La economía y el PIB andaluz sufren las consecuencias de la sequía
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El Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía ha tomado conocimiento de un informe de la Consejería de Economía, Hacienda y Fondos Europeos sobre el impacto de la sequía en la economía andaluza, en el que se pone de manifiesto que ésta tiene un mayor grado de exposición directa que la economía española a la situación de sequía. En este sentido, el informe cifra en 2,1 puntos el impacto de la sequía en el crecimiento de la economía andaluza, debido al peso que tiene el sector primario y la industria y servicios vinculados al mismo en Andalucía (que ronda el entorno del 25%), y destaca el hecho de que todos los sectores no primarios están creciendo por encima de la media española.
De hecho, la Junta de Andalucía mantiene la previsión de crecimiento del 1,9% recogida en el Presupuesto de 2023, si bien todos los analistas están revisando al alza las previsiones para este año. Ello significa que, de no estar sufriendo las consecuencias de la sequía, la economía andaluza crecería un 2,1% más, esto es en torno al 4%.
El informe señala que casi el 10% del valor añadido bruto y del empleo en Andalucía (8,9% y 9,6%, respectivamente) corresponden al sector primario y a la industria de la alimentación, lo que representa un peso considerablemente más alto que en España (5,6% y 6,4%, respectivamente). Asimismo, la tercera parte de las exportaciones internacionales de Andalucía (32,4%) corresponden a productos alimenticios, lo que duplica el porcentaje de exportaciones internacionales de alimentos de España (16,5%).
Por otro lado, el informe apunta que, hasta el pasado mes de mayo, se habían registrado fuertes caídas en la producción de hortalizas (-7%), frutales no cítricos (-9,6%) y cereales (-35,2%) con respecto al año 2022. Aún no se conocen las cifras de la campaña de la aceituna y del aceite de oliva, de notable relevancia en el sector agrícola andaluz, según recoge el informe. A consecuencia de esto, también se ha resentido de forma notable la caída de la producción industrial de alimentos en Andalucía (-12,3% interanual hasta mayo), muy por encima de la registrada en España (-2,2%).
Por su parte, la bajada del empleo en el sector primario a consecuencia de la sequía ha sido similar, aunque ligeramente inferior a la del conjunto de España (-9,4% y -9,6%, respectivamente), si bien sí es significativamente mayor en el caso de la industria agroalimentaria. En este sector, el empleo ha caído en Andalucía un 4,5%, mientras en el conjunto de España aumentaba un 5%.
La sequía también está teniendo consecuencias en el tejido empresarial. El número de empresas del sector agrario inscritas en la Seguridad Social en junio ha descendido un 2,9% con respecto al mismo mes del año pasado, una reducción ligeramente superior a la registrada para el conjunto de España (-2,2%). Igualmente, se ha reducido el número de empresas andaluzas que exportan productos alimenticios (-4% interanual hasta abril) más que en España (-2,4%).
Efectos en la inflación
La sequía, tal y como pone de manifiesto el informe, está teniendo también efectos en la inflación. La menor oferta de productos agrarios y de la industria agroalimentaria ha provocado, en este sentido, una significativa subida de los precios, tanto de los alimentos elaborados (16,5% interanual hasta junio, igual que en España) como de los no elaborados (11,5% en Andalucía y un 10,2% en España). El informe señala, no obstante, que el hecho de que los precios estén creciendo más que en España no implica que en Andalucía los precios estén más altos, puesto que la región partía de precios más bajos que en el conjunto de España.
El informe apunta, además, que las actividades industriales y de servicios más vinculadas al sector agrario y la industria agroalimentaria tienen un peso en el valor añadido bruto (VAB) de la economía andaluza del 17,3% y del 15,3% en el empleo regional, respectivamente, lo que, teniendo en cuenta el peso del sector agrario y la industria agroalimentaria en la comunidad, determina una cuantificación global del sector agroalimentario y las actividades vinculadas al mismo del 26,1% del VAB y del 24,8% del empleo regional.
Con estos datos, se concluye que la cuarta parte de la economía andaluza está en mayor o menor medida expuesta a los efectos de la sequía y que, considerando la caída de la producción del sector agrario en 2023 en torno al 13%, cabría estimar un impacto en el crecimiento del PIB de Andalucía del -2,1%, lo que deja las previsiones de crecimiento para Andalucía para este año en torno al 2%. Por ello, se destaca la urgente necesidad de un Pacto de Estado por el agua y las infraestructuras hidráulicas, de enorme importancia para la economía española, pero vitales para Andalucía.