entre las tres, por tanto, acaparan la mitad (50,2%) del total del potencial nacional. El ‘top 5’ lo completan Aragón, con 17,62 TWh y Cataluña, con 14,46 TWh.
Principales barreras al despliegue del biometano
Entre las principales barreras regulatorias identificadas por Sedigas se incluyen la falta de un marco legal y normativo que regule de forma eficaz y con incentivos y cuotas ambiciosas (y alineadas con el objetivo europeo de que un 10% del consumo de gas sea biometano) esta actividad; la incapacidad de disponer de un acceso competitivo a los residuos; o, un marco normativo y fiscal que sea capaz de regular los usos del biometano que no estén relacionados con aplicaciones estrictamente eléctricas, como sería la inyección en la red gasista.
Óscar Barredo, socio de Energía de PwC, remarca que "el biometano ya mismo puede ser rentable y se van a viabilizar numerosos proyectos ahora mismo aún a falta de incentivos económicos y fiscales, pero son necesarias las medidas de apoyo para dar seguridad y una señal de precio adecuada al promotor". Las principales barreras identificadas en el ámbito económico y fiscal están relacionadas con la ausencia de incentivos específicos de apoyo a la producción, inyección en red y consumo de biometano; los impuestos asociados tanto a la generación (como el que grava el autoconsumo), como al punto de consumo; y, los costes logísticos derivados de la alta dispersión de los residuos.
Barredo agrega que "se requiere un marco especifico que permita canalizar todo su potencial y acelerarlo. Tenemos que ser capaces de permitir que el biometano sea partícipe en el cumplimiento de los objetivos ambientales". Las medidas propuestas por el estudio para acelerar la tramitación administrativa incluyen la definición de proyectos de interés estratégico para la transición energética y la creación de una oficina coordinadora o de seguimiento de estos en el MITECO; el incremento de los recursos económicos necesarios para la tramitación de expedientes autorizadores; el fomento de la figura de Encomienda de Gestión en materia de medio ambiente y de energía; o la homogeneización de criterios.
Por último, Batalla ha recordado que“en España, el apoyo por parte de las administraciones ha sido prácticamente inexistente, de ahí la notable diferencia en el crecimiento del sector del biometano a nivel de producción y número de plantas en funcionamiento en nuestro país comparado con otros países de la Unión Europea. Si bien es cierto que se están dando los primeros pasos para el progresivo desarrollo de este vector energético (como la aprobación de la Hoja de Ruta del Biogás), y que esto ha llevado a que a día de hoy haya más de 200 proyectos en desarrollo, siguen existiendo una serie de barreras administrativas, regulatorias, económicas y fiscales que están limitando la inversión en nuevas infraestructuras de producción de biometano, reduciendo la penetración de éste en el sector gasista y perjudicando la economía y el empleo de las zonas donde se podrían desarrollar estos proyectos”.