Una gran alianza para las ciudades

Los conocidos como Sistemas Urbano de Drenaje Sostenible (SUDS) permiten dotar a los entornos urbanos de capacidad para mitigar los efectos del cambio climático con tecnologías que replican sistemas naturales.
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31-12-2024
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El calentamiento global está produciendo que la intensidad de las lluvias torrenciales se esté multiplicando con el paso de los años. Estamos viviendo en todo el planeta un agudizamiento de los efectos climáticos extremos, siendo cada vez más habituales los desastres producidos por episodios de lluvia extrema.

En la actualidad, más de la mitad de la población mundial – 4400 millones de personas- vive en las ciudades. En el año 2050, se espera que la población urbana se llegue a duplicar, lo que representa 7 de cada 10 personas que habitarán en el mundo aproximadamente.

Los siniestros climáticos debidos a daños provocados por fenómenos atmosféricos, hicieron que las aseguradoras tuvieran que pagar 847 millones de euros en indemnizaciones. Este dato se incluyó en el informe “El seguro y la sostenibilidad climática en 2023”, elaborado por Estamos Seguros, una iniciativa para la divulgación de la cultura aseguradora de Unespa.

 

Los entornos urbanos actuales son muy sensibles a los episodios de lluvias torrenciales. La mayor parte de su superficie está cubierta por materiales que tienen una baja permeabilidad.

 

Los entornos urbanos actuales son muy sensibles a los episodios de lluvias torrenciales. La mayor parte de su superficie está cubierta por materiales que tienen una baja permeabilidad como son: el asfalto, el hormigón y los materiales impermeables de las cubiertas de los edificios. Esto hace que la precipitación acumulada en un corto período de tiempo sea conducida a lo largo de las vías, propiciando que los sistemas de saneamiento no sean capaces de transportar todo el volumen de agua, que no han sido capaces de drenar los entornos urbanos.

Además, los primeros minutos de lluvia pueden llegar a ser muy contaminantes, ya que podrían arrastrar la contaminación existente tanto en la atmósfera, como en el suelo, (con motivo de las basuras, deposiciones de animales, grasa y aceites) que pudieran existir. Esto supondría es un gran peligro para los ecosistemas fluviales aguas abajo de las ciudades.

De hecho, muchas regiones que padecen escenarios de estrés hídrico perennes, no se han librado de sufrir intensas lluvias; provocando daños elevados en infraestructuras y llegando a producir numerosas pérdidas humanas. Muchos países están tomando acción y por tanto desarrollando grandes proyectos para mitigar estos devastadores efectos.

 

Aunque pueda parecer una solución puntual, la implantación generalizada de sistemas urbanos de drenaje sostenible, reduce cuantiosamente el caudal punta de escorrentía recogido por las infraestructuras actuales.

 

Los grandes aliados para mitigar los graves efectos de los fenómenos meteorológicos adversos son los conocidos como “Sistemas Urbano de Drenaje Sostenible” (SUDS). Estos sistemas permiten reducir, en origen la cantidad de agua de lluvia que llega a los sistemas de saneamiento, evitando posibles catástrofes por inundaciones en los entornos urbanos y protegiendo así a las personas que habitan en las ciudades.

Los SUDS se consideran soluciones basadas en la naturaleza (SBN). Su principal objetivo, es dotar a los entornos urbanos de tecnologías que repliquen sistemas naturales, los cuales sean capaces de mitigar los daños provocados por las lluvias torrenciales en los ecosistemas. Además, representan una magnífica oportunidad para impulsar una nueva forma de gestión hídrica de las aguas pluviales en las ciudades. Facilitando el acceso a agua para riego, baldeo de calles y usos urbanos de consumo de agua.

 

Los SUDS son soluciones sinérgicas con los sistemas de drenaje urbano convencionales. La integración de estos sistemas permitirá reducir el caudal circulante por estas redes, así como, una reducción importante de la contaminación del agua.

