- 7443 lecturas
- 7443 lecturas
En la búsqueda de un futuro más sostenible y respetuoso con el medio ambiente, la gestión de residuos se ha convertido en uno de los pilares fundamental de la política ambiental. La promoción de la economía circular y la adopción de medidas para la prevención y valorización adecuada de los residuos son claves en esta transformación.
A nivel estatal, La Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular es una de las piedras angulares de la política de residuos. Esta legislación establece principios y directrices para la prevención, valorización y gestión adecuada de residuos, garantizando así la protección del suelo y del entorno natural. Su implementación, ha sido un paso crucial en la búsqueda de una gestión más responsable y sostenible.
La jerarquía de residuos, basada en la normativa de la Unión Europea, es otro de los elementos fundamentales en la estrategia de gestión de residuos. Este enfoque prioriza acciones como la prevención, la preparación para la reutilización, el reciclaje y otras formas de valorización, dejando como última opción la eliminación. De esta manera, se fomenta la eficiencia en el uso de los recursos, la reducción de residuos en origen mediante aplicación de ecodiseño, remanufactura, servitización y otras herramientas que permiten alargar la vida de los materiales y productos antes de su retirada del mercado y, finalmente, se busca su máximo aprovechamiento en la medida de lo posible.
Además, los Planes de Gestión de Residuos desempeñan un papel esencial en la estrategia española. Estos planes, diseñados para diferentes tipos de residuos, establecen objetivos específicos y medidas para su máxima valorización. Desde residuos urbanos hasta industriales y electrónicos, cada tipo de residuo cuenta con un plan adaptado a sus particularidades, contribuyendo así a una gestión más eficiente y sostenible.
La coordinación entre el sector público y el sector privado ha sido fundamental para aprovechar sinergias e impulsar iniciativas sostenibles y eficientes.
En el contexto de la economía circular, España ha intensificado sus esfuerzos para prevenir la generación de residuos y fomentar la eficiencia, la reutilización, el reciclaje y la valorización. Esta visión busca romper con el tradicional modelo lineal de producción y consumo, promoviendo en su lugar un ciclo continuo en el que los recursos se aprovechan de manera óptima y se minimiza la generación de desechos.
La Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP) ha sido otro enfoque destacado en la política de residuos estatal. Esta estrategia implica que los fabricantes y productores asuman una mayor responsabilidad en la gestión de los residuos generados por sus procesos y productos. Al incentivar la reducción en la fuente y el compromiso del productor en la adopción de prácticas sostenibles hasta el final de la vida del residuo, incluida su gestión final, la RAP contribuye a una gestión más responsable y consciente.
Así mismo, se ha comprobado que el impuesto al vertido ha generado un impulso del mercado del material secundario. En este sentido, es necesario seguir avanzando en un marco regulador, estable en el tiempo, que promueva la valorización frente a la eliminación, implementando herramientas legales, fiscales o de otro tipo que permitan promover el mercado de los productos valorizados, tales como, la compra pública y privada verde, la fiscalidad verde, o criterios de reutilización de residuos tras un proceso de valorización, etc.
Acercándonos a Euskadi, uno de los puntos destacados en la gestión de residuos es el enfoque en la colaboración público-privada. La coordinación entre el sector público, representado por las autoridades locales y regionales, y el sector privado, compuesto por empresas y organizaciones especializadas en la gestión y valorización de residuos, ha sido fundamental para impulsar iniciativas sostenibles y eficientes.
Esta colaboración ha permitido aprovechar sinergias y recursos complementarios, lo que ha impulsado el desarrollo de proyectos innovadores y soluciones integrales para la gestión y valorización de residuos. Las empresas gestoras de residuos, como miembros de Aclima, Basque Environment Cluster, han trabajado estrechamente con las administraciones públicas para alinear intereses y metas comunes en la gestión de residuos, impulsando su valorización.
Además, la colaboración público-privada ha fomentado la inversión en infraestructuras modernas y tecnologías avanzadas para el tratamiento, reciclaje y valorización de residuos. En este sentido, destacamos, la importancia de seguir dando pasos firmes para lograr un mejor recuperación y valorización de los residuos a través de la implantación de nuevas infraestructuras ambientales como un factor crucial en el progreso hacia la sostenibilidad. La implantación de instalaciones locales de valorización de residuos nos permite mejorar la salud del medio ambiente y de las personas, contribuir al crecimiento de la economía, generando empleo verde de calidad, y apoyar a otros sectores industriales y a la ciudadanía, tratando y recuperando sus residuos de manera segura y convirtiéndolos en materias secundarias que impulsan cadenas locales de suministro.
Además de estas claves, Euskadi ha destacado por su enfoque en la digitalización de los procesos de gestión de residuos. La incorporación de la innovación tecnológica ha permitido una mayor eficiencia en la recolección, clasificación y reciclaje de los desechos, lo que ha repercutido en una mejora significativa en la trazabilidad y la optimización de recursos.
Desde Aclima trasladamos nuestro compromiso con una gestión sostenible de residuos y la promoción de la economía circular. Con un enfoque holístico y la colaboración entre los sectores público y privado, Euskadi avanza hacia un futuro más respetuoso con el medio ambiente, donde la valorización de los residuos siguiendo los principios de proximidad y autogestión es una piedra angular de la sostenibilidad y el desarrollo responsable.