Así se cierra el círculo: producción sostenible de biogás con AMANDUS KAHL
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El estiércol sólido, los residuos de cultivos como la paja, el material de conservación del paisaje y los residuos verdes tienen un gran potencial de producción de biogás. El estiércol de pollo, la harina de carne y huesos y los excrementos de las granjas de insectos proteaginosos son adecuados para la generación de energía. La pretrituración mecánica de la materia prima es la forma más eficaz de optimizar la conversión de la materia orgánica en biogás. El molino granulador de AMANDUS KAHL es ideal para desfibrar las materias primas mencionadas.
Máximo rendimiento de gas gracias a la preparación óptima del sustrato
Para acondicionar el sustrato, el material de entrada se alimenta desde una tolva dosificadora al molino granulador en estado húmedo entre 15% - 70 %, siendo 40% - 50 % un contenido de humedad óptimo. Para conseguir un contenido de humedad ideal sin aporte adicional de energía, se puede mezclar por ejemplo paja muy húmeda con biomasa seca, p.ej. cáscara de avena.
El producto orgánico se dosifica uniformemente en el molino granulador. Cae sobre la matriz por efecto de la gravedad y se desfibra por los rodillos que ruedan sobre él. Luego la biomasa se mezcla con estiércol licuado en un depósito agitador y se bombea al fermentador de la planta de biogás. La desfibración aumenta la superficie y presiona el aire fuera del producto. Esto proporciona a las bacterias de la planta de biogás una mayor superficie de ataque. Si no se expulsa el aire, el sustrato flota en la parte superior del fermentador y dificulta el trabajo de las bacterias. La trituración previa con el molino granulador puede aumentar la producción de gas de una planta de biogás entre un 25 % y 30 % sin que sea necesario aumentar el volumen del fermentador. Para obtener el mismo rendimiento de gas, sólo se necesitan 17 días utilizando paja desfibrada, frente a los 30 días en el caso de paja cortada.
Círculo de eficiencia
La integración de una prensa pelletizadora, compactando el residuo de fermentación en pellets tras la fermentación, aumenta aún más la eficiencia y permite el reciclaje completo del material. Mediante la adición de determinados minerales, los pellets mejoran energéticamente y pueden utilizarse como abono de alta calidad en la agricultura. Se crea así un círculo cerrado que se autoabastece gracias a la planta de biogás.