 

La integración de estos sistemas conlleva un planeamiento proactivo de las entidades municipales para incluirlos en los futuros planes urbanísticos. Así como, una reordenación urbanística que mitigue los efectos adversos de las lluvias torrenciales. Para ello, se deberán establecer estrategias de trabajo colaborativas entre diversos actores sociales, fomentando la participación ciudadana. Esto conseguirá garantizar la identificación de las áreas prioritarias y una mayor armonía paisajística que impulse entornos con una gran biodiversidad. 

Aunque pueda parecer una solución puntual, la implantación generalizada de estos sistemas, reduce cuantiosamente el caudal punta de escorrentía recogido por las infraestructuras actuales. 

Sin embargo, los SUDS son soluciones sinérgicas con los sistemas de drenaje urbano convencionales como son: tanques de tormentas, laminadores, etc. Por ello, la integración de estos sistemas permitirá reducir el caudal circulante por estas redes; así como, una reducción importante de la contaminación del agua gracias a los filtros instalados en dichos SUDS.

Por ello, un gran número de ciudades en todo el mundo están optando por generalizar la implantación de soluciones, que apuestan por la integración de sistemas de drenaje urbano sostenible, junto con el aumento de la superficie vegetal. Este nuevo modelo, busca la renaturalización de las grandes urbes para mejorar la calidad de vida de las personas que viven en ellas. 

De este movimiento, surgió el concepto de las denominadas “Ciudades Esponja”. Este modelo de ciudades fue propuesto en el año 2000 por el arquitecto Yu Kongjian, para mitigar y absorber el agua procedente de los eventos de lluvia extrema, que reciben un gran número de ciudades chinas.

Este concepto de urbanismo bioclimático, busca mitigar los efectos destructivos como: inundaciones, riadas y crecidas de los cauces en los entornos urbanos. Para ello, se contemplan SUDS basados en la naturaleza (SBN), que mitiguen los efectos adversos en núcleos poblaciones donde predominen los pavimentos de asfalto y hormigón.

Las soluciones de drenaje urbano sostenible que se han ido adoptando, tanto en las “Ciudades Esponja” como en aquellas en las que se han ido incluyendo estos sistemas en sus normativas urbanísticas son: la integración de techos verdes en los edificios, jardines de lluvia, pavimentos permeables, zanjas de infiltración, depresiones de retención, etc.

Grandes ciudades de todo el mundo, como Nueva York, San Francisco, Vancouver, Londres o Ciudad del Cabo están desarrollando políticas que impulsan el tratamiento sostenible de superficies, mediante filtración, captación y reaprovechamiento del agua. Además, el concepto de “Ciudades Esponja” está ampliamente implantado en multitud de ciudades chinas que lo han ido integrando en su mega desarrollos urbanísticos, lo que ha propiciado una evolución gracias a las experiencias de estas soluciones innovadoras. 

Ante el gran crecimiento que se prevé de los entornos urbanos, es muy necesario impulsar modelos de desarrollo urbanístico que sean capaces de mitigar los efectos adversos de los fenómenos extremos debidos al cambio climático. De hecho, cada vez es más necesario legislar normativas que tomen acción para proteger a las personas que habitan los entornos urbanos.

 

Ante el gran crecimiento que se prevé de los entornos urbanos, es muy necesario impulsar modelos de desarrollo urbanístico que sean capaces de mitigar los efectos adversos de los fenómenos extremos debidos al cambio climático.

 

La educación y divulgación son pilares fundamentales para que la sociedad tome consciencia de la necesidad de acercarnos a la naturaleza cada día, preservando el gran legado que recibimos de nuestros antepasados. Conocer los efectos producidos por nuestra actividad y sus consecuencias, ayudará a continuar con el proceso de transformación necesario para revertir el paradigma climático actual.

Estamos ante una gran oportunidad de poder trabajar conjuntamente en la mitigación de los efectos adversos producidos por el cambio climático. Por ello, todas las personas que habitamos este planeta somos responsables de asegurar un futuro digno a las generaciones venideras y que puedan continuar disfrutando de las fantásticas bondades que nos regala nuestro planeta.

Como dijo el gran filósofo griego Aristóteles, “en todas las cosas de la naturaleza hay algo maravilloso”.