La economía circular puede dar solución a la escasez de agua
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El plan de acción de economía circular de la Comisión Europea tiene como objetivo implementar soluciones innovadoras para recuperar y reutilizar los recursos valiosos, y el reciclaje del agua es una de las prioridades. Inspirado en esta tendencia, HYDROUSA es un proyecto de investigación que quiere recuperar agua de fuentes no convencionales y revalorizarla mediante sistemas naturales, impulsando así también la vertiente agrícola y energética de la región mediterránea desde una perspectiva local. El proyecto, financiado por la UE, involucra 28 socios de diez países, está coordinado por la Universidad Técnica Nacional de Atenas (NTUA) y cuenta con la participación de la spin-off de la UAB AERIS.
Este 2021 el proyecto entra en la fase más importante porque todas las soluciones de innovación ya están desarrolladas y operativas, y ahora empezarán a probarse. Durante los próximos dos años se llevarán a cabo experimentos para demostrar que la circularidad puede ser la solución a la escasez de agua, y al mismo tiempo es útil para impulsar el desarrollo agrícola sostenible y la biodiversidad. Las islas griegas de Lesbos, Miconos y Tinos tienen seis sitios de demostración a gran escala de soluciones sostenibles, innovadoras y naturales para el tratamiento y gestión del agua.
En la isla de Lesbos, AERIS, spin-off de la UAB, ha desarrollado e instalado un sistema que permitirá regenerar y valorizar aguas residuales urbanas mediante un tratamiento biológico anaeróbico. Este tratamiento permite reducir la contaminación orgánica del agua, produciendo además energía en forma de biogás. El agua, posteriormente, completa su depuración por medio de un sistema de humedales artificiales. Después de un proceso de desinfección, esta agua, rica en nutrientes, se utilizará para la fertirrigación de un sistema agroforestal. El lodo producido en el reactor anaerobio se compostará y se utilizará como fertilizante, y el biogás se utilizará para alimentar un vehículo con fines divulgativos.
"Se trata, pues, de un sistema de gestión de aguas residuales autosostenible, donde el agua, los nutrientes y el barro producidos se reutilizan con importantes beneficios ambientales y económicos", explica Óscar Prado, director de AERIS.
A Miconos están desarrollando sistemas de recogida optimizados de agua de lluvia. En el pequeño pueblo de Ano-Mera, un área agrícola remota, se está probando un sistema de recolección subterránea de agua de lluvia. Esta agua se utiliza para regar un campo de orégano, que luego se revaloriza para producir aceites esenciales. En otro sistema, el agua de lluvia y la escorrentía superficial están recolectando en el acuífero durante la estación húmeda, y se utilizan para la producción de lavanda durante la estación seca.
Finalmente, en Tinos se buscan soluciones naturales y sostenibles para tratar y recuperar agua y productos valiosos. Por un lado, se está probando un sistema natural de desalación basado en los principios de evaporación y condensación, combinado con un invernadero para producir frutas tropicales, que se consumirán localmente. Este sistema, basado en los manglares, produce agua de riego y sal comestible. Se ha desarrollado, además, una instalación ecoturística que presenta un ciclo de gestión autosuficiente de agua, energía y alimentos.