La nueva Ley de residuos y suelos contaminados, lista para ser presentada en las Cortes
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La vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha destacado el papel de la economía circular como “una pieza básica de nuestro modelo de crecimiento, de creación de riqueza y de generación de empleo” para conseguir los objetivos de ambición climática marcados. Ribera ha inaugurado la jornada “Economía Circular: el momento es ahora” coincidiendo con el Día Mundial del Reciclaje, en el Real Jardín Botánico de Madrid.
En esta jornada en la que se han celebrado varias mesas de diálogo sobre economía circular con la participación de empresas líderes y Administraciones territoriales, autonómicas y locales, Ribera ha adelantado las próximas actuaciones del Gobierno para transformar el modo en que producimos y consumimos y, también, cómo gestionamos nuestros residuos.
Entre estas actuaciones, se remitirá a las Cortes el proyecto de Ley de Residuos y Suelos Contaminados que reemplazará la vigente ley de 2011 y que tiene como objetivos reducir en 2030 un 15% los residuos que generábamos en 2010; incrementar nuestras tasas de reciclado de residuos municipales 5 puntos porcentuales cada 5 años desde 2020; y reducir los recipientes alimentarios y los vasos de plástico de un solo uso hasta un 70% en 2030.
Estos objetivos, “requieren un cambio profundo de la política de residuos. Y este cambio debe empezar, sin duda, por la prevención: hemos de ser capaces de reducir de manera notable la generación de residuos”, ha señalado Teresa Ribera, que ha añadido que “una adecuada gestión de los residuos generados constituye la base de un modelo de economía circular exitoso”, por eso esta Ley exige nuevas recogidas separadas como biorresiduos, textiles, enseres voluminosos, aceites de cocina usados y residuos domésticos peligrosos.
La vicepresidenta ha acabado su intervención haciendo referencia al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que incluye una dotación específica de 850 millones de euros para inversiones en economía circular, que deben servir para “recuperar el tiempo perdido en materia de inversiones en gestión de residuos, pero también para financiar proyectos empresariales innovadores para introducir la circularidad en sus modelos de producción”.
“En definitiva, contamos con un nuevo marco regulatorio, contamos con la posibilidad de movilizar financiación y contamos con empresas dispuestas a liderar el cambio”, ha explicado la vicepresidenta, para quien la economía circular “no es una apuesta de futuro, es ya una realidad cuyo potencial pleno debemos ser capaces de desplegar”, ha concluido.