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La gestión del agua en la agricultura es un tema crucial en la actualidad, que además ha adquirido un especial protagonismo debido al cúmulo de circunstancias que le están afectando en los últimos años, fundamentalmente provocadas por los efectos del cambio climático: disminución en las precipitaciones, sequías recurrentes y cada vez más largas…
El agua, que siempre ha sido y lo es ahora mucho más, un recurso limitado y fundamental para la producción de alimentos, es el elemento esencial en la vida y en el trabajo de las comunidades de regantes, que desempeñan un papel clave en la distribución y utilización eficiente del agua en las zonas agrícolas, asegurando que los cultivos reciban la cantidad adecuada de agua en el momento oportuno.
En la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore), hemos sido desde siempre muy conscientes del uso eficiente del agua. Por eso nos hemos movido en la búsqueda y en la implementación de tecnologías avanzadas de riego, en la modernización de infraestructuras hídricas y en la promoción de prácticas agrícolas sostenibles que permitan una gestión eficiente del agua. Por eso estamos listos y preparados para afrontar los retos que se nos presentan en la gestión hídrica, algo que vamos a seguir haciendo desde la innovación.
No es una apuesta nueva. Los regantes hemos sido pioneros y líderes en el impulso de iniciativas basadas en la innovación para mejorar la productividad agrícola, reducir el impacto ambiental y garantizar la disponibilidad de agua para las generaciones futuras, a la vez que contribuimos al desarrollo sostenible y al bienestar de las comunidades rurales.
Los regantes hemos sido pioneros y líderes en el impulso de iniciativas basadas en la innovación para mejorar la productividad agrícola, reducir el impacto ambiental y garantizar la disponibilidad de agua para las generaciones futuras.
Los resultados de este trabajo y de este esfuerzo están ahí: España tiene los regadíos más modernizados del mundo y somos el referente para otros países a la hora de modernizar sus sistemas de riego. Cuando alguien quiere saber qué se está haciendo en el mundo en este terreno, vienen aquí a aprender para mejorar sus sistemas de regadíos. Podemos estar orgullosos de los regadíos que tenemos, porque son los más modernos y eficientes en el uso del agua, la energía y la aplicación de tecnologías punteras.
Huelga decir que en esta labor no hemos estado ni estamos solos. Ha sido posible gracias al enorme esfuerzo económico que, conjuntamente, han hecho las Administraciones Públicas y los regantes. Ello ha permitido reducir el uso del agua en regadío más de un 15% al año con respecto al año 2000.
Ahora bien, ante el gran reto que tenemos en el sector primario europeo para hacer compatible la producción agrícola, de regadío y ganadera con la protección del medio ambiente, los regantes venimos insistiendo hace mucho tiempo en una serie de palancas que para nosotros son básicas: políticas transversales y coordinadas entre las diferentes administraciones; promocionar la colaboración público-privada; contar con información transparente y basada en criterios eminentemente técnicos para tomar decisiones óptimas e informadas; profundizar en la innovación e ir introduciendo de manera continua y constante las nuevas tecnologías, fundamentalmente la digitalización y también la inteligencia artificial. Solo de esta manera podremos garantizar el agua, tanto para el consumo humano como para la agricultura y el resto de actividades económicas que la precisan.
Los regantes somos conscientes de que tenemos que hacer un uso eficiente del agua, el suelo y la energía. Por eso estamos aplicando la economía circular, fomentando la reutilización del agua y el uso de las tecnologías más modernas. Estamos trabajando no únicamente en la modernización de las infraestructuras de riego. Ahora tenemos también mucha información en forma de datos que son imprescindibles para tomar las mejores decisiones y optimizar la gestión.
Con ellos podemos incrementar los controles de los volúmenes y los caudales de agua y de muchas más variables que permiten regar cuando más necesario es para la planta. La humedad del suelo, la temperatura, las necesidades de agua de la planta… se van a poder medir e incorporar a programas que permitan gestionar el riego de mejor manera.
Los fondos europeos Next Generation están siendo una herramienta muy eficaz para avanzar en todos estos frentes. Estamos hablando de que entre todos estamos movilizando una inversión superior a los 2.000 millones de euros para transformar nuestros regadíos y hacerlos aún más eficientes.
Los fondos europeos Next Generation están siendo una herramienta muy eficaz para avanzar en todos estos frentes. Estamos hablando de que entre todos estamos movilizando una inversión superior a los 2.000 millones de euros para transformar nuestros regadíos y hacerlos aún más eficientes.
A esto hay que sumar los 200 millones que el Gobierno ha dispuesto en el PERTE de digitalización de los regadíos, al que nuestras Comunidades de Regantes están optando y que supondrá un avance sustancial en la mejora de la gestión del agua.
La suma de todos estos instrumentos nos fortalece y consolida en este camino de mejora continua. Nos van a permitir igualmente seguir trabajando para mejorar aún más. Los regantes somos ambiciosos y queremos ir un paso más allá en aspectos como la reutilización del agua, la reducción de los retornos, el uso de las aguas subterráneas y recicladas…, haciendo uso de las tecnologías más modernas que nos ofrece la innovación. Tenemos objetivos que cumplir y retos que enfrentar si queremos seguir siendo uno de los países mejor posicionados en esta materia en Europa.
El agua va a seguir siendo protagonista de nuestras vidas. El cambio climático y sus efectos no van a desaparecer. Más bien parece que se van a agudizar. Pero cuando todo esto ocurra, los regantes habremos avanzado y nos encontraremos preparados y siempre en marcha para gestionar mejor el agua y poder así seguir garantizando la producción de alimentos para dar de comer a todos, todos los días.