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En marzo de 2021 el Gobierno de Castilla-La Mancha aprobó la Estrategia de Economía Circular en Castilla-La Mancha con importantes retos por delante y con la necesidad de implementar un conjunto de ideas que lleven a la realización de cambios reales.
Nuestra región quiere ser pionera, no solo en la elaboración de una Ley de economía circular, sino en su puesta en marcha, acelerando esta transición tan importante y tan necesaria hacia un nuevo modelo de producción y consumo.
Casi de manera inmediata aprobamos también el plan de acción 2021- 2025 que pretende ejecutar lo ya plasmado en la Estrategia, y que identifica a los actores encargados de hacerlos realidad liderando los cambios.
La Estrategia de Economía Circular de nuestra comunidad autónoma tiene cuatro ámbitos de actuación diferenciados que son aquellos que, tras el diagnóstico, se pusieron de relieve como sectores de interés, no sólo por lo relevantes que son en el ámbito económico y social de la región, sino también porque pueden contribuir de manera significativa a los objetivos que se fijan para alcanzar la circularidad buscada. Estos sectores son el agroalimentario, el de la construcción y la demolición, el sector Industrial, y el sector turístico.
A través de ellos, buscamos la forma de implementar la economía circular en su desarrollo, posibilitando que la gestión de los residuos se produzca de una manera eficaz y eficiente.
De igual forma, la Estrategia define 6 líneas de actuación prioritarias, y una de ellas es precisamente la que se ocupa de la gestión de los residuos, sin duda, una de las piezas claves para seguir avanzando en nuestra transición hacia un modelo de economía circular.
La aplicación de esta línea en los diferentes sectores posibilita una sería de acciones con las que perseguimos el objetivo de avanzar en el reciclado y en el uso y la promoción de materias primas secundarias, siempre desde el impulso de la innovación, y aplicando la tecnología en toda la cadena de gestión.
En el ámbito Agroalimentario son varios las investigaciones que se están llevando a cabo para posibilitar que el residuo que se genera sea implementado, no sólo en el propio sector, sino también en otros ámbitos para conseguir, de esta forma, disminuir a la máxima expresión los residuos generados.
Son varias las colaboraciones que, desde la Consejería de Desarrollo Sostenible, a través de la dirección general de Economía Circular estamos realizando, con charlas, jornadas y eventos para poner de relieve y acercar los principios de economía circular en este sector de gran relevancia.
En paralelo, desarrollamos proyectos novedosos como las declaraciones ambientales de productos realizados en bodegas de nuestra región que están teniendo un importante impacto para impulsar tanto la economía circular en el sector, como la concienciación sobre emisiones y consumos.
Desde la Cátedra de Economía Circular que impulsamos junto a la Universidad de Castilla-La Mancha, también estamos favoreciendo la investigación sobre la gestión de residuos de la industria agroalimentaria concediendo dos becas para que grupos investigadores de nuestra región puedan trabajar junto a las empresas del sector para dar soluciones a la gestión circular de los residuos.
En el sector de la Construcción se han llevado a cabo jornadas sobre la aplicación de la nueva ley de residuos, la importancia de la separación en origen, y la necesidad de las comprobaciones y sanciones cuando sea necesario. Además, se ha hecho especial hincapié en residuos especiales como puedan ser el amianto, y se ha elaborado el Plan de Gestión de Residuos de Construcción y Demolición (RCDS). Todo ello dirigido a impulsar la circularidad en un sector con un gran impacto en la generación de residuos dentro de nuestra región.
En el sector industrial hemos promovido la creación de alianzas de colaboración, así como el impulso de proyectos innovadores con la implicación de em- presas de diferentes ámbitos con el proyecto de Romica Circular en Albacete, o el impulso a los nuevos proyectos de negocio y la generación de productos de alto valor añadido potenciando la bioeconomía forestal mediante la tramitación del Parque Tecnológico Científico de Economía Circular en Cuenca.
Asimismo, hemos creado una plataforma de agentes para facilitarles que puedan interactuar a través del portal web regional de economía circular con diferentes encuentros y exposiciones.
El sector turístico, por su parte, ha protagonizado estudios exclusivos en relación a la implementación de la economía circular en su actividad mediante el análisis detallado de dos zonas en cada una de las provincias de la región, con el objetivo de encontrar sinergias y colaboraciones que impulsen a un sector muy castigado durante la pandemia, pero que cuenta con muchas posibilidades de implementar la economía circular, apostando, por ejemplo por los productos de temporada y cercanía, una manera de reducir residuos y emisiones en su transporte.
Estos estudios se han complementado ofertando una serie de ayudas con fondos propios para la implementación de actuaciones en este ámbito que faciliten la elección de destinos turísticos de aquellas personas que buscan la sostenibilidad.
Fuera de los sectores estratégicos, pero como palanca fundamental y herramienta transversal, consideramos también necesaria la implicación de los municipios y gestores encargados de la gestión de los residuos en función de su competencia siendo, de vital importancia las inversiones destinadas a la implantación de nuevas recogidas separadas y mejora de las existentes; la construcción y mejora de instalaciones específicas para el tratamiento de los biorresiduos recogidos separadamente; la construcción de nuevas instalaciones de preparación para la reutilización y el reciclado de otros flujos de residuos recogidos separadamente, así como las ayudas destinada a la construcción y mejora de las instalaciones de recogida (puntos limpios) en municipios de más de 5.000 habitantes cuyo fin es la consecución de los objetivos incluidos en la Directiva de residuos.
Es decir, buscamos acelerar las inversiones tanto europeas como estatales necesarias para mejorar su gestión, garantizar el cumplimiento de los nuevos objetivos comunitarios en materia de gestión de residuos municipales, fomentar las primeras opciones de la jerarquía de residuos y reducir el depósito en vertedero, así como contribuir a la lucha contra el cambio climático.
Pero todas estas actuaciones no tienen sentido sin la implicación de la ciudadanía que debe conocer las consecuencias, tanto positivas como negativas, de sus acciones para poder actuar en consecuencia. Por ello, la educación en la sostenibilidad y circularidad fomenta hábitos que, añadidos al conocimiento, perdurarán en el tiempo, posibilitando el futuro buscado. En consecuencia, desde la Dirección General de Economía Circular, se instauró un programa de sensibilización en economía circular y sostenibilidad mediante la convocatoria del concurso Supercirculares. Dirigido a alumnos de primaria y secundaria tiene por objetivo impulsar la concienciación de una economía circular en toda la comunidad educativa.
Así mismo, desde la Cátedra de Economía circular se fomenta e impulsa la transición hacia una economía circular mediante el establecimiento de un espacio de conocimiento en el que, desde una perspectiva multidisciplinar y a través de la formación, la investigación, la innovación, la transferencia y la sensibilización, se pueden abordar los retos que supone el cambio de paradigma.
En su conjunto, concienciación, formación, y comunicación, tuvieron cabida en la semana circular y en las jornadas de territorios circulares que organizamos en toda la región, y en la ciudad de Cuenca, respectivamente.