Lidl obtiene la primera certificación "Residuo Cero" de AENOR en España
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Desde este año, las semanas temáticas de productos de bazar de los supermercados Lidl son más sostenibles. Estas promociones, que se renuevan semanalmente en las 530 tiendas de Lidl en España, concentran alrededor de un centenar de referencias distintas en cada edición, que se comercializan agrupadas en torno a temáticas como el hogar, la jardinería, el automóvil, el deporte o el textil. En total, Lidl gestiona anualmente millones de unidades de productos no alimentarios.
La gestión post-venta del surtido de productos de bazar es un proceso complejo que contempla aspectos como la devolución de las unidades no comercializadas, la gestión de las garantías o la disponibilidad de piezas de reposición para reparaciones. Gracias a la puesta en marcha de un ambicioso proyecto de mejora de este sistema de gestión en 2013, en 2015 Lidl ha reducido a cero los residuos que acaban en el vertedero al final del proceso.
Sostenibilidad a largo plazo
Por la naturaleza de las soluciones adoptadas, los resultados de este proyecto son sostenibles a largo plazo. Además de la eliminación total de residuos destinados a vertedero, los cambios introducidos en la manera de gestionar los remanentes de stock han supuesto la reducción de un 8% de los costes asociados a este proceso y la generación de puestos de trabajo adicionales.
Certificación AENOR de ‘Residuo Cero’
Esta certificación acredita que Lidl gestiona correctamente los productos de bazar (residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, plásticos y textil) que se distribuyen en sus establecimientos en España y que, en caso de no ser comercializados, se recogen, clasifican y recuperan eficientemente de manera centralizada en una plataforma logística. Allí se procesan para su donación, reutilización, reciclaje y valorización, volviéndolos a reintegrar en el sistema como nuevos recursos o materias primas, evitando el vertedero como destino final.
Entre otras ventajas, esta certificación contribuye al ahorro de materias primas, a la sostenibilidad económica y a la conservación de los recursos naturales y los ecosistemas, cuidando el medio ambiente.
La gestión de residuos es uno de los retos ambientales más complejos a los que se enfrentan las sociedades modernas, ya que su incremento a escala global es continuo. De ahí la importancia de valorizarlos de forma adecuada para transformarlos en recursos que contribuyan al desarrollo sostenible.