Colaboración para un nuevo horizonte en la gestión de los residuos
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En la primera edición de Future4 Circularity, congreso organizado por RETEMA y que reunió el pasado 22 de febrero a los principales protagonistas del sector de la gestión de residuos y economía circular en España, el papel de la colaboración tuvo un protagonismo principal. Muestra de ello es que el evento contó con un panel de debate dedicado en exclusiva a ello, y con el título de “Colaboración para una economía circular” reunió a cuatro expertos de primer nivel: José María Fernández Alcalá, director de Economía Circular de Ihobe; Isaac Peraire, director general de la Agencia de Residuos de Cataluña; María José Delgado, directora general del Parque Tecnológico de Valdemingómez y José Caraballo, consejero delegado de Aborgase.
Los protagonistas de este segundo bloque debatieron sobre los principales desafíos y oportunidades que enfrenta la implementación de prácticas sostenibles en la gestión de residuos, asentada sobre la colaboración entre los diferentes actores involucrados en la economía circular, incluyendo empresas, instituciones gubernamentales y organizaciones de la sociedad civil.
El fin del modelo lineal precisa de trabajo conjunto
José María Fernández aprovechó su intervención en la mesa de debate para esclarecer que “si hemos estado tantas décadas en un modelo lineal es porque aumentaba el beneficio, por lo que si no hacemos las transformaciones económicas oportunas no vamos a conseguir avanzar hacia hacia la circularidad. Circularidad debe ser igual a competitividad y va a haber que reformular necesariamente los modelos de negocio”.
Isaac Peraire, director general de la Agencia de Residuos de Cataluña, por su parte enfatizaba que son importantes todos los agentes de la cadena de valor más allá del mundo del reciclaje o la gestión de los residuos. Junto con ello, el dirigente ponía el acento sobre la necesidad de fijar un objetivo claro, “un horizonte para la economía circular que no se base únicamente en reciclar, sino un paradigma que afecte a la totalidad de agentes más allá del mundo de la gestión de los residuos”.
Los expertos destacaron la importancia de la innovación y la inversión en tecnologías limpias para optimizar la gestión de residuos y reducir su impacto ambiental.
Desde la perspectiva del Parque Tecnológico de Valdemingómez, María José Delgado insistía en que “debemos seguir apostando por la biometanización, de manera que la materia orgánica pueda aprovecharse, así como la valorización energética de los rechazos”. En general, la experta se ha referido a la innovación y la colaboración entre empresas como pilar fundamental para el futuro. “Con esta formula se podrá avanzar en mejoras técnicas que permitan que en los procesos de clasificación se incrementen los materiales recuperados”.
Para completar lo expuesto con anterioridad, José Caraballo insistió en la necesidad general de avanzar en economía circular con urgencia. “La colaboración es fundamental, Aborgase es un eslabón en la cadena y solo el trabajo conjunto nos va a permitir alcanzar los objetivos marcados, además de la educación y la concienciación. No podemos hacerlo solos”.
Aprovechando que los cuatro participantes representaban cada uno a una comunidad autónoma distinta, Madrid, Cataluña, Andalucía y País Vasco, aprovecharon para exponer sus hojas de ruta y las principales palancas de cambio que se están utilizando en cada uno de estos territorios.
Vanguardia tecnológica para propiciar el cambio
Posteriormente, Patricia Ruiz, periodista de RETEMA y moderadora del evento, preguntaba por las ventajas a futuro que proporcionarán la transferencia tecnológica y el conocimiento adquirido hasta el momento. A tal respecto, María José Delgado respondía que “nos hace falta colaboración y corresponsabilidad entre todas las administraciones públicas, pues la gestión de los residuos está diseñada a nivel comunitario. Nuestra posición es asumir esa política y avanzar en el cumplimiento de los objetivos de reciclaje y reducción de vertido por difíciles que sean”.
Al hilo de lo anterior, Isaac Peraire esclarecía que “debemos tomar decisiones, aunque si las hubiéramos tomado antes, como por ejemplo la recogida separada de materia orgánica, ya contaríamos con una dilatada experiencia. Aún con ello estamos a tiempo de avanzar y alcanzar los objetivos marcados”.
José Caraballo, por su parte, añadía que “tenemos que ser ambiciosos para que el tratamiento sea lo más sostenible posible y encontrar oportunidades dentro de nuestro modelo de gestión, asociado a la valorización de las diferentes fracciones de residuos”.
Para clausurar el diálogo, José María Fernández exponía que “seremos fuertes en economía circular si las personas que están en las empresas son fuertes en los conocimientos y habilidades necesarias en materia de economía circular. Esto es un reto muy transformador y va a obligarnos a intervenir en muchos niveles, tenemos que pasar de la preocupación a la acción. Más que colaborar debemos acompañar a los diferentes agentes”.
A modo de resumen, el segundo panel concluyó con la puesta en común de una idea principal: la implementación certera de una economía circular requerirá indispensablemente de la colaboración entre los diversos actores de la cadena. Será esencial promover la innovación, la inversión y la adopción de prácticas sostenibles para construir un futuro próspero para el sector.