El GECV intervino en el Congreso de los Diputados reclamando una recuperación sostenible
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“La pandemia es una consecuencia más de nuestro modelo de desarrollo. Necesitamos otro distinto, más sostenible y resiliente frente a futuras crisis sanitarias y de otro tipo, como las que conlleva el cambio climático”, manifestó el vicepresidente del Grupo Español de Crecimiento Verde, Gonzalo Sáenz de Miera, durante su intervención ante la Comisión de Recuperación Económica y Social del Congreso de los Diputados.
El representante del GECV, que agrupa a más de medio centenar de empresas españolas (desde la grandes del Ibex hasta pequeñas y medianas) de los principales sectores productivos, advirtió en su discurso que “nos jugamos mucho en estos momentos, tras la terrible pandemia que asola al mundo, y se nos ofrece la posibilidad de mirar al horizonte con ojos nuevos.”
Sáenz de Miera señaló que, en línea con lo que plantea Europa, el crecimiento sostenible, lejos de ser una barrera al desarrollo económico, es una fuente de mejora de la competitividad, oportunidades de generación de empleo y prosperidad.
El vicepresidente del GECV estructuró su comparecencia en el Congreso de los Diputados en torno a tres mensajes: sin medio ambiente sostenible no existe economía sostenible, hay que apoyarse en programas de estímulo económico de futuro y con efectos duraderos, y pasar de las palabras a los hechos a través de planes ambiciosos y políticas que dirijan la economía en esta dirección.
Para Sáenz de Miera, “los paquetes de recuperación económica que se aprobarán en las próximas semanas “serán los más grandes de la historia, y por su tamaño tendrán la capacidad de redefinir nuestro modelo de crecimiento. Por eso hay que invertir de manera inteligente, evitando errores del pasado”.
Estos programas tienen que apoyar actividades generadoras de inversiones y empleo con vocación de largo plazo, como la descarbonización del modelo energético con fuentes de energía renovables, la aplicación de medidas para avanzar hacia edificios más eficientes y sostenibles, la digitalización y automatización y transformación de los procesos de la industria; la mejora de la gestión del agua, la movilidad eléctrica, los servicios digitales, la gestión de residuos en el marco de la economía circular y el I+D.
Con la crisis de la COVID19 se ha comprobado que el Pacto Verde Europeo, una estrategia de crecimiento basada en la digitalización y la descarbonización, no sólo es acertada, sino cada vez más urgente y necesaria, señaló el portavoz del GECV.
“Estamos en plena revolución tecnológica y las tecnologías limpias son cada vez más competitivas. Hoy las renovables son las tecnologías más competitivas para generar electricidad. Antes de cinco años, comprarse un coche eléctrico será la opción más barata en todos los segmentos”, sostuvo el compareciente. Defendió que “promover una economía verde supone apostar por la competitividad y la creación de empleos duraderos y de calidad, más tecnológicos y cualificados.
También afirmó el vicepresidente del GECV que no debemos llegar tarde a esta nueva revolución industrial cuyo tren ya está en marcha, y ante la que España está muy bien posicionada. “Tenemos muy buenos recursos renovables, empresas bien situadas, tecnología y personas con talento. Y por eso debemos adelantarnos, liderar y aprovecharnos del momento, de nuestros recursos y capacidades. En caso contrario, lo harán otros y volveremos a quedarnos atrás”, subrayó.
El vicepresidente del GECV insistió en que ha llegado el momento de orientar la economía en la dirección adecuada con políticas y planes ambiciosos basados en un amplio consenso. “Necesitamos que se elabore, con amplio consenso político y con los agentes interesados, un plan de transformación de todos los sectores de la economía (el agrario, la energía, el turismo, la movilidad, el comercio) definido con criterios económicos y de sostenibilidad.”
Sáenz de Miera aludió a cuatro ámbitos necesarios: políticas fiscales basadas en el principio de “quien contamina paga”, una potente política industrial y de innovación orientada a liderar los mercados globales, la agilización de los procesos administrativos vinculados al ingente proceso inversor a desarrollar, y una acción decidida en materia de transición justa, como elemento imprescindible. “No podemos permitir que algunas regiones o colectivos no se beneficien de las oportunidades que genera la transición ecológica. Esta transición es para todos. Si queremos aceptación del nuevo modelo, necesitamos generosidad con los afectados.”