AINIA investiga la aplicación de bacteriófagos para prevenir la salmonella en envases sostenibles para productos cárnicos
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La economía circular y la gestión sostenible de los recursos son conceptos cada vez con mayor presencia en los procesos de la industria alimentaria. Las empresas de alimentación, conscientes de la importancia de su contribución al medio ambiente, están trabajando desde diferentes ámbitos en la lucha contra el cambio climático. En este sentido, la búsqueda de nuevos envases para alimentos y bebidas más sostenibles tiene un gran protagonismo.
Sin embargo, los materiales biodegradables que se utilizan actualmente en el envasado de alimentos, todavía no han alcanzado las propiedades de seguridad y durabilidad de los envases convencionales. El proyecto REFUCOAT, en el que participa AINIA, está trabajando en el desarrollo de nuevos envases biobasados que incorporen recubrimientos híbridos con propiedades barrera a gases, antioxidantes y antimicrobianas, para poder ser utilizados en films y bandejas para alimentos.
En concreto, AINIA está investigando, junto a la empresa Manor Farm, en la incorporación de sustancias antimicrobianas, incluidos bacteriófagos para reducir o limitar la proliferación de microorganismos (aumento de vida útil), así como para prevenir la salmonella en el envasado de pollo (seguridad alimentaria).
Los nuevos recubrimientos híbridos funcionales que se están desarrollando en el marco del proyecto REFUCOAT, podrán sustituir a las opciones más convencionales que suponen un proceso de reciclaje complejo y costoso. Según Concha Bosch, del departamento de tecnologías del envase de AINIA: "las soluciones en las que estamos trabajando corresponden a las innovaciones más disruptivas para lograr la transferencia al sector e impulsar en la industria el avance de la economía circular, pero sin renunciar a la funcionalidad del envase alimentario".
Con una duración de cuatro años, el objetivo del proyecto REFUCOAT, es desarrollar diferentes envases totalmente reciclables y biodegradables, para su uso en alimentos como pollo, pan rallado y patatas fritas, que cumplan con las características de seguridad necesarias para lo que: “Dependiendo del factor principal que afecte a la degradación de cada alimento (humedad, oxígeno, proliferación de microorganismos, etc.), las características del envase y el proceso de desarrollo serán diferentes. Estos envases finales tendrán propiedades mecánicas, térmicas y barrera adecuadas, por lo que supondrán una alternativa sostenible a los actuales envases barrera multicapa”, ha añadido Concha Bosch.
AINIA participa en el proyecto europeo Horizonte 2020 REFUCOAT, liderado por AIMPLAS, junto con MIPLAST, IRIS, MANOR, DACSA, GRUPO APEX, BIOPOLIS, THÜNEN, CIB-CSIC, EUFIC y Fraunhofer.