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La actividad de SIGNUS en el año 2022 ha estado en línea con la realizada en años anteriores. SIGNUS gestionó durante el año pasado 200.614 toneladas de neumáticos fuera de uso, de los casi 290.000 que se generaron en todo el territorio nacional. De ellos 23.795 toneladas se destinaron a su preparación para la reutilización. El resto, 176.820 toneladas de neumáticos al final de su vida útil (NFVU), se valorizaron: 96.801 toneladas mediante procesos mecánicos de separación de los componentes del neumático (caucho, acero y fibras textiles); 77.285 t se destinaron como combustible alternativo, en sustitución de combustibles fósiles en la fabricación de cemento y 2.734 toneladas se utilizaron para la generación de energía eléctrica.
Las aplicaciones del material reciclado son múltiples y diversas, puesto que por el momento los materiales reciclados procedentes de los neumáticos, fundamentalmente el caucho vulcanizado y reciclado, no se pueden destinar a fabricar nuevos neumáticos. Uno de los mayores destinos del granulado de caucho es el relleno de campos de fútbol de césped artificial, una aplicación mayoritaria en toda Europa que será limitada, al haber dado la Comisión Europea el primer paso para restringir la comercialización de cualquier producto polimérico sintético, menor de 5 mm de tamaño, para uso como relleno granulado en superficies deportivas sintéticas a partir de los 8 años de la entrada en vigor de la modificación del Reglamento REACH, previsiblemente en septiembre del 2031. Se abre ante nosotros un importante reto al tener que explorar un nuevo destino para las cerca de 80.000 toneladas de caucho que se quedarán huérfanas y que nos obligará a trabajar en la búsqueda de nuevos usos con capacidad de absorber todo este material. Destinos alternativos pueden ser su utilización en las propias bases elásticas de estos campos de césped artificial que se fabrican con resinas para aglomerar el caucho y quede integrado en el producto o su utilización en mezclas asfálticos o quizás en un futuro, en su reciclaje químico a través de procesos de gasificación y pirólisis. Sin embargo, cuando vemos los objetivos que establece el borrador del Plan Estatal Marco de Residuos 2025-2035 para los neumáticos al final de su vida útil, no se contempla la situación generada por éste nuevo escenario al que nos enfrentamos. Queremos confiar en que el artículo 16 de la nueva Ley de Residuos aprobada el año pasado, que establece la Compra Pública Verde como herramienta de impulso de la Economía Circular, será la vía a través de la cual podremos cumplir con estos objetivos, pero para ello es necesario no sólo promover el uso del caucho reciclado a algunas aplicaciones como son la construcción de nuevos firmes, sino hacer seguimiento de que esto se está cumpliendo.
Se abre ante nosotros un importante reto al tener que explorar nuevos destinos para las cerca de 80.000 toneladas de caucho que se quedarán huérfanas y que nos obligará a trabajar en la búsqueda de nuevos usos con capacidad de absorber todo este material.
El reciclaje químico parece que es también parte del futuro. Una vía para obtener aceites de síntesis, combustibles y negro de carbono recuperado entre otros materiales. Ello hará más factible alcanzar esa economía circular del neumático, al permitir algo hoy muy difícil, usar los componentes del neumático al final de su vida útil para fabricar nuevos neumáticos. En esta línea estamos desarrollando un proyecto enfocado a la fibra: “Fiber2Fiber” donde el reciclado químico de la fibra textil se presenta como una solución tecnológica de desarrollo con alto potencial. El estudio se enfoca en la fracción correspondiente a las fibras de poliéster, PET, de los neumáticos con el fin de obtener los monómeros químicos de alto valor, que pueden ser polimerizados otra vez para la obtención de fibras textiles recicladas aptas para su uso en la fabricación de nuevos neumáticos.
Además de estos retos, ahora mismo se encuentra en información pública el proyecto de nuevo Real Decreto sobre los neumáticos fuera de uso y su gestión ambiental que incorpora muchos aspectos de la nueva Ley de Residuos, tratando de unificar el régimen jurídico de los sistemas colectivos de responsabilidad ampliada del productor (SCRAPS). Desde SIGNUS entendemos que esta norma regula, con más detalle, muchos aspectos de la gestión facilitando, por ejemplo, los trámites administrativos de las autorizaciones o estableciendo la necesidad de implementar nuevos procedimientos de control e información.
Entre ellos se destaca la incorporación como productores de aquellas entidades que ponen neumáticos en el mercado de reposición por primera vez procedentes de otros flujos, y la incorporación de la ausencia de conflicto de intereses entre las los órganos de gestión de los SCRAP y los gestores de residuos, dentro de un marco de relación con ellos en que prevalezcan los principios de concurrencia libre, igualdad de trato, y transparencia. La prevención de los neumáticos fuera de uso, también en línea con la Ley 7/2022 de Residuos y Suelos Contaminados para una Economía Circular, adquiere relevancia en el proyecto de este nuevo Real Decreto y dedica un artículo a los Planes Empresariales de Prevención con el objetivo de que se recojan las medidas adoptadas para el cumplimiento de los objetivos de prevención, para impulsar el diseño y la fabricación de neumáticos que den lugar a un menor impacto ambiental a lo largo de todo su ciclo de vida, y facilitar el reciclado y la valorización de los neumáticos fuera de uso.