Innovación y economía circular: reinventando la estrategia en sostenibilidad
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Por Ana Gascón, directora de Responsabilidad Corporativa de Coca-Cola Iberia
Llevamos ya varios años familiarizándonos con el término “economía circular”. Cada vez es más evidente que los recursos del planeta son limitados y el modelo de producir, usar y tirar ya no resulta sostenible en el tiempo. Desde que Coca-Cola llegara a España en 1953, a lo largo de estos 66 años, hemos sido testigos del cambio social, industrial y también ambiental que ha vivido nuestro entorno. Ya no solo importa qué hacemos, sino también cómo lo hacemos y qué impacto tenemos en nuestro entorno. Hoy los ciudadanos están mejor informados, más comprometidos con las causas sociales y son más exigentes con las marcas, lo cual nos estimula para mejorar y seguir innovando y trabajando para que nuestro negocio y nuestras marcas sean más sostenibles.
Es por ello que, desde Coca-Cola en España, estamos dedicando gran parte de nuestros esfuerzos no solo en crear un modelo de negocio más sostenible, sino también en llevar esa apuesta por la sostenibilidad a todos y cada uno de nuestros ámbitos de actuación. Apostar y poner el foco en la innovación es absolutamente fundamental en este sentido, pues creemos que el éxito empresarial y la sostenibilidad van de la mano.
Queremos que nuestro negocio crezca de una manera responsable, así como que nuestros empleados y accionistas se sientan parte de una compañía comprometida en materia social y ambiental. Teniendo este principio siempre en mente, en nuestra estrategia de crecimiento como compañía total de bebidas, los avances de Coca-Cola en España hacia un mundo sin residuos se materializan desde todas las áreas de la compañía. Bajo este compromiso, hace tiempo que decidimos utilizar nuestra presencia en más de 200 países y territorios, así como la fuerza de nuestras marcas, para ayudar a construir un mundo más sostenible para las generaciones futuras. Así nace “Avanzamos”, nuestra estrategia de sostenibilidad para Europa Occidental con objetivos para el año 2025. Sobre la base de muchos años de trabajo en esta materia y desarrollado a través de una estrecha consulta con nuestros grupos de interés, el plan coloca a la sostenibilidad en el corazón de nuestra estrategia empresarial. De esta forma, no solo queremos quedarnos en una mera declaración de intenciones, sino que estamos tomando medidas en seis áreas clave (bebidas, envases, agua, clima, cadena de suministro y sociedad) en las que sabemos que tenemos un impacto significativo y que, juntos, proporcionan una dirección clara sobre cómo pretendemos trabajar con nuestros socios en la cadena de valor para construir un futuro mejor.
Centrándonos de manera específica en el fomento de la economía circular, en primer lugar, debemos tener en cuenta que, según el servicio estadístico de la ONU, en Europa generamos más de 11,23 millones de residuos plásticos al año, dato que indica que el actual sistema productivo de “usar y tirar” ya no funciona. Como líderes de la industria de bebidas, desde Coca-Cola quisimos replantearnos este modelo, especialmente en materia de envases, para encabezar el cambio y ser parte de la solución.
Por eso aplicamos los principios de la economía circular para cerrar el ciclo de los envases y evitar que acaben como residuos, especialmente en los océanos. Nuestras latas, botellas y otros envases son una opción cómoda y segura de transportar las bebidas, pero para que sean sostenibles se han de diseñar y gestionar adecuadamente tras su uso. Se trata de aplicar la economía circular, pues a través de mejores diseños y sistemas de gestión el plástico, el vidrio y el aluminio se pueden reutilizar muchas veces en lugar de emplearse una sola vez y desecharse.
Este trabajo para liderar la transición hacia la economía circular, comienza desde el diseño mismo del envase: que sea 100% reciclable o reutilizable, que incorpore materiales renovables, que contenga más material reciclado o que sea más ligero para emplear la menor cantidad de material posible. En este sentido, los envases de Coca-Cola en España contienen cada vez más materiales reciclados o de fuentes orgánicas: actualmente las botellas se elaboran utilizando un 25% de PET reciclado (a cierre de 2018 era el 20,5%) y el objetivo es que, para 2025, el 50% del PET utilizado sea reciclado. También seguimos centrando nuestros esfuerzos en aligerar los envases. Cuanto menos pesen menos recursos se emplearán en su fabricación y más eficiente será el transporte, contribuyendo a reducir las emisiones de CO2. Por ejemplo, la botella Contour de vidrio rellenable, la más icónica de la marca Coca-Cola, ha pasado de los 372 gramos de sus inicios a los 245 gramos actuales, al tiempo que ha aumentado su capacidad de 200 a 237 ml.
Pero esta labor no queda aquí. Para situarnos a la cabeza del sector en materia de innovación en envases sostenibles hemos puesto el foco en la investigación, como los proyectos que estamos desarrollando desde nuestro Centro de Investigación y Desarrollo en Bruselas, así como la apuesta por tecnologías rompedoras desarrolladas en colaboración con actores claves de nuestro entorno. En este sentido, Coca-Cola forma parte de DEMETO, un consorcio europeo que trabaja en el desarrollo del reciclado químico, que permite el reciclaje de tipos de PET que hoy no se pueden recuperar para el envasado de alimentos y bebidas. También apoyamos de manera contundente a start-ups como Ioniqa Technologies, que ha conseguido transformar los desechos de PET en material virgen para su reutilización para uso alimentario.
Dentro de este afán por introducir en el mercado alternativas a los envases tradicionales, lanzamos en 2009 PlantBottle, un tipo de botella 100% reciclable hecha hasta en un 30% de materiales de origen vegetal. Precisamente, en este formato se comercializan dos de los últimos lanzamientos de Coca-Cola en España, AdeS y Aquarius Raygo. Una tecnología que Coca-Cola comparte ahora con la industria para impulsar el empleo de biomateriales.
Además, como compañía, tenemos el firme propósito de colaborar con distintos actores, públicos y privados, para sensibilizar a los ciudadanos sobre la importancia de avanzar hacia la economía circular. De nada sirve fabricar envases más sostenibles si, tras usarse, no se recuperan y se quedan en la naturaleza como residuo. Por ello, nos hemos propuesto recoger y reciclar el 100% del equivalente a todos los envases que comercialicemos para 2025, con la colaboración de ONG ambientales y organismos públicos y privados. Además, para que el sistema de economía circular funcione, debemos incentivar una mayor concienciación ciudadana sobre la importancia de reutilizar y reciclar, por una mejora de los sistemas de recogida y gestión de los residuos y por el impulso de aquellas investigaciones científicas e iniciativas empresariales que aporten nuevas soluciones. Dentro de este compromiso, en 2018 pusimos en marcha Mares Circulares, nuestro proyecto más ambicioso de limpieza de costas, fondos marinos, sensibilización a la ciudadanía y economía circular en España y Portugal. Recientemente hemos presentado la segunda edición de Mares Circulares, en la que contaremos de nuevo con la colaboración de más de 170 organismos públicos y privados, así como a más de 5.500 voluntarios y 70 barcos pesqueros.
Todos estos proyectos son, sin duda, una clara muestra del compromiso firme de Coca-Cola con la sociedad y el medio ambiente, pero nuestra apuesta por la sostenibilidad y la economía circular va más allá. Sabemos que el agua es un elemento primordial y fundamental no solo para nosotros, sino para el funcionamiento mismo del planeta, por lo que es un recurso que debemos tratar con todo el cuidado que se merece. Nuestro objetivo es proteger la sostenibilidad de nuestras fuentes de agua actuando de dos maneras: reduciendo un 20% el agua que utilizamos en la fabricación de nuestras bebidas para 2025 y reponiendo el 100% del agua contenida en las mismas que usamos en áreas con estrés hídrico. En la actualidad, hemos reducido cerca de un 12% el agua que utilizamos para fabricar nuestras bebidas, mientras que en 2018 repusimos el 113% del agua contenida en las mismas.
También somos conscientes de nuestra capacidad de contribuir al uso de energías limpias y respetuosas con el medio ambiente, pues actualmente el 100% de la electricidad que utilizamos en todos nuestros centros de trabajo en España y Portugal proviene de fuentes renovables. Buscamos constantemente maneras de reducir el consumo, es por eso que hemos mejorado nuestra eficiencia energética con la sustitución de los equipos por otros de nueva generación e incluso producimos nuestra propia energía renovable desde nuestras plantas y espacios de trabajo.
En definitiva, reutilizar, reciclar y reponer exige un compromiso real y contundente por parte de todos. La sociedad en su conjunto lo sabe y desde los organismos internacionales y las compañías se están dando pasos muy importantes para poner la sostenibilidad en el epicentro absoluto del negocio. Los consumidores, no obstante, nos piden más y aún nos queda mucho camino por recorrer. Desde Coca-Cola estamos comprometidos a integrar e interiorizar nuestro modelo de negocio sostenible de manera transversal en todas nuestras áreas de actuación, configurándolo como nuestra principal palanca de innovación y crecimiento.
Subirse al tren de la sostenibilidad no es una opción, sino una obligación para todas aquellas compañías que quieran jugar un papel trascendente en el medio y largo plazo. El desafío es inmenso, pero si empresas, gobiernos, ONGs y ciudadanos unen esfuerzos para resolverlo juntos, un modelo económico circular es posible.
Artículo publicado en el número 216 Julio/Agosto 2019