Día Mundial del Agua: Acelerar el cambio gota a gota

A solo siete años de llegar al 2030, aún seguimos muy lejos de conseguir agua y saneamiento gestionados de forma segura para todos, esa promesa con la que el mundo se comprometía en 2015, tras establecer los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda para 2030.

Sin embargo, aún miles de millones de personas, escuelas, empresas, centros de salud, granjas y fábricas se ven restringidas por no haber cumplido sus derechos humanos al agua y al saneamiento, asegura la Organización de las Naciones Unidas en su campaña para el Día Mundial del Agua que se celebra hoy, 22 de marzo, siendo esta una “oportunidad única para unir a la sociedad en favor del agua”.

Lejos del ODS 6

Entre los datos que prueban la realidad de la crisis del agua y el saneamiento, la ONU destaca que cada año 1,4 millones de personas mueren y 74 millones ven acortada su vida a causa de enfermedades provocadas por condiciones deficientes en las esferas del agua el saneamiento y la higiene; 1 de cada 4 personas carecen de agua potable segura; la mitad de la población mundial carece de sistemas de saneamiento seguros; 494 millones de personas aún defecan al aire libre; y 1.800 millones de personas son atendidas o trabajan en centros de atención sanitaria que carecen de servicios básicos de agua.

Por otro lado, el 44% de las aguas residuales domésticas a nivel mundial no se tratan de forma segura; el agua de los humedales, que se consume mayoritariamente (72%) para fines agrícolas, ha llevado a que desaparezcan más del 50% de ellos desde 1900; y se prevé que la demanda mundial de agua por extracción aumente un 55% de aquí a 2050, principalmente por parte de la industria manufacturera que prevé un aumento del 400%. También se menciona a los sistemas de generación eléctrica, que consumen un 43% de todo el agua que se extrae en Europa y casi el 50% en el caso de Estados Unidos.

Estas alarmantes cifras dan cuenta de la importancia de “acelerar el cambio”, tal y como señala el lema de la efeméride este 2023. Para ello, gobiernos e instituciones deberán trabajar una media de cuatro veces más rápido para cumplir con el ODS de aquí a 2030, pero de ninguna manera podrán resolver la situación por sí solos. El agua afecta a todos, por lo que todo el mundo debe actuar: familias, escuelas, comunidades, y personas individuales han de cambiar la forma en que utilizan, consumen y gestionan el agua en sus vidas; deben “ser el cambio que quieren ver en el mundo”.

Solucionar el problema "gota a gota"

Para dar impulso a esta acción individual como forma de reaccionar ante la crisis del agua y el saneamiento, las Naciones Unidas han utilizado una antigua fábula procedente del un pueblo quechua del Perú sobre un colibrí que, mientras el resto de animales huían despavoridos a ponerse a salvo de un incendio en el bosque, este hacía todo lo que podía y daba viajes una y otra vez al lago transportando gotas de agua para ayudar a apagar las llamas. Sacando la moraleja, lo que la organización pretende es concienciar sobre la importancia de solucionar el problema “gota a gota”, puesto que todas las acciones que se lleven a cabo, por pequeñas que sean, contribuirán a resolver la crisis del agua.

Por tanto, se insta a la población a colaborar con pequeñas acciones individuales como ahorrar agua con duchas más cortas, no dejando el grifo abierto al cepillar los dientes, lavar los platos o preparar la comida; consumir productos locales y de temporada, que hayan sido elaborados utilizando menos agua; o dejar de contaminar, evitando tirar residuos de comida, aceites, medicamentos y productos químicos por el inodoro o los desagües, siendo estos los tres compromisos personales más comunes en Europa.

Se propone también tirar de la cadena con seguridad, arreglando las fugas de las tuberías de agua y residuos, vaciando las fosas sépticas llenas y denunciando los vertidos de lodos; proteger a la naturaleza, plantando árboles, creando huertos y utilizando soluciones naturales para reducir el riesgo de inundaciones y almacenar agua; y limpiar, participando en la limpieza de ríos, lagos, humedales o playas de nuestra localidad.

Por último, insiste en la comprensión de los problemas, e invita a la población a romper tabúes, hablando de la relación fundamental entre los retretes el agua y la menstruación; ser curiosos, averiguando de dónde viene el agua y cómo se comparte; y ejercer presión, escribiendo a los representantes con iniciativas para mejorar la gestión del agua.

Estas promesas de individuos contribuirán a una Agenda de Acción del Agua, que contará también con compromisos a mayor escala de gobiernos, empresas, organizaciones, instituciones y coaliciones, que se reunirán para debatir y poner en marcha acciones que impulsen la consecución de avances, en el marco de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Agua 2023, que se celebra en Nueva York del 22 al 24 de marzo.

"La Conferencia debe dar lugar a una agenda de acción que otorgue a este elemento vital de nuestro planeta, el compromiso que se merece", asevera António Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas.

No obstante, tan importante es la participación activa mediante acciones que contribuyan a hacer frente a los desafíos hídricos, como con la organización de actividades de educación y concienciación. En el Día Mundial del Agua, la ONU insta a la sociedad a aprender sobre la crisis del agua, profundizar en los datos, ahondar en los problemas, descubrir los temas que se debatirán en la conferencia, consultar informes y análisis; y también, a compartir en redes sociales, para fomentar el debate y la sensibilización